Mitos sobre la fruta, obsesión por la insulina y la influencia del entorno: claves ocultas detrás del éxito y el fracaso al perder peso, según Francis Holway

En La Fórmula Podcast, el nutricionista y divulgador desmontó los mitos sobre alimentación, cuestionó la obsesión por la glucemia y las dietas restrictivas, y alertó sobre el exceso de ultraprocesados y la desinformación. También reflexionó sobre suplementos y la importancia del pensamiento crítico frente a los “asustadores profesionales” en redes

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En un nuevo episodio de La Fórmula Podcast, el nutricionista y divulgador Francis Holway desmitificó algunas de las creencias más extendidas sobre la alimentación y cuestionó la obsesión actual por los picos de glucemia y de insulina. Además, analizó los distintos tipos de dietas y explicó que, si bien muchas muestran resultados a corto plazo, lo hacen únicamente porque reducen las calorías, pero no son sostenibles ni saludables en el tiempo.

Reflexionó también sobre el uso de suplementos, el mito de “acelerar el metabolismo” y la importancia de recuperar el pensamiento crítico ante la sobreabundancia de información nutricional que circula en redes sociales. El episodio completo puede escucharse en Spotify y YouTube.

Francis es un reconocido nutricionista deportivo argentino con más de 30 años de trayectoria en el alto rendimiento. Graduado con un máster en Ciencias de la Nutrición por la San Jose State University (EEUU) y acreditado como antropometrista ISAK Nivel 4, ha trabajado con deportistas olímpicos y equipos profesionales de distintas disciplinas, entre ellos futbolistas de élite. Es considerado un referente internacional en nutrición, composición corporal y optimización del rendimiento deportivo, además de ser formador y divulgador en congresos y plataformas educativas.

El nutricionista argentino advierte sobre
El nutricionista argentino advierte sobre la sobreabundancia de información nutricional y la importancia de recuperar el pensamiento crítico (Imagen Ilustrativa Infobae)

— Sos muy popular en redes por enojarte por mitos que hay alrededor de la nutrición, de cosas que hacen bien o hacen mal. ¿Querés contarme, por ejemplo, cuál es el mito que más te enoja?

El que dice que la fruta y la verdura son malas para la salud. No, no sé si me enoja. No lo puedo creer. Cuando estudiaba nutrición pensaba que hoy por hoy tendría que estar hablando de que descubrieron algún gen para solucionar la celiaquía o algo así. Y lo que tengo que decir es: “Gente, la fruta no es mala, la verdura hace bien”. Después hay mucha locura con los picos de glucemia, que son cosas normales o como que la insulina es mala o que el cortisol es malo. Hay una exageración de todos estos procesos fisiológicos.

— Lo de los picos de glucemia lo veo un montón. Hablemos un poco de la glucemia y sus consecuencias.

— Es una exageración. O sea, si vos sos diabético, sí, tenés que tener un monitor de glucosa, tenés que contar los hidratos de carbono que tenés que comer, tenés que cuidarte. Pero ese es un trabajo en conjunto con el médico que te está prescribiendo la dosis de insulina o metformina o el tratamiento integrado necesario. Pero una persona normal, que hace actividad física y que está bien de salud, no tiene que preocuparse por esas cosas. La glucemia sube normalmente después de comer hidratos de carbono, eso es normal. Después también hay un desconocimiento de la insulina. Se cree que la insulina es el mal y no. Es buenísima la insulina. Y se cree que el hidrato de carbono es el único que libera insulina, pero las proteínas pueden liberar más insulina que un hidrato de carbono y no se dan cuenta de eso.

— ¿Por qué que se te eleve la glucemia o la insulina y si querés vamos una por una, sería una mala consecuencia o deberíamos evitarlo? ¿Por qué ese mito, primero?

— Bueno, ese mito también es un poco una extrapolación de lo que sucede con diabéticos, que sí tienen la glucemia muy elevada todo el tiempo porque la insulina no les funciona bien, entonces no se la desciende y se acumula. Y eso es peligroso. Tiene efectos nocivos sobre la salud. Ahora, si uno tiene glucemia normal y tiene insulina normal, no es un problema. Y estas enfermedades se dan por excesos. O sea, no es que únicamente comer hidratos de carbono refinado te va a dar diabetes tipo dos. Es que las células de tu cuerpo ya están saturadas de acumulación de calorías y de grasas y de azúcares, pero son enfermedades del exceso. Entonces, la gente normal o que hace actividad física, un recreacional o inclusive un atleta, no tiene que preocuparse de esas cosas. Y no es que es solo el hidrato de carbono o el hidrato de carbono refinado el que genera una diabetes. Es cuando las células ya se excedieron por exceso de calorías, exceso de comida chatarra, falta de actividad física, ese tipo de cosas.

