La relación entre las comidas de cada día y el desarrollo de enfermedades graves como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la demencia está en el centro de las advertencias de William Li, médico, científico y presidente de la Angiogenesis Foundation.
Entrevistado en el pódcast The Diary of a CEO, Li expuso cómo la dieta contemporánea puede debilitar las defensas naturales del cuerpo y contribuir al aumento de estas patologías, sin embargo, también ofreció recomendaciones prácticas respaldadas por la evidencia científica más reciente.
Cómo el cuerpo combate las enfermedades a diario
Según explicó Li a The Diary of a CEO, el cuerpo humano está equipado con sofisticados sistemas de defensa que actúan constantemente para protegerlo de enfermedades, incluido el cáncer. “Cada 24 horas, hay 10.000 errores en el ADN de tu cuerpo, cada uno es un cáncer microscópico”, afirmó el especialista, subrayando que la mayoría de estos errores son neutralizados por los mecanismos naturales de vigilancia y reparación celular.
El sistema inmunológico y el control de la angiogénesis —el proceso por el cual se forman nuevos vasos sanguíneos— son fundamentales para detectar y eliminar células anómalas antes de que se conviertan en tumores clínicamente detectables.
Li destacó que, aunque se generan mutaciones celulares a diario, no se desarrolla cáncer con la misma frecuencia gracias a estas defensas. Sin embargo, cuando estos sistemas fallan o se ven sobrepasados, las células cancerosas pueden proliferar y formar tumores.“He tenido pacientes que han pasado de cáncer en etapa cuatro a etapa cero”, relató, enfatizando los avances recientes en inmunoterapia y la capacidad del cuerpo para revertir incluso enfermedades avanzadas en algunos casos.

Factores de la dieta moderna que debilitan las defensas
Li identificó varios componentes de la dieta actual que pueden reducir la eficacia de los sistemas de defensa del organismo. Entre los principales factores de riesgo mencionó el exceso de sal, azúcar, alcohol, alimentos ultraprocesados y la presencia de microplásticos en la alimentación.
“El exceso de sal acelera el envejecimiento celular y daña la circulación”, advirtió Li, señalando que la sal, presente en grandes cantidades en la comida de restaurantes y productos procesados, afecta negativamente a los vasos sanguíneos y favorece la hipertensión. El consumo elevado de azúcar añadido, por su parte, contribuye a la disfunción metabólica y al desarrollo de diabetes, lo que a su vez incrementa el riesgo de múltiples enfermedades crónicas.
Respecto al alcohol, Li fue tajante: “El alcohol es un tóxico universal para el cerebro, hígado y corazón”. Aunque pequeñas cantidades pueden ser toleradas por el organismo, el consumo habitual debilita las defensas y aumenta la vulnerabilidad a diversas patologías.
Los alimentos ultraprocesados, ricos en aditivos, grasas saturadas y azúcares, también fueron señalados como responsables de deteriorar la salud metabólica y favorecer la inflamación sistémica, un factor clave en el desarrollo de enfermedades crónicas.

Microplásticos: hallazgos recientes y recomendaciones
Uno de los riesgos emergentes destacados por Li es la exposición a microplásticos a través de la dieta. En The Diary of a CEO, se estima que algunas personas consumen el equivalente a una tarjeta de crédito en plástico cada semana.
Estudios recientes detectaron microplásticos en el cerebro, la sangre, la leche materna, el semen y hasta en los tejidos del pene, lo que encendió las alarmas sobre sus posibles efectos inflamatorios y su relación con enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Li recomendó medidas sencillas para reducir la exposición, como sustituir utensilios y recipientes de plástico por alternativas de vidrio o cerámica, y evitar alimentos y bebidas envasados en plástico. Además, advirtió sobre el uso de bolsas de té, que pueden liberar miles de partículas de microplásticos en una sola infusión, y sugirió optar por té a granel o infusiones preparadas con ingredientes frescos.

