
Aunque es fácil cometer errores en el gimnasio relacionados con la ejecución incorrecta de ejercicios de fuerza—como hacer movimientos erróneos, usar pesos inadecuados o no dominar el uso de las máquinas—hay otros fallos que, aunque más sutiles, pueden tener un impacto considerable en los resultados.
Uno de los errores más comunes es un calentamiento inadecuado antes de iniciar el entrenamiento, algo que a menudo se pasa por alto, incluso entre personas con experiencia.
El calentamiento: un paso esencial que se subestima
Muchos se suben a la cinta de correr para “entrar en calor” o se enfocan en estiramientos estáticos, sin darse cuenta de que estas prácticas no preparan adecuadamente el cuerpo para lo que está por venir.
Aunque pueda parecer una forma válida de comenzar la sesión, estos métodos no son los más efectivos para evitar lesiones y optimizar el rendimiento durante el entrenamiento.

El entrenador personal Jack Claxton, en una entrevista reciente con el portal Fit&Well, resaltó que uno de los errores más comunes que observa entre los aficionados al fitness es la falta de un calentamiento adecuado.
Según Claxton, la gente tiende a realizar estiramientos estáticos, típicamente reservados para el final del entrenamiento, o simplemente a correr en la cinta para elevar el ritmo cardíaco.
Si bien ambos enfoques tienen su lugar, no son lo que se necesita para preparar correctamente los músculos antes de realizar ejercicios intensos.
Estiramientos estáticos vs. dinámicos: la clave está en el movimiento
Lo que los expertos recomiendan es un tipo de calentamiento más dinámico. Los estiramientos estáticos, aquellos en los que se mantiene una posición por varios segundos, no son adecuados como calentamiento, ya que no aumentan de manera efectiva la temperatura muscular ni la elasticidad de los tendones.
En lugar de ello, lo que se debe hacer son estiramientos dinámicos, es decir, movimientos activos que impliquen una serie de movimientos controlados que preparen las articulaciones y músculos para el esfuerzo físico.

Por ejemplo, si se va a realizar una sesión centrada en el core o en el tren superior, simplemente aumentar la frecuencia cardíaca con un poco de cardio no es suficiente. El cuerpo debe estar preparado específicamente para los músculos y zonas que se van a trabajar.
Si, por ejemplo, realizas solo cardio para calentar, es posible que tu frecuencia cardíaca suba, pero los músculos de la zona a trabajar no estén preparados para el esfuerzo posterior.
Esto puede llevar a una ejecución incorrecta de los ejercicios, molestias, o incluso lesiones, algo que todo deportista desea evitar.
El calentamiento compuesto: una alternativa eficaz
Muchos entrenadores, conscientes de este error común, recomiendan lo que se conoce como un calentamiento compuesto. Este tipo de calentamiento se basa en realizar una serie de ejercicios suaves de los que se trabajarán más tarde durante la sesión, pero a un ritmo más bajo y sin peso.
De esta manera, el cuerpo se acostumbra al movimiento que realizará en el entrenamiento sin someterse a un esfuerzo excesivo de inmediato.
Otra opción efectiva es hacer un set ligero de los ejercicios que se realizarán durante la sesión, para después ir aumentando la dificultad gradualmente.
Este enfoque permite que los músculos y las articulaciones se adapten poco a poco, reduciendo el riesgo de lesiones y mejorando la calidad del entrenamiento.

El impacto de un calentamiento mal ejecutado no es solo una cuestión de incomodidad, sino que puede tener consecuencias más serias.
Si los músculos no están preparados para la intensidad del entrenamiento, es probable que los movimientos sean ineficaces, lo que afecta directamente los resultados.
Además, el riesgo de sufrir lesiones aumenta considerablemente, ya sea por sobrecarga, tensión muscular o problemas en las articulaciones.
Cómo mejorar tu rutina de calentamiento
Para corregir este error, lo primero es identificar qué tipo de ejercicios necesitas calentar antes de comenzar.
La clave es incluir movimientos que aumenten la circulación y preparen específicamente los músculos y tendones para el trabajo que se les va a exigir.
De esta forma, lograrás no solo prevenir lesiones, sino también mejorar el rendimiento de tu entrenamiento.

En resumen, un calentamiento adecuado es fundamental para cualquier rutina de ejercicio. Dejar de lado los estiramientos estáticos y el uso exclusivo de la cinta de correr antes de entrenar es esencial para maximizar los resultados y evitar contratiempos.
Adoptar un calentamiento dinámico y compuesto, que esté alineado con los ejercicios que se van a realizar, es el camino correcto para un entrenamiento más efectivo y seguro.
Con un buen calentamiento, no solo preparas tu cuerpo, sino que también optimizas tus esfuerzos y proteges tu bienestar físico a largo plazo.
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