—¿Es uno más de esos mitos o es cierto que, si uno no regula bien y tiene picos de insulina durante el día, los niveles de energía también terminan desbalanceándose?

—Bueno, hay un orden que tenemos que priorizar en el balance de calorías. Si vos necesitás 2 mil calorías por día y estás comiendo 1200 calorías por día, por ejemplo, de azúcar puro, dividido en 10 horas, cada hora comés 120 gramos de azúcar puro, glucosa, vas a bajar de peso y a tener poca energía. Eso es lo prioritario, mucho más que la insulina y la glucemia y todo eso.

— Hoy existen muchas opciones de dietas: la keto, cetogénica, mediterránea… Y también hay quienes prefieren hablar de un estilo de vida más que de una dieta, como el famoso “80-20”: comer bien el 80% del tiempo y permitirse lo que uno quiera el 20% restante. ¿Cómo es tu estilo de vida en lo nutricional? ¿Qué comés y qué cosas tratás de evitar?

— Si vamos a la información científica y analizamos epidemiológicamente, por más que hay gente que le baja el pulgar a la epidemiología nutricional, a Walter Willett, de Harvard, las dos alimentaciones, digamos, más saludables, con poblaciones más saludables en el mundo son: la de Japón y la mediterránea antigua. Mediterránea antes que entren los ultraprocesados en el sur de Europa. Esas son las que han tenido los mejores índices de salud. Y la de Japón tenía un alto porcentaje de hidratos de carbono y la mediterránea tenía un alto porcentaje de grasas. Entonces, no era un tema de macronutrientes. Después, ¿qué me gusta a mí? ¿Qué elijo yo? Yo elijo culturalmente una alimentación más estilo mediterránea con un plus de proteína por la cantidad de actividad física que hago. Y me dejo ocasiones sociales para comer lo que haya, si hay un asado, pizza o ir a comer un helado o lo que sea. Pero trato de que sea: si como cuatro veces al día, son 28 comidas por semana, no sé, serán cinco o seis de esas comidas por semana que son diferentes.

— La mediterránea sería, por ejemplo, mucho pescado, verdura, frutas. ¿Qué más?

— Sí, mucha verdura y fruta, muchas nueces, mucho aceite de oliva, algo de vino, pescados, algunas pequeñas porciones de carnes y legumbres, diferentes tipos de garbanzos o habas que hay en el Mediterráneo. Y también cereales como panes de harinas, de trigo y frutas y verduras. En mi caso en particular, me siento cómodo con cuatro comidas al día, cada cuatro horas aproximadamente. Pero no digo que sea el esquema para todos. Depende.

La glucemia suele aumentar después
La glucemia suele aumentar después de ingerir hidratos de carbono y ese cambio en los niveles de azúcar en sangre es considerado normal en personas sin condiciones como la diabetes (Imagen Ilustrativa Infobae)

— O sea que es más al final la calidad del producto que estás adquiriendo y cuántas calorías comes por día que el orden.

— Sí. Y si estamos libres a elegir lo que queramos comer, la calidad de la comida hace que comas la cantidad adecuada y no te incentiva a comer en exceso. Por ejemplo, la semana pasada en Estados Unidos abrí un menú en un restaurante y te ponen las calorías. La ensalada con menos calorías tenía 600 y los platos iban hasta 1800 calorías. La cantidad de platos, sobre todo el desayuno, con más de mil calorías, es sorprendente. Entonces, eso te lleva a comer en exceso. Algo que resalta mucho Kevin Hall es cómo el ambiente que nos rodea nos induce a cierto tipo de alimentaciones o a comer más allá de la voluntad propia. Si uno está rodeado de comidas hiperpalatables, hipercalóricas, y porciones cada vez más grandes, uno termina comiendo en exceso. La saciedad es todo un tema y viene por varios aspectos. Cuando estaba en zoológico de Buenos Aires, llevaba a mis alumnos de nutrición al departamento de nutrición de los mamíferos para que vean cómo los alimentaban.

