
Es el primer plato que cualquier adolescente aprende a prepararse en sus primeros acercamientos a la cocina. La pasta seca, gran aliada de comidas rápidas y clásico de la cocina italiana, es, en efecto, una de las recetas más fáciles que podemos aprender a preparar. Además de una de las más versátiles, pues las salsas que la pueden acompañar conforman una lista casi infinita; desde clásicos como la carbonara o la boloñesa hasta mezclas originales y de temporada, como la salsa de calabaza.
A pesar de tratarse de un proceso extremadamente sencillo, al menos en primera instancia, hay múltiples factores que determinan el resultado de nuestra pasta. Conseguir que la pasta quede bien cocinada, sabrosa y en su punto, es un logro que requiere de ciertas consideraciones, pequeños detalles que mejorarán nuestro plato final consiguiendo el sabor auténtico de una trattoria italiana.
En este sentido, y para evitar ciertos fallos y manías que muchos cometemos sin darnos cuenta, el chef Jordi Cruz ha compartido algunas de sus recomendaciones, en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram en el que nos narraba los errores más comunes al preparar un plato de pasta. “Esos errores en Italia no os lo perdonarían nunca, o sea que no los cometáis jamás”, aseguraba el cocinero y presentador de MasterChef.
Errores garrafales a la hora de cocer pasta
El primer detalle en el que muchos erramos a la hora de cocer la pasta es la cantidad de agua utilizada, una proporción que solemos hacer ‘a ojo’ y que puede determinar el resultado. “Tiene que haber bastante agua. Por cada cien gramos, tiene que haber un litro de agua más o menos”, asegura el cocinero catalán, mostrando las cantidades a cámara.
Al agua, por supuesto, hemos de añadir sal. Se dice que el agua de cocción debe saber a mar, una exageración que no anda muy lejos de la realidad a ojos de Cruz. “Tiene que haber sal en el agua de cocer la pasta. Ni mucha ni poca, la necesaria”, aclara el cocinero. “¿Por qué? Porque cuando mantequemos, cuando terminemos el plato de pasta en la sartén con la salsa, quizá necesitemos un poquito de líquido y esta agua de cocer la pasta es buenísima para hacerlo", continúa la explicación.

Y es que este líquido no solo estará recargado con el almidón que suelta la propia pasta, un elemento clave para dar consistencia a la salsa, sino que le dará un plus de sabor gracias a este contenido en sal. “Aquí tengo ocho litros de agua. Echaríamos unos cien gramos de sal para estos ocho litros de agua”, concreta Jordi Cruz las cantidades.
Agua y sal, es todo lo que necesitamos para cocer unos espaguetis, macarrones, o cualquier otra versión de este clásico italiano. No hay que añadir nada más para conseguir el resultado perfecto, asegura el cocinero. “¿Podemos meter un laurel, un ajo, un orégano? No. ¿Por qué? Porque nos interesa la pureza del sabor de la pasta. Y si no metemos nada, mejor”, aclara el chef de ABaC.
“Y el error garrafal que todos cometéis: ¿lleva o no lleva aceite el agua de cocer la pasta?“, empieza explicando el último punto de la lista. La respuesta no puede ser más clara: “Nunca. ¿Por qué? Porque lo primero que hará es que la salsa resbale en esta pasta tan buena que tiene unos surquitos pequeñitos a nivel microscópico, cuando es muy buena pasta, para que la salsa no resbale”.
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