Genética, ejercicio y tecnología, las tres claves de una longevidad saludable

El seminario “Bienestar emocional y calidad de vida” reunió a especialistas en Madrid que presentaron un enfoque integral donde robots sociales, inteligencia artificial y entrenamiento funcional impulsan el bienestar en la madurez, según publicó GymFactory

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El ejercicio físico intenso mejora
El ejercicio físico intenso mejora el estado de ánimo y funcionalidad en personas mayores (Imagen ilustrativa Infobae)

En un contexto donde la longevidad se convirtió en un fenómeno global, la búsqueda de estrategias para mejorar la calidad de vida en las personas mayores nunca fue tan determinante.

Recientemente, el V Seminario Académico ‘Bienestar emocional y calidad de vida en la nueva longevidad’, organizado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE y la Universidad Carlos III de Madrid, reunió a expertos internacionales para discutir cómo transformar el bienestar integral de las personas mayores. A lo largo del evento se presentaron avances significativos en tres áreas clave: el ejercicio físico, la genética y la tecnología, según publicó GymFactory.

El poder del ejercicio físico: fuerza y bienestar en la madurez

El profesor Juan Colado, de la Universidad de Valencia, presentó los resultados de un macroproyecto científico titulado NEUROAGE, el cual resalta cómo el entrenamiento de fuerza con altas resistencias y la suplementación funcional pueden transformar la salud y el bienestar de las personas mayores. Este tipo de entrenamiento, accesible incluso a través de bandas elásticas, mejora significativamente el estado de ánimo, la funcionalidad física y la cognición, áreas que son vitales para el bienestar en la vejez.

Colado subraya que, más allá de ser un mito, entrenar la fuerza en la madurez es posible, y beneficioso. “Hemos comprobado que combinar actividad física intensa y accesible con suplementación nutricional puede ayudar a las personas mayores a vivir más y mejor”, señaló el investigador. Esta afirmación está respaldada por estudios que demuestran que la actividad física previene enfermedades y favorece una vida mentalmente más saludable.

La genética y el envejecimiento saludable: un factor fundamental

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La genética influye en la fuerza muscular y calidad de vida durante el envejecimiento, revelan investigadores de Valladolid (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el seminario, Ana María Fernández Araque, profesora de la Universidad de Valladolid, aportó una perspectiva innovadora al abordar el impacto del polimorfismo genético en la fuerza muscular y la calidad de vida. Este hallazgo científico destaca cómo la genética influye directamente en la forma en que los cuerpos envejecen, particularmente en términos de fuerza y funcionalidad.

El trabajo de Fernández Araque pone en evidencia la necesidad de integrar la genética en los programas de salud pública. Al comprender cómo ciertas variaciones genéticas afectan el envejecimiento, los cuidados pueden personalizarse mejor, optimizando la calidad de vida de los adultos mayores.

“Integrar la genética en los cuidados y políticas de salud pública puede marcar la diferencia entre envejecer simplemente o envejecer con calidad”, afirmó la investigadora.

Este enfoque de salud integral que combina la genética y el ejercicio abre una puerta a una nueva comprensión del envejecimiento saludable. En este sentido, el seminario refuerza la importancia de una investigación multidisciplinaria que combine la biología, la nutrición y la actividad física, y la medicina para garantizar una longevidad con bienestar.

La tecnología como aliada en el bienestar emocional y la autonomía

Entrenar la fuerza en la
Entrenar la fuerza en la madurez combate la soledad y favorece una vida más independiente (Imagen ilustrativa Infobae)

Si bien el ejercicio físico y la genética son cruciales, la tecnología también desempeña un papel esencial en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores. Durante el evento, se exploraron diversas innovaciones tecnológicas que facilitan la vida de los mayores, en especial para aquellos que viven solos en entornos rurales o con limitaciones físicas.

Marian García-Prieto, CEO de ia4life i+d, habló sobre cómo la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) están transformando el cuidado y acompañamiento de los adultos mayores. Estos avances permiten a las personas mayores disfrutar de mayor autonomía y seguridad en sus hogares.

La tecnología ofrece soluciones innovadoras que permiten monitorear la salud, recordar la toma de medicamentos y realizar actividades diarias con mayor facilidad. “El uso de la tecnología proporciona acompañamiento, seguridad e independencia, y a la vez tranquilidad a las familias”, explicó García-Prieto.

Otro punto destacado fue el uso de robots sociales en las residencias, como presentó Sara Doménech Pou, investigadora de la Fundació Salut de l’Envelliment de la Universidad Autónoma de Barcelona. Estas maquinas contribuyen a reducir la soledad, fomentando la participación de los mayores en actividades grupales, un aspecto clave para mantener su bienestar emocional y social.

Vivir mejor en casa: un enfoque centrado en el hogar

El proyecto "Vivir Mejor en
El proyecto "Vivir Mejor en Casa" prioriza atenciones personalizadas para mayores dependientes en sus hogares (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un tema recurrente en el seminario fue el proyecto “Vivir Mejor en Casa”, presentado por Eduard Minobes de la Universitat de Vic. Este proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los mayores en situación de dependencia, permitiéndoles permanecer en sus hogares y en la comunidad durante más tiempo. Las investigaciones del proyecto sugieren que la intervención personalizada, sumada a una correcta formación de los cuidadores, puede mejorar de manera significativa la calidad de vida de los adultos mayores, incluso en contextos de deterioro físico.

“El modelo tradicional de instituciones de cuidado para mayores puede no ser la solución ideal para todos. Personalizar la intervención y asegurarse de que los cuidadores estén bien capacitados es crucial para garantizar el bienestar de los mayores”, destacó Minobes.

Lo cierto es que estas investigaciones refuerzan la importancia de invertir en estrategias multidisciplinarias que promuevan una mayor longevidad, y un mayor disfrute de la vida en las etapas finales. Al integrar la actividad física, el apoyo emocional, el conocimiento científico y la tecnología, podemos construir un futuro más saludable para nuestros adultos mayores, brindándoles las herramientas necesarias para vivir con dignidad y calidad.