Y ellos no calculan calorías, calculan el 1,5 a 2 por ciento del peso del animal. Entonces, un animal de 100 kilos necesita 1,5 kilos a 2 kilos de comida para lograr el volumen y el peso que genera el estímulo a receptores que al cerebro le mandan la señal de saciedad, una distensión del estómago, esos receptores, colecistocinina, uno de ellos. Entonces, por un lado, el volumen es importante. Por eso las comidas en su estado natural, con mucha agua y mucha fibra, como la fruta y verdura, o los carbonos hidratados, hidratos de carbono, generan bastante volumen y saciedad. Si eso se acompaña también con carnes, algunos lácteos, nueces, vamos a comer la cantidad necesaria y lograr la saciedad. Lo otro que genera saciedad es que haya también los tres macronutrientes, que haya hidratos de carbono para mantener la glucosa en sangre estable, que haya un poco de grasas, proteínas. Todo eso genera un estado de saciedad adecuado.

Pero hay que comer comidas que pesen 1,5 kilos por lo menos. Entonces, si vos estás comiendo 300, 400 gramos por día de verduras, que son las recomendaciones oficiales de la mayoría de los países, si vos comés además, tres o cuatro frutas, que pueden sumar un kilo de frutas, y lo complementás con algunas carnes, pollo, pescado, nueces, algunos lácteos, legumbres, arroz, patatas, papas, pastas, vas a lograr la saciedad. Vas a estar bien, vas a comer la cantidad adecuada y estás saciado. Ahora, si vos le removés el agua y la fibra a la comida y la concentrás, por ejemplo, las galletitas, bueno, eso tiene ventajas. Dura mucho más en los estantes, no se pudre rápido, es mucho más fácil transportarlo, más económico transportarlo, lo que pasa es que con seis galletitas no te llenás. Seis galletas de arroz, no te llenás.

Después querés más. Y después está el caso de comidas que te estimulan los centros de placer, como las carbograsas, que es una mezcla de hidratos de carbono con grasa, como el helado, las facturas, o los alfajores o grasa con sal. Pero el queso sin sal no sabe a mucho. El helado sin azúcar tampoco. Entonces, la combinación con azúcar y sal, esto ha sido muy estudiado, te estimula a comer en exceso. ¿Por qué? Porque evolutivamente nuestro gran problema fue conseguir suficiente alimento. Entonces, todos nuestros sabores están orientados a acumular calorías para las épocas de vacas flacas, como dicen. Ese es el tema.


Francis Holway señala que la
Francis Holway señala que la preocupación por picos de glucemia no aplica a personas sanas y activas sino que es relevante solo en casos de diabetes (Imagen Ilustrativa Infobae)

— ¿Qué tipo de dietas hay?

— Hay tres tipos: o eliminás alimentos, como la paleo que elimina lácteos, cereales y legumbres, o la carnívora, que elimina todo lo que no es carne, o eliminás macronutrientes, como la keto, que elimina básicamente todos los hidratos de carbono. Otra dieta que elimina alimentos es la vegana, que elimina todo lo que es carne, leche y huevo. O el tercer tipo de dieta es restringir los momentos de comer, como por ejemplo, los ayunos de diferente cantidad de horas esto y esto otro. Entonces, tenés esas tres ramas: eliminar alimentos, macros o eliminar horarios y fijar horarios para comer.

Todas las estrategias sirven para bajar de peso si es que te hacen comer menos, que por lo general esas reglas estrictas, que la gente sigue tres semanas, te hacen bajar de peso. Entonces la gente cree que si baja de peso está todo bien y el bajar de peso muchas veces te hace bajar el colesterol, te hace bajar la glucemia, si está muy elevada, te hace bajar la presión arterial. Tiene muchos beneficios bajar de peso si es que estás excedido, como suele suceder por la alimentación con excesos de ultraprocesados. Entonces al mejorar, por adherirse estrictamente a alguna de estas reglas y tener mejoras, al menos inicialmente, después no se puede sostener mucho tiempo. La gente le atribuye propiedades mágicas.

