Qué son los inmunonutrientes: los alimentos que refuerzan las defensas y potencian la salud cerebral

Especialistas en nutrición detallaron a Infobae cómo estas sustancias pueden influir positivamente sobre la inmunidad y describen las cinco más importantes para incluir en la dieta

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Una dieta rica en vitaminas
Una dieta rica en vitaminas A, C y D, zinc, selenio y omega 3 refuerza el sistema inmune y ayuda a prevenir enfermedades (Imagen Ilustrativa Infobae)

El sistema inmunológico es el encargado de proteger a nuestro organismo de gérmenes, bacterias o virus, causantes de enfermedades. Se trata de una compleja red de células, tejidos, órganos y procesos metabólicos que, en conjunto, ayudan al cuerpo a mantenerse sano.

Además de seguir un estilo de vida saludable, una nutrición adecuada es imprescindible para que el sistema inmunológico brinde todo su potencial y nos proteja de todas las amenazas a la salud.

Existen ciertos alimentos tan importantes para el sistema inmune que además de conservar la salud, pueden potenciar la función cerebral y hasta ayudar a retrasar la progresión de las enfermedades neurodegenerativas. Se trata de los inmunonutrientes.

Las licenciadas en Nutrición María Mercedes Burgos (MN 11661) y Stefanía Giselle Lázzaro (MN 10330), de la dirección de Alimentación del Hospital de Clínicas José de San Martín de Buenos Aires explicaron a Infobae:

El consumo de frutas, verduras,
El consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales y pescados potencia el sistema inmune y reduce la inflamación en el organismo (Imagen Ilustrativa Infobae)

“La inmunonutrición estudia la influencia de la alimentación en el sistema inmune. Los alimentos están formados por nutrientes, y algunos de ellos ayudan directamente a mejorar la funcionalidad de la respuesta inmunológica. Estos se conocen como inmunonutrientes, siendo el zinc, el selenio, las vitaminas A, D y C y el omega 3, los más estudiados.“

Las nutricionistas explicaron que estos nutrientes se pueden obtener a partir de una alimentación con perfil antiinflamatorio, que se basa en la elección de alimentos naturales, tales como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, aceite de oliva, huevos, lácteos y carnes blancas (preferentemente pescado).

“Por el contrario, los alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares, grasas y sal, así como el exceso de carnes rojas y harinas refinadas, deberían evitarse para potenciar los beneficios de la inmunonutrición”, dijeron las nutricionistas.

Los alimentos ultraprocesados, definidos por su alta cantidad de ingredientes industriales, como aditivos y cosaludnservantes, incluyen los refrescos o gaseosas, carnes procesadas, snacks dulces o salados, cereales azucarados, panificados industriales y comidas congeladas.

El omega 3 presente en
El omega 3 presente en pescados como salmón, caballa y sardina es clave para el cerebro y el corazón (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos años creció la evidencia científica que vincula el consumo excesivo de alimentos industrializados con enfermedades cardíacas, obesidad, afecciones neurodegenerativas, depresión y ansiedad, entre otras.

Por otro lado, expresó la licenciada Burgos, “una buena alimentación, rica en inmunonutrientes, puede fortalecer las defensas y mejorar la calidad de vida de quienes padecen enfermedades neurológicas".

“La mayoría de las enfermedades neurodegenerativas se definen como entidades complejas en las que factores genéticos y ambientales contribuyen en gran medida a su aparición y a su progresión. Recientemente, los avances en neurociencia e inmunología han demostrado el papel crucial de la dieta y el sistema inmunitario en la función cerebral y en la progresión de estas enfermedades", detalló la especialista.

Y completó: “La nutrición influye en el sistema inmunitario y este a su vez, impacta en la salud neurológica. Esta relación sugiere que las intervenciones nutricionales dirigidas a mejorar la respuesta inmunitaria podrían retrasar la progresión de las enfermedades neurodegenerativas y de esta forma mejorar la calidad de vida de los pacientes“.

Dónde encontrar los inmunonutrientes

La nutrición adecuada y hábitos
La nutrición adecuada y hábitos saludables pueden ralentizar el deterioro neurológico y mejorar la calidad de vida del paciente (Imagen ilustrativa Infobae)

Según la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, estas son las fuentes naturales de estos inmunonutrientes:

  • Vitamina A: Es fundamental para la visión, el sistema inmune y la salud ósea. También juega un papel antioxidante importante, protegiendo las células del cuerpo contra los efectos negativos de los radicales libres. Existen dos tipos principales de vitamina A: la preformada, que proviene de fuentes animales como el hígado, los lácteos y los pescados grasos, y la provitamina A, que se encuentra en alimentos vegetales como las zanahorias, las espinacas y la batata, en forma de betacaroteno.
  • Vitamina C: Como antioxidante, combate los radicales libres en el organismo, lo que puede ayudar a prevenir o retrasar ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas, y promover un envejecimiento saludable. Entre las fuentes de vitamina C se incluyen los cítricos, los tomates, las papas, las frutillas, los pimientos verdes y rojos, el brócoli, las coles de Bruselas y los kiwis, entre otros.
  • Vitamina D: Contribuye a la absorción de calcio y fósforo en el organismo, a su transporte a huesos y dientes, y a regular la cantidad de calcio restante en la sangre. Junto con el calcio, la vitamina D ayuda a proteger contra la pérdida de masa ósea. El sistema inmunitario también utiliza la vitamina D. Hay tres maneras de obtenerla: a través de la luz solar, a través de alimentos y bebidas, o con suplementos. Los pescados grasos, como el salmón y la trucha, se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina D.
La vitamina D contribuye a
La vitamina D contribuye a la salud ósea y al sistema inmunitario y puede obtenerse por exposición solar (Imagen ilustrativa Infobae)
  • Omega 3: Favorece el buen funcionamiento de las arterias, el corazón y el cerebro. “La mejor forma de consumirlo es con alimentos que tiene un alto nivel de Omega 3, como los pescados de aguas profundas. Entre estos pescados, los que me vienen a la mente son el salmón, la caballa, las sardinas, el atún en lata (si está en agua), las anchoas, el bacalao; todos ellos contienen Omega 3. Lo ideal es consumirlos dos veces por semana, unos 350 gramos de cualquiera de estos pescados", dijo el doctor Daniel López Rosetti médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en una nota reciente en Infobae.
  • Zinc: Ayuda al sistema inmunitario a luchar contra las bacterias y los virus que lo atacan. Es un mineral que se encuentra en mayor cantidad en alimentos de origen animal (carne, pescado, aves y lácteos), pero también está presente en cereales integrales, panes y cereales fortificados, legumbres, frutos secos y semillas.
  • Selenio: Es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano. Es importante para la reproducción, la función de la glándula tiroidea, la producción de ADN y para proteger al cuerpo contra infecciones y el daño causado por los radicales libres. Fuentes naturales: mariscos, carne, carne de ave, huevos, lácteos, pan, cereales y otros productos derivados de cereales.

Buenos hábitos para mejorar las defensas

Las vacunas son fundamentales para
Las vacunas son fundamentales para proteger a niños, embarazadas y mayores cuya respuesta inmune suele ser más vulnerable (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las licenciadas del Hospital de Clínicas afirmaron que más allá del consumo de los inmunonutrientes es importante llevar un estilo de vida saludable: “Además de la alimentación, el ejercicio físico, un descanso adecuado y la disminución del estrés, son otros hábitos que deberían considerarse ya que poseen efecto beneficioso para la salud del sistema inmune. Es imprescindible el acompañamiento de un profesional en nutrición a fin de individualizar el abordaje y mejorar la salud en general”, recomendaron.

El doctor Howard E. LeWine, médico jefe y editor en el Harvard Health Publishing, compartió ocho claves para potenciar el sistema inmunológico.

1. No fumar. Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que, si bien el consumo de tabaco disminuyó en las últimas décadas a nivel global, el cigarrillo es responsable de más de 8 millones de muertes anuales a nivel mundial.

2. Realizar actividad física regularmente. “Hacer ejercicio es una manera poderosa de estimular el sistema inmunológico”, afirmó el doctor Mark Moyad, director Jenkins/Pokempner de medicina preventiva y alternativa del Centro Médico de la Universidad de Michigan.

Ejercitarse, dormir bien y reducir
Ejercitarse, dormir bien y reducir el estrés fortalece el sistema inmune al mejorar la circulación de anticuerpos y glóbulos blancos (Imagen ilustrativa Infobae)

El entrenamiento hace que los anticuerpos y los glóbulos blancos del organismo circulen con mayor rapidez, lo que significa que pueden detectar y concentrarse en los virus más rápidamente. “Mantenerte activo de esta manera también disminuye las hormonas del estrés, lo que reduce las posibilidades de enfermarte”, agregó Moyad.

3. Tener un peso saludable. La lucha contra el sobrepeso y la obesidad es uno de los principales desafíos para la salud pública, dado que el aumento desmedido de peso en la población se vincula a un mayor riesgo de síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares, entre otros factores.

4. Si bebe alcohol, hacerlo con moderación.

5. Dormir lo suficiente. Los científicos creen que la relajación de los músculos y el descenso del ritmo de la respiración permiten liberar la energía del cuerpo que se redirecciona para el sistema inmunitario.

Lavarse las manos con frecuencia
Lavarse las manos con frecuencia elimina microbios, previene infecciones respiratorias y reduce el riesgo de enfermedades gastrointestinales (Imagen Ilustrativa Infobae)

6. Lavarse las manos con frecuencia. Eliminar los microbios mediante el lavado de manos ayuda a prevenir enfermedades como la diarrea y las infecciones respiratorias y podría incluso colaborar en prevenir infecciones en la piel y los ojos.

7. Manejar el estrés. Si las situaciones de estrés, tanto físico como psicológico, son prolongadas se dañará el sistema inmunológico y la respuesta a las infecciones será deficiente, dijo Howard E. LeWine. Las investigaciones en el área de la psiconeuroinmunología han concluido que el estrés físico o psicológico continuo pueden llevar al colapso de la respuesta inmunitaria.

8. Tener al día las vacunas recomendadas. Es importante vacunar a toda la población y en especial a tres grupos poblacionales: los niños, las embarazadas y, por supuesto, a los adultos mayores, porque con el paso de los años disminuye la capacidad de respuesta del cuerpo a las infecciones.