5 ejercicios que pueden corregir la postura y eliminar el “cuello tecnológico”

Especialistas consultados por The Times advirtieron sobre los efectos físicos del sedentarismo digital y detallaron rutinas simples que alivian dolores cervicales, mejoran la respiración y favorecen la digestión

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El fenómeno del 'cuello tecnológico'
El fenómeno del 'cuello tecnológico' afecta a todas las edades por el uso excesivo de pantallas (Crédito: Freepik)

La tecnología transformó el modo en que las personas trabajan, se informan y se relacionan, pero también trajo aparejadas consecuencias físicas que hoy se reflejan en los cuerpos encorvados frente a pantallas.

El fenómeno conocido como “cuello tecnológico” ya no es exclusivo de adultos mayores: afecta a jóvenes, adolescentes y hasta niños, y se vincula directamente con la postura corporal.

Una mala alineación postural no solo genera molestias localizadas. De acuerdo con la experta en movimiento Eleanor Dalton, autora del libro Posture Power, el impacto es más amplio de lo que se percibe a simple vista. “Una mala postura provoca dolores musculoesqueléticos, como hernias discales o el llamado ‘cuello tecnológico’”, advirtió a The Times.

También destacó que “si encorvas los hombros y tienes la caja torácica comprimida, no puedes respirar correctamente. Si pasas todo el tiempo sentado con los hombros encorvados y las caderas cerradas, tu sistema digestivo se ve comprometido”.

Dolor cervical y entumecimiento: el primer síntoma

Pasar varias horas con la cabeza inclinada hacia adelante genera tensión en la zona cervical. Según Dalton, “no se supone que los seres humanos estén sentados todo el tiempo, con la cabeza colgando frente a la computadora”.

Incorporar rutinas posturales diarias puede
Incorporar rutinas posturales diarias puede mejorar el bienestar físico en entornos sedentarios (Captura de video: YouTube)

Esta postura prolongada puede derivar en un bulto duro en la parte superior del cuello, que corresponde a una vértebra desalineada, y también causar entumecimiento en las manos y problemas de circulación.

Para contrarrestar esta tensión, la especialista recomendó acostarse boca abajo con los brazos a los costados, apoyados sobre bloques de yoga o libros con los codos doblados a 90 grados. La frente debe descansar suavemente sobre el suelo. Mantener esta posición entre 10 y 20 minutos permite liberar la presión acumulada en el cuello.

Un método simple para aliviar la espalda y abrir el pecho

El encorvamiento constante ejerce una sobrecarga en la columna vertebral y en los hombros, ya que ambos deben esforzarse para sostener el peso de la cabeza. La especialista propuso un ejercicio restaurativo que utiliza el peso del propio cuerpo y la fuerza de gravedad para devolver el equilibrio.

La posición consiste en recostarse boca arriba sobre el suelo, con la cabeza apoyada en una almohada. Las piernas deben descansar flexionadas sobre un sofá y los brazos deben quedar extendidos a los costados, con las palmas hacia arriba.

Esta posición pasiva ayuda a
Esta posición pasiva ayuda a realinear la columna, abrir el pecho y aliviar dolores articulares comunes por malas posturas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es fundamental que la zona lumbar y la parte posterior de la caja torácica permanezcan en contacto con el piso. Esta postura puede mantenerse durante diez minutos o más tiempo si resulta cómoda.

“Este ejercicio utiliza el tiempo, la gravedad, el peso corporal y el suelo para equilibrar la pelvis torcida, alargar y realinear las vértebras torcidas, equilibrar la caja torácica y abrir el pecho”, explicó Dalton. También puede ayudar en casos de ciática, dolor de cadera, rodilla o cuello.

Respiración diafragmática para mejorar la digestión

Los efectos de una postura encorvada no se limitan al aparato musculoesquelético. La presión constante sobre los órganos abdominales puede aumentar el riesgo de sufrir reflujo, indigestión o estreñimiento. Para favorecer la función digestiva, la osteópata Nadia Alibhai sugirió practicar respiración diafragmática.

La respiración diafragmática ayuda a
La respiración diafragmática ayuda a contrarrestar los efectos negativos de la postura encorvada (Imagen Ilustrativa Infobae)

El ejercicio consiste en inhalar profundamente contando hasta tres, y luego exhalar por la nariz contando hasta cinco. “Al inspirar, tu abdomen debe expandirse y tu pecho debe elevarse; al exhalar, tu ombligo debe acercarse a la columna vertebral”, detalló. Esta técnica permite ampliar el espacio abdominal y facilita la movilidad de los órganos internos.

Cómo facilitar una mejor respiración

Una mala postura también reduce la capacidad pulmonar. Alibhai aconsejó dos ejercicios para contrarrestar este efecto. El primero consiste en acostarse boca arriba con una toalla enrollada debajo de los omóplatos. Los brazos deben extenderse en un ángulo de 90 grados, mientras las piernas pueden mantenerse rectas o flexionadas según lo que resulte más cómodo.

Acostarse con una toalla bajo
Acostarse con una toalla bajo los omóplatos y los brazos abiertos ayuda a expandir el pecho y facilitar una respiración más profunda (Imagen Ilustrativa Infobae)

El segundo ejercicio requiere pararse en el marco de una puerta, con los brazos extendidos a los costados y los codos doblados también a 90 grados, alineados con los hombros.

Al inclinarse levemente hacia adelante se genera un estiramiento en los músculos pectorales. “Esta apertura del pecho alivia la presión sobre el diafragma y expande todo el cuerpo para permitir una mejor respiración”, explicó la especialista.

Un movimiento pequeño que reduce los dolores de cabeza

La posición constante de la cabeza inclinada hacia adelante, habitual al mirar dispositivos móviles, es una de las causas más comunes de cefaleas tensionales.

Para aliviar estos síntomas, Alibhai planteó un ejercicio de activación muscular que requiere un movimiento sutil pero eficaz: “Mete la barbilla hacia adentro durante unos cinco segundos hasta que se forme una papada. Esto activa los músculos suboccipitales en la nuca. Una vez activados, ayudan a levantar la cabeza. Cuanto más se estiren, menos dolores de cabeza tendrás”.

Estas cinco prácticas no requieren equipos costosos ni grandes espacios. Incorporarlas en la rutina diaria puede significar una mejora notable en el bienestar físico, especialmente en un entorno donde la posición sedentaria se volvió la norma.

Las declaraciones de Dalton y Alibhai a The Times, reflejan una premisa clara: no se trata de edad, sino de hábitos corporales que pueden corregirse con constancia y atención.