Entonces creen que la propiedad mágica es haber alterado la insulina o el cortisol, haber modificado la glucemia. O creen que con la carnívora tienen todos los nutrientes habidos y por haber en la naturaleza, que no necesitan frutas y verduras, que interfieren con la absorción de vitaminas, minerales, que las frutas te dan diabetes, etcétera. Eso tiene un nombre que no le inventé yo, que es, beneficios por omisión. O sea, dejaste de comer el exceso que te hacía mal y vas a tener resultados, vas a bajar de peso y vas a mejorar tus variables metabólicas. En realidad, yo le puse otro nombre que es: “Dejá de comer boludeces diet”. Pero básicamente es eso.

La dieta mediterránea incluye verduras
La dieta mediterránea incluye verduras frutas nueces aceite de oliva pescado y pequeñas porciones de carnes y legumbres según Francis Holway (Imagen ilustrativa Infobae)

— O sea, el beneficio en realidad viene por haber bajado de peso, indistintamente de la manera que hayas logrado eso.

— Por haber dejado de comer el exceso que te hacía mal. La típica alimentación excedida en carbograsas y calorías que te hizo engordar, que te llevó a elevar la presión, elevar la resistencia a la insulina, agrandar el hígado graso, más el alcohol y todo. Sacá todo eso y vas a tener beneficios.

— ¿Qué pasa si, por ejemplo, me mantengo en un número de calorías que no me va a hacer aumentar? Tal vez, si estoy excedida, estoy en un número que incluso me podría hacer bajar de peso, pero esa “dieta” está constituida por alimentos procesados o no tan saludables. ¿Igual voy a tener esos beneficios?

— Si antes estabas excedida y bajaste las calorías, por más que sea con comida no muy saludable, más comida chatarra, sí vas a tener varios beneficios. De hecho, hubo una época que estaba popular junk food diet con elementos de McDonald’s, pero con un déficit de calorías, y había gente que bajaba de peso y al bajar de peso, muchas veces mejora muchas variables metabólicas. Ahora, ¿es lo que yo recomiendo? No, no lo recomiendo. Porque si vos comés una dieta con déficit de calorías o con balance de calorías, pero a partir de comida chatarra, no vas a lograr la saciedad, por lo general. Te vas a quedar con hambre, vas a querer el postre, a pesar de que comiste lo necesario.

Entonces, eso te lleva a comer en exceso. El déficit de calorías esconde muchísimos de los beneficios a nivel salud y metabólicos y de bajar de peso. Por eso todas las dietas funcionan a corto plazo y te dan mejorías a corto plazo. No es lo que se recomienda. Pero, pero el gran auge de por qué todas las dietas a corto plazo funcionan es porque todas tienen que tener un déficit de calorías. Y después tenés gente que niega las leyes de termodinámica y dice: “No, esto de las calorías no va más, es todo insulina”. El CIM, el carbohydrate-insulin model, que Kevin Hall, demostró que no es así. Muchos de estos libros que te niegan el tema de las calorías: en el primer capítulo te niegan las calorías y en el segundo capítulo es cómo acelerar tu metabolismo. ¿Para qué querés acelerar el metabolismo si las calorías no importan?

Holway describe la saciedad como
Holway describe la saciedad como un tema complejo donde el volumen y la presencia de agua y fibra en los alimentos, como las frutas y verduras, juegan un papel clave (Imagen Ilustrativa Infobae)

— Con el tema de acelerar el metabolismo también hay mucha obsesión: hay libros, suplementos, muchos fármacos que ahora están de moda que prometen activarlo. ¿Qué opinás sobre ese tema?

Evolutivamente, no te conviene acelerar el metabolismo. ¿Por qué? Porque gastás más calorías. Estamos diseñados para ahorrar calorías y aguantar. Tenemos dos mecanismos de emergencia para solventar situaciones de hambruna. O sea, la hambruna era el estrés principal en casi toda nuestra evolución, como mamíferos, como homínidos. Nosotros sobrevivimos por nuestra capacidad de flexibilidad de comer de todo, obtener calorías y dejar descendientes, que ese era el principal objetivo. Tenemos estos mecanismos para solventar situaciones de hambruna o enlentecer el metabolismo. O sea, en el estudio Minnesota, estos 32 sujetos objetores de la Segunda Guerra Mundial que estuvieron seis meses con una dieta con el 50% de las calorías necesarias y su metabolismo bajó un 40%.

