
El consumo regular de semillas de papaya en ayunas se ha posicionado como una práctica con beneficios múltiples para la salud, según distintas investigaciones y especialistas en medicina natural.
Estos pequeños granos negros, frecuentemente descartados al preparar la fruta, concentran una serie de propiedades que los ubican en el centro de las tendencias actuales sobre bienestar y nutrición, de acuerdo a la revista académica Indian Journal of Pharmaceutical Sciences.
Propiedades curativas de las semillas de papaya: más que simples residuos
Las semillas de papaya contienen nutrientes y compuestos bioactivos que han captado la atención de la comunidad científica y de profesionales dedicados a la salud integral.

De acuerdo con la revista científica académica Journal of Pharmacognosy and Phytochemistry, entre los beneficios más estudiados sobresalen sus efectos antimicóticos, antiparasitarios, antiinflamatorios y protectores para el sistema digestivo y renal. Este potencial ha impulsado a médicos naturistas y consumidores a considerarlas como un complemento funcional, alejado del consumo exclusivo de productos industrializados.
La fibra dietética presente en estas semillas facilita el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Además, estas investigaciones sugieren un efecto positivo para reducir la presencia de parásitos intestinales —especialmente Ascaris lumbricoides— gracias a su acción biológica específica.
Evidencias científicas y precauciones al consumo: cuánto y cómo debo de consumir las semillas de papaya, según los expertos
El extracto de semilla de papaya, de acuerdo con la publicación en el Indian Journal of Pharmaceutical Sciences, ha mostrado eficacia contra diferentes cepas de hongos. Esta capacidad antimicótica no sustituye tratamientos convencionales, pero puede apoyar la recuperación en casos específicos.
En paralelo, estudios realizados por el Journal of Pharmacognosy and Phytochemistry avalan su potencial frente a patógenos intestinales como E. coli y Salmonella, responsables de eventos de intoxicación alimentaria.
Las investigaciones también destacan las propiedades antiinflamatorias de los flavonoides presentes en estas semillas, lo que representa una ventaja frente a inflamaciones de origen crónico o asociadas al estrés oxidativo. En estudios experimentales citados por el African Journal of Health Sciences, se apunta a una posible protección renal ante el daño inducido por fármacos, aunque este hallazgo aún requiere evidencia robusta en humanos.

“Las semillas pueden complementarse de modo seguro sólo bajo ciertas pautas estrictas de consumo, evitando la ingesta excesiva para reducir posibles efectos adversos”, detalló el artículo. Especialistas recomiendan limitar la dosis a siete o diez semillas al día, distribuidas en dos o tres tomas semanales.
Salud hepática y metabolismo de grasas: otros beneficios de las semillas de papaya
La semilla de papaya también ha sido analizada por su repercusión en el metabolismo de lípidos. Podría contribuir a reducir los niveles de triglicéridos y lípidos en el hígado, lo que supone un apoyo relevante en estrategias de prevención para enfermedades hepáticas, según reporta African Journal of Health Sciences.
Además, algunos ensayos laboratoriales han documentado que su consumo regular puede colaborar en la regulación de la glucosa y favorecer el control del peso en casos de diabetes tipo 2.
La cultura popular atribuye a estos granos negros la capacidad de mejorar la piel y combatir el acné, especialmente mediante su uso local en cataplasma. A pesar de que este uso cuenta con respaldo anecdótico y recetarios populares, no existe consenso científico en torno a su eficacia dermatológica.

Cómo consumir las semillas: formas y recomendaciones
Las semillas de papaya pueden ingerirse frescas, tras extraerlas de la fruta; secarlas y molerlas, incorporando el polvo a jugos, ensaladas, yogur, o incluso espolvorearlas sobre distintos platillos. Al probarlas frescas su sabor resulta picante, mientras que secas adquieren una tonalidad similar a la pimienta.
Para quienes optan por preparar una infusión, la sugerencia estándar consiste en triturar de siete a diez semillas, verter agua caliente y dejar reposar entre cinco y diez minutos antes de filtrar el líquido.
Es posible endulzar la infusión con una cucharada de miel natural, consumiéndola una o dos veces por semana.
No se aconseja la ingesta en ayunas a personas con sensibilidad gastrointestinal o diagnóstico de gastritis, así como a quienes experimentan reacciones adversas a la papaína o el isotiocianato de bencilo, compuestos presentes en la semilla.
Antes de agregar de manera sostenida este ingrediente a la dieta habitual, especialistas de distintas publicaciones reiteran la necesidad de solicitar respaldo profesional, para evitar efectos secundarios o la aparición de toxicidad.

Los productos naturales pueden aportar al bienestar, pero siempre bajo la supervisión de expertos y como parte de una dieta equilibrada.
Así, el consumo de semillas de papaya mantiene su lugar como costumbre tradicional y práctica emergente entre quienes buscan alternativas alimenticias sustentadas por la evidencia científica.
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