Alimentos y hábitos que fortalecen las defensas
Frente a los riesgos, el expertro subrayó que existen más de 200 alimentos identificados por la ciencia que pueden ayudar a “matar de hambre” al cáncer y fortalecer las defensas naturales del cuerpo.
Entre los ejemplos concretos mencionados en The Diary of a CEO se encuentran el té (especialmente el matcha y el Earl Grey), el café, los frutos secos, los tomates, arándanos, frambuesas, frutillas, y las verduras de hoja verde como la espinaca y el bok choy.
El té verde y el matcha, en particular, contienen polifenoles que demostraron en laboratorio la capacidad de eliminar células madre cancerosas. El café, gracias a su contenido en ácido clorogénico, activa la grasa marrón y contribuye a la quema de grasa visceral, además de tener efectos antiinflamatorios. Los frutos secos aportan fibra, proteínas y grasas saludables, y se asociaron con la reducción del riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Los tomates, ricos en licopeno, fueron vinculados a una menor incidencia de cáncer de próstata, mientras que los frutos rojos destacan por su alto contenido en fibra y antioxidantes.
Li recomendó priorizar una dieta variada, basada en alimentos frescos, de temporada y mínimamente procesados, siguiendo patrones como la dieta mediterránea o asiática, que demostraron beneficios en la longevidad y la prevención de enfermedades.

Li compartió casos de éxito en los que pacientes con cáncer avanzado lograron la remisión completa gracias a la combinación de inmunoterapia y cambios en la dieta. Relató la experiencia de su propia madre, quien, tras ser diagnosticada con cáncer en etapa cuatro, recibió inmunoterapia y ajustó su alimentación para fortalecer su sistema inmunológico, logrando revertir la enfermedad.
Según explicó, la eficacia de la inmunoterapia puede estar influida por la composición de la microbiota intestinal. Un estudio presentado en una conferencia internacional reveló que la presencia de la bacteria Akkermansia muciniphila en el colon se asocia con una mejor respuesta a estos tratamientos. Alimentos como la granada, los arándanos, las uvas Concord y los chiles pueden favorecer el crecimiento de esta bacteria beneficiosa.
Li también mencionó avances en la personalización de tratamientos oncológicos mediante el análisis genético de los tumores y el desarrollo de vacunas personalizadas, que buscan estimular el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas de manera más eficaz.

Recomendaciones prácticas y mitos sobre dietas populares
En cuanto a las dietas de moda, Li advirtió que la mayoría de los regímenes restrictivos, como la dieta cetogénica o el ayuno intermitente estricto, son difíciles de mantener a largo plazo y no necesariamente superiores a una alimentación equilibrada y sostenible.
Recomendó adoptar patrones alimentarios que puedan mantenerse en el tiempo y que resulten placenteros, priorizando la diversidad y la calidad de los alimentos.
El especialista sugirió evitar el exceso de calorías y practicar el principio japonés de “hara hachi bu“, que consiste en dejar de comer cuando se está al 80% de la saciedad.

Relación entre sueño, estrés, metabolismo y enfermedades crónicas
Li explicó que el sueño de calidad es fundamental para la reparación de los sistemas de defensa del cuerpo y para el metabolismo de las grasas. Durante el sueño profundo, el cerebro activa el sistema glinfático, que elimina toxinas acumuladas durante el día, y el metabolismo cambia para favorecer la quema de grasa.
La falta de sueño, combinada con estrés crónico, puede alterar la regulación hormonal, aumentar la inflamación y predisponer al desarrollo de enfermedades crónicas y cáncer.
El exceso de grasa visceral, incluso en personas delgadas, se asoció con un mayor riesgo de cáncer y otras patologías, debido a su capacidad para generar un entorno inflamatorio en el organismo.

Consejos realistas y la importancia de la elección alimentaria diaria
Para finalizar, Li enfatizó en The Diary of a CEO que la prevención de enfermedades crónicas y el fortalecimiento de las defensas del cuerpo dependen en gran medida de las decisiones alimentarias cotidianas. “Más de 200 alimentos pueden ayudar a ‘matar de hambre’ al cáncer”, recordó, invitando a las personas a elegir aquellos que disfruten y que se adapten a su cultura y preferencias.
“Debes amar tu comida para amar tu salud”, concluyó, subrayando que la clave está en incorporar de manera consciente y placentera alimentos que respalden los sistemas de defensa del organismo, sin caer en restricciones extremas ni en soluciones milagrosas.
Cada comida es una oportunidad para fortalecer la salud y reducir el riesgo de enfermedades a largo plazo.
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