El consumo regular de fibra a través de la dieta tiene efectos comprobados sobre la salud general. Los expertos coinciden en que la fibra actúa como un componente esencial en la prevención de diversas enfermedades y es clave para mantener un funcionamiento óptimo del organismo. Se encuentra presente en frutas, verduras, frutos secos, semillas y cereales integrales. La fibra soluble, presente en frutas como las naranjas y manzanas, absorbe agua y ralentiza la digestión, contribuyendo así a reducir el colesterol y mejorar la presión arterial. Por otro lado, la fibra insoluble —localizada principalmente en la piel de las frutas— agrega volumen a las heces, favorece la regularidad intestinal y puede disminuir el riesgo de cáncer colorrectal.
Esta diversidad de beneficios está respaldada por organismos como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y las Guías Alimentarias para Estadounidenses 2020-2025, que recomiendan consumir al menos dos porciones de fruta al día. Además, indican que la ingesta diaria de fibra debe situarse entre 28 y 34 gramos, dependiendo de la edad y el sexo. Alcanzar este objetivo es posible mediante la incorporación estratégica de frutas ricas en fibra dentro de una alimentación equilibrada.
Manzana vs. otras frutas: diferencias en el aporte de fibra
Según EatingWell, la manzana ha sido tradicionalmente sinónimo de salud, famosa tanto por su versatilidad como por su aporte nutricional. Se estima que una manzana mediana (200 g) ofrece aproximadamente 4 gramos de fibra, una cifra relevante pero superada por otras frutas. Este contenido deriva tanto de su pulpa como de su piel, lo cual refuerza la importancia de consumir la fruta entera para aprovechar sus propiedades al máximo. Aunque su fibra contribuye en la protección del sistema cardiovascular, la regulación del peso y el apoyo a la función cerebral, quienes busquen elevar aún más su consumo de fibra pueden explorar otras opciones igualmente sabrosas y accesibles.
Actualmente, hay nueve frutas fácilmente disponibles que superan el contenido de fibra de la manzana y representan alternativas atractivas para quienes desean diversificar su dieta y sumar beneficios.
Nueve frutas con más fibra que una manzana
1. Maracuyá

Reconocida por su sabor agridulce y su vibrante color, el maracuyá encabeza la lista como la fruta con mayor contenido de fibra. Una porción de una taza (236 g) concentra 24,5 gramos de fibra, equivalente a gran parte de la ingesta diaria recomendada. Este fruto tropical, repleto de semillas comestibles, añade textura y beneficios nutricionales a postres y ensaladas.
2. Frambuesas

Las frambuesas se destacan tanto por su sabor intenso como por su alto aporte de fibra, ya que una taza (150 g) proporciona aproximadamente 10 gramos. Esta cantidad representa cerca de un tercio del valor diario recomendado. Además de comerlas frescas, pueden incorporarse a batidos y otras preparaciones.
3. Guayaba

La guayaba ofrece 9 gramos de fibra por taza (165 g). Esta fruta puede comerse entera, ya que tanto la pulpa como la cáscara y las semillas son comestibles y ricas en nutrientes. También se utiliza en la elaboración de mermeladas, jaleas y repostería.
4. Moras

Las moras contienen 8 gramos de fibra por taza (150 g) y gozan de popularidad como snack fácil de transportar y preparar. Más allá del consumo directo, son ideales para compotas, mermeladas y postres variados.
5. Palta

Aunque suele relacionarse con preparaciones saladas, la palta es una fruta que aporta cerca de 7 gramos de fibra por cada mitad. Su versatilidad en la cocina va desde ensaladas y sándwiches hasta batidos y aderezos.
6. Caqui

El caqui, de sabor dulce o ligeramente astringente según la variedad, aporta 6 gramos de fibra por fruta (168 g). Suele consumirse en ensaladas y postres, destacando por su disponibilidad estacional.
7. Fruta del dragón (pitahaya)

La pitahaya ofrece 5,5 gramos de fibra por taza (180 g) y se destaca por su apariencia vistosa. Perfecta para batidos y ensaladas, su sabor varía entre lo dulce y suave según la variedad.
8. Pera

Con una media de 5,5 gramos de fibra por fruta mediana, la pera supera a la manzana no solo en contenido de fibra, sino también en versatilidad culinaria. Puede disfrutarse fresca, asada o añadirse a platos salados y dulces.
9. Kiwi

El kiwi, pese a su tamaño reducido, sorprende al aportar 5,4 gramos de fibra por taza en rodajas (180 g). De sabor refrescante y pulpa jugosa, suele comerse al natural o como parte de ensaladas de frutas.
Disponibilidad y consumo de frutas ricas en fibra
Aunque no todas estas frutas se encuentran frescas a lo largo del año, muchas están disponibles congeladas, lo que facilita su incorporación regular en la dieta independientemente de la temporada. Ampliar la variedad de frutas no solo ayuda a cubrir los requerimientos de fibra, sino que permite experimentar diferentes sabores y texturas, adaptándolos a los distintos gustos y preferencias personales. Al adoptar hábitos que incluyan frutas con alto contenido de fibra, se pueden aprovechar plenamente sus beneficios en la prevención de enfermedades y en el mantenimiento de una salud óptima.
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