Otros estudios grandes de Ancel Keys tan vilificado por la tribu cetogénica, que fue el que descubrió y documentó que las dietas mediterráneas son de lo más saludable y se fue a vivir a Italia, un pueblo en la costa y murió a los 100 años. Acelerar el metabolismo no es una ventaja, es una desventaja evolutiva de los últimos 20 millones de años. Entonces, ¿quién sobrevivió? Los que podían bajar el metabolismo ante situaciones de hambruna, o sea, todos nuestros ancestros. Tenemos grandes capacidades para bajar el metabolismo. Por ejemplo, ante una hambruna, las primeras cosas que descienden son cosas que gastan calorías: el metabolismo óseo, que lo podemos poner en stand by y bajan los niveles de testosterona y estradiol porque no están dadas las condiciones para tener un hijo y traer el hijo saludable y que se alimente y amamantarlo y todo. Eso es lo primero que se inhibe y eso ahorra calorías.

Después empezamos a perder no solo la grasa, sino también masa magra, que es metabólicamente más activa y te gasta más calorías. Tenemos todos los mecanismos para ahorrar calorías. Podemos activar el primer mecanismo de emergencia, que es la gluconeogénesis, fabricación nueva de glucosa a partir de sustratos como pedacitos de glucosa, como piruvato, como el esqueleto de las grasas, que es el glicerol, y también lactato residual, todos derivados de hidrohidratos de carbono, excepto la grasa del glicerol, y también, sobre todo, de aminoácidos. Sacrificamos nuestras proteínas para fabricar glucosa. Es el primer mecanismo. Pasan tres días sin suficiente glucosa para el cerebro y las funciones, podemos activar el sistema de cetosis, usar grasas para fabricar estas cetonas que reemplazarían temporariamente el suministro de glucosa para el cerebro, para los órganos para movernos.

Entonces, acelerar el metabolismo no es una ventaja. Ahora, estamos en un ambiente rodeado de exceso de calorías con problemas que generan los excesos. Favaloro desarrolló sus hipótesis en Argentina y en Estados Unidos, en la clínica Cleveland, en el año 69. El médico escocés que trabajó en Uganda, no desarrolló problemas de exceso. Al contrario, comparó la fibra que consumían en Uganda con la de Escocia y vio que en Uganda no había cáncer de colon y en Escocia sí. Entonces, el ambiente te lleva a estas cosas. En un ambiente donde está todo excedido, es una ventaja ahora tener un metabolismo más rápido y tener estrategias para vender algún suplemento, alguna dieta, algún ejercicio que te eleve el metabolismo. De manera natural, yo desconozco cualquier suplemento, dieta o ejercicio que te acelere el metabolismo basal de una manera significativa.

Alimentos naturales como verduras y
Alimentos naturales como verduras y frutas aportan volumen y saciedad mientras que las comidas ultraprocesadas suelen incentivar el consumo en exceso (Imagen Ilustrativa Infobae)

— Hay algo en cuanto a la pérdida de peso que tiene que ver con la genética. O sea, tal vez, si todos siguiéramos la misma dieta, igual terminaríamos con cuerpos muy distintos.

— Muy cierto.

— ¿Qué significa que alguien nace con un metabolismo alto o que alguien está condicionado más a guardar más grasa?

— Es una excelente pregunta. Me parece que es una pregunta para un genetista, lo están estudiando y el día que lo encuentren se van a llenar de oro. Pero sí hay factores genéticos. Que pueden tener que ver con eventos aleatorios, o sea, en una campana de Gauss siempre hay una minoría, un 10, 15 por ciento, que tiene alguna mutación genética, que puede ser favorable en cierto ambiente y eso queda. O que sus ancestros vienen de una línea que sufrió más hambrunas que otros, o tuvo más abundancia. Es limitado mi conocimiento de genética, pero sí sé que hay un gen que descubrieron en las madres de modelos de pasarela, que son altas, flacas, delgadas y que muchas veces hay muchas que hacen dietas o que comen un día y al otro día no comen o que fuman en exceso, o diferentes estrategias, pero hay muchas que genéticamente, naturalmente son así.

