Marta León, ingeniera química, sobre la caída de cabello a partir de los 40: “Estos cambios están influenciados por nuestras hormonas”

La experta en salud femenina ha dado 8 consejos para evitar que las hormonas provoquen la caída

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Cómo evitar la caída de
Cómo evitar la caída de pelo a los 40 años (Freepik)

El cabello sano y fuerte suele asociarse con la imagen de salud y feminidad. Por lo que siempre hay una preocupación latente por la caída del pelo, sobre todo para aquellas mujeres que superan los 40 años, una etapa en la que influyen factores hormonales, alimentarios y de estilo de vida. Marta León García, ingeniera química y dietista integrativa, se ha pronunciado en este mismo tema, ya que “la divulgación sobre la salud femenina es el propósito de mi vida”.

La experta, que ha publicado cuatro libros centra su trabajo en la alimentación y la psiconeuroinmunoendocrinología, ha asegurado que las mujeres notan cambios en su cabello según pasan los años. Asimismo, ha admitido que “nuestro cabello refleja el equilibrio hormonal de nuestro cuerpo”, expone en la descripción de su página web, destinada a esto mismo. De este modo, si queremos cuidar este aspecto, debemos empezar por adoptar una alimentación saludable.

Los 8 consejos de Marta León

La caída del cabello, su textura y brillo no solo responden a los productos que se aplican, también a lo que sucede internamente. “Durante el embarazo, por ejemplo, el cabello suele lucir radiante y caerse masivamente después del parto o durante la lactancia. Estos cambios están influenciados por nuestras hormonas”, explica la ingeniera química y dietista integrativa. Otros momentos en los que el pelo puede sufrir alteraciones importantes son el ciclo menstrual y la menopausia. Ante ello, León sostiene que estos cambios hormonales afectan “especialmente en términos de sequedad y caída”. Por ello, recomienda a las mujeres observar los ciclos propios para comprender mejor cómo el estado hormonal afecta la salud capilar.

Marta León, experta en salud
Marta León, experta en salud femenina (@foodgreenmood)

A su juicio, mantener una dieta nutritiva, adaptada a la etapa vital, aporta los nutrientes adecuados para fortalecer el cabello y prevenir su caída, especialmente entre los 40 y los 50 años. En este sentido, la especialista destaca la relevancia de los “alimentos de color anaranjado, como la calabaza, el mango o la zanahoria, ricos en betacarotenos”. Un pigmento que facilitaría la fabricación de vitamina A, “esencial para mantener saludables todos los tejidos de nuestro organismo”. Su consejo es simple y directo: “Toma algo anaranjado cada día y si puede ser en cada comida, no sólo tendrás una piel envidiable sino que también conservarás un cabello sedoso y fuerte”.

Asimismo, la presencia de hierro, procedente de alimentos de origen vegetal o animal, también marca una diferencia en la salud capilar. “La ferritina, una proteína que almacena hierro en nuestro organismo, es clave para mantener una melena radiante. Es por ello, que te recomiendo aprenderte bien su nombre e ir a buscarla en tu última analítica”, añade la especialista.

La carencia de hierro puede deberse a diversas causas, desde problemas de absorción intestinal hasta menstruaciones abundantes. “Resolver esta situación es prioridad número uno”, asegura, pues esta no sería solo una cuestión de estética, sino también de salud. La especialista recomienda incorporar huevos, carne ecológica, pescado azul, legumbres, verduras de hoja verde y semillas trituradas de lino o chía, a la dieta para mantener reservas adecuadas de hierro.

El huevo, presente en ese grupo, favorece especialmente porque “son ricos en biotina”, una vitamina del grupo B esencial para el crecimiento fuerte y saludable del cabello. Preferentemente, León apunta a las versiones ecológicas que son aquellas que proporcionan un mayor beneficio.

Por su parte, los ácidos grasos omega-3 también juegan un papel fundamental tras los 40 años. La ingeniera química explica que esta grasa poliinsaturada, presente en el pescado azul y en semillas de lino y chía, nutre las glándulas del folículo piloso y optimiza el estado del cuero cabelludo. Además, contribuye a un equilibrio hormonal adecuado al reducir la inflamación y estabilizar la producción de hormonas durante la década previa a la menopausia.

La falta de vitamina D, provocada por escasa exposición solar, dieta insuficiente o problemas de absorción, afecta huesos, músculos e inmunidad. Reponerla requiere sol moderado, alimentos ricos y, cuando es necesario, suplementos indicados por un profesional para evitar complicaciones.

Entre los factores menos considerados se encuentra la calidad de agua. Marta asegura que “el agua potable de calidad es esencial para mantener un equilibrio hormonal óptimo y una piel y cabello saludables". Por este motivo, es aconsejable revisarla “no sólo para beber, sino también para nuestro autocuidado físico”. Para ello, la experta ha señalado en su web que será necesario emplear filtros para eliminar las impurezas del líquido.

Los ritmos circadianos y las horas de descanso también son fundamentales “para el equilibrio hormonal”. Así, “obtener un sueño reparador de al menos 8 horas por la noche” no es discutible. Igualmente, se establecen algunos marcos de prevención, en cuanto a factores como el estrés o la actividad física.

Por su parte, el entrenamiento ayuda a regular las hormonas, mientras que técnicas para reducir el estrés mejoran el bienestar general y, por tanto, el aspecto del cabello. De esta forma, “puedes invertir cientos de euros en mantener tu cabello bonito, pero si tu estilo de vida, tu alimentación o la gestión de tu estrés no lo acompañan, será dinero perdido”.