Y descubrió que sus madres tenían ese mismo gen. Entonces, hay factores genéticos que yo desconozco, no sé mucho de genética, pero puede ser o que el metabolismo es más acelerado que otros, o que no absorben tanto los nutrientes, o que tienen un apetito diferente, un hambre diferente, o esa gente para la cual todo es muy caliente, todo es muy frío, todo es muy picante o todo es muy dulce. Lo que llaman los picky eaters. Que, por ejemplo, hay un alfajor cortado en cuatro, comen un cuarto del alfajor y ya están saciados. Y hay otra gente que termina los cuatro pedazos y después va al kiosco y compra otro, porque le estimuló. Entonces, están esas diferencias.

Pueden existir factores genéticos que
Pueden existir factores genéticos que influyan en la tendencia a almacenar grasa o adelgazar y que hagan que cada persona responda distinto a la misma dieta (Imagen Ilustrativa Infobae)

— ¿Te parece si abrimos una ventana que es suplementación? Te quiero preguntar. Ahora está muy de moda, por ejemplo, tomar electrolitos. ¿Qué pensás sobre eso?

— Mirá, el electrolito que realmente importa, al menos en el deporte, es sodio, sal. No estoy de acuerdo. También he visto tratamientos intravenosos, que es un riesgo y es innecesario, sobre todo en gente normal. Con todos los años que trabajé en River, una vez sola hubo una deshidratación en Barranquilla, Colombia, que el médico tuvo que hacer una rehidratación intravenosa a un jugador. Y se trata de evitar, por el riesgo de infección que eso involucra. No es necesario. O sea, reponer sodio es importante en carreras muy largas, gente que está corriendo o bicicleteando más de tres horas en una situación de calor.

Hay algo que es real, que es la hiponatremia, que es cuando te baja tu nivel de sodio en sangre y podés tener consecuencias inclusive llegando a la muerte. En triatlones y maratones han habido algunos casos. Han documentado un 15% de los competidores con una hiponatremia leve, pero han habido algunos casos de muertes por perder mucha sal en el sudor y reponerla con líquidos que no tenían suficiente sal, que se llama electrolitos. Después le agregan potasio, le agregan magnesio, le agregan calcio. Es realmente es innecesario a nivel deportivo, menos en una población que come normal, el agregado de esos electrolitos.

En deportes de larga duración
En deportes de larga duración reponer sodio es fundamental ya que la pérdida de este electrolito en el sudor puede provocar riesgos graves para la salud (Imagen Ilustrativa Infobae)

— ¿Creés que hay algún suplemento que sí valdría la pena consumir? No sé, por ejemplo, omega-3 se escucha mucho.

— Mi postura es: tratá de conseguir todo lo que puedas de la comida, de la alimentación. Eso es fácil de decir, muchas veces es difícil de hacer, sobre todo gente que por ahí no tiene un presupuesto para comprar salmón y tener omega-3, atún, nueces, palta. Las fuentes de omega tres son caras y bueno, tal vez un suplemento es más económico y puede compensar eso. Lo ideal es que obtengan todos los nutrientes y no necesiten suplementos. O alguien que de ninguna manera va a comer fruta y verdura. Y bueno, no es lo ideal, pero hay que compensar la falta de alimentos con un suplemento. O niños que les falta nutrición: un suplemento de calorías o proteínas les puede ayudar a mantener sus patrones normales de crecimiento. Suple, no reemplaza.

Se llaman suplementos, no reemplazantes. O en una situación en un hospital, alguien que necesita hacer una nutrición líquida porque el aparato digestivo no funciona. En deporte, los suplementos naturales pueden ser prácticos. Por ejemplo, si vos necesitás cierta cantidad de proteína después de entrenar y tenés dos horas de transporte público hasta tu casa, es mucho más fácil comerte una barra de proteína o un batido en el transporte público que comerte un bife. No es que es mejor que la comida, pero es práctico. Si sos un triatleta que va a estar, eh, una hora nadando cinco horas en bicicleta y después tres horas corriendo un maratón, vas a necesitar suplementos, como geles, bebidas deportivas, gomitas porque son prácticos y te sirven para toda esa competencia.

Entonces, en esos casos, después tenés cosas como cafeína, creatina, beta-alanina, que más que suplementos, se llaman ayudas ergogénicas nutricionales, que actúan un poquitito, apenitas, te diría 5%, como un fármaco. Pero estos suplementos, pueden ayudar a ciertos deportistas. Ahora, bueno, se está estudiando en poblaciones no deportistas los beneficios cognitivos de, por ejemplo, cafeína y creatina. Hay estudios que demuestran que la gente que toma café sufre menos problemas cognitivos en tercera edad y están estudiando el tema de creatina, sobre todo para mejorías cognitivas, la gente que duerme mal o la gente que tuvo golpes en la cabeza. Es interesante lo que se está estudiando sobre suplementos. Es un ámbito bastante nuevo y estamos ahí atentos a ver qué sale. Cómo evoluciona esta acumulación de estudios.

Holway sugiere obtener todos los
Holway sugiere obtener todos los nutrientes a través de la alimentación pero reconoce que los suplementos pueden ser útiles cuando esto no es posible (Imagen Ilustrativa Infobae)

— ¿Hay algo que sentís que es importante que nos haya quedado afuera y te parece importante que hablemos?

— Insisto con el tema del analfabetismo científico que hay en la población general y en los que difunden información que tiene que ver con la salud o alguna regulación o algo, porque no puede ser que todos caigamos tan fácil en estas creencias de que todo es malo, que generan los asustadores profesionales, porque el miedo es un gran motivador de conductas. Entonces, el manejo del miedo, que si comés esto vas a ser diabético, vas a ser gordo, te vas a enfermar, vas a tener hígado graso, o sea, los asustadores profesionales lo saben y realmente la gente no puede ser tan crédula, tiene que ser más escéptica. Hay un libro muy bueno de Kahneman, psicólogo Premio Nobel de Economía por estudiar la conducta de las personas, que dice pensamiento uno y pensamiento dos.

Pensamiento uno es rápido, automático y el pensamiento dos es: “Esperá un poquito, analicemos, ¿qué es esto? Me están diciendo esto. A ver, ¿en qué se basa para decir esto?” Más pensamiento dos. Pero es difícil en redes. Es difícil y está estudiado. Lo estudiaron psicólogos a cargo de la industria del tabaco hace muchos años. Y de ahí surgió la frase “doubt is their product”. La duda es su producto. ¿Qué estudiaron? Que si la gente tiene duda porque recibe los dos mensajes, no el fumar hace mal o no, fumar no te hace nada, como se decía hasta la década del ‘70, la gente ante la duda sigue consumiendo el producto.

Hasta que se pongan de acuerdo, lo voy a seguir consumiendo. Entonces, esa es otra estrategia que se usa de generar duda. La gente sigue con ese producto o esa dieta o ese proceso. Y hay otro porcentaje que ya está tan confundido que no cree nada. Entonces, no saben dónde pararse. Y muchas veces se paran en alguien que les transmite confianza. Y hay expertos en transmitir confianza con su apariencia.

Para Holway combatir el analfabetismo
Para Holway combatir el analfabetismo científico es esencial y pide más escepticismo ante los mensajes alarmistas sobre salud y alimentación (Imagen Ilustrativa Infobae)

— Francis te voy a hacer la última pregunta, que es la que le hago a todos los invitados. Y es que nos dejes algo para compartir que en el último tiempo te llamó la atención, te dejó pensando, te sorprendió. Puede ser una recomendación, una frase, lo que quieras compartir.

— Hay dos frases que leí hace poco que me dejaron pensando así. Una es: somos lo que no comemos.

— Que es opuesto a la popular, que es: somos lo que comemos.

— Pero también somos lo que no comemos y eso también tiene que ver con beneficio-promisión o lo que yo llamo la dejar de comer boludez diet. Y la otra frase que me gustó, que leí, tiene que ver con pisos y techos. Por ejemplo, estuvimos hablando de vitaminas, suplementos y minerales. Entonces, si estás en el piso de tu requerimiento nutricional y caés por debajo de lo mínimo que necesitás, el suplemento te va a ayudar, te va a mejorar o te va a normalizar. Ahora, si estás en el techo de tus recomendaciones nutricionales ya cubiertas por una buena alimentación, agregar el suplemento no te va a hacer nada. ¿Se entiende? Si estás en el piso, el suplemento sí te ayuda y mucho. Ahora, si estás normal o en el techo, más de eso no es necesario.