Qué significa morderse las uñas, según la psicología: un molesto hábito con posibles causas en la salud mental

Esta costumbre, que se conoce como onicofagia, puede provocar problemas como alteraciones dentales o infecciones

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Una mujer mordiéndose las uñas
Una mujer mordiéndose las uñas (Freepik)

Es un gesto casi automático y del que la mayoría de veces no se es ni siquiera consciente: las manos viajan hasta la boca y con los dientes se van mordisqueando las uñas, dejándolas a veces hasta el límite. Este hábito se conoce como onicofagia, término que se refiere a la situación que experimentan las personas que tienen como costumbre morderse las uñas de las manos. Además, en ocasiones también se incide sobre la piel que rodea la uña, aumentan el riesgo de heridas e infecciones.

Aunque generalmente se presenta durante la infancia y la adolescencia, también es frecuente que las personas adultas caigan en este hábito que puede provocarles dolor o vergüenza. “Puede ser una manía o tener una causa emocional y conductual que en ocasiones precisa ayuda de profesionales para corregirla”, señalan desde la Sociedad Española de Medicina Interna.

Riesgos de morderse las uñas

Aunque a simple vista la onicofagia parece solamente un problema estético, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid destaca que este hábito puede derivar en un problema de salud: “Puede provocar la pérdida total de la uña, heridas en los dedos, labios o encías, alteraciones dentales o el desarrollo de varias infecciones”.

Un hombre mordiéndose las uñas
Un hombre mordiéndose las uñas (Adobe Stock)

Así, la morfología de la uña puede experimentar cambios: por ejemplo, que su tamaño pase a ser menor, que su superficie se vuelva más fina o rugosa... Además, la coloración también puede alterarse. Riesgos más serios podrían ser la inflamación de la piel que rodea la uña; infecciones secundarias por bacterias, hongos y virus, o problemas en las encías, los dientes o la flora bacteriana de la boca.

Causas de la onicofagia

Este hábito guarda una estrecha relación con la conducta, el bienestar emocional y el estado anímico. Así, desde la psicología señalan que morderse las uñas suele tener su origen en la salud mental. El grupo de profesionales de De Salud Psicólogos destacan en su página web que algunas de las causas más frecuentes son la ansiedad y el estrés, así como la inseguridad, la timidez o la depresión.

La onicofagia aumenta cuando la persona que la sufre experimenta momentos importantes de cambio vital, baja autoestima y sentimientos de culpa o periodos de frustración, inquietud o rabia, estados de ánimo que acrecientan el estrés. Además, los expertos explican que es frecuente que las personas con un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o perfeccionismo se muerdan las uñas.

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El Centro de Psicología Canvis añade también el aburrimiento como una posible causa y explica el “beneficio” que quienes realizan dicho hábito obtienen con él: “Las personas que experimentan niveles elevados de estrés pueden hallar consuelo en el acto repetitivo de morderse las uñas. Según estudios, este comportamiento puede provocar la liberación de endorfinas en el cerebro, lo que a su vez puede aliviar temporalmente el estrés y la ansiedad".

Técnicas para dejar de morderse las uñas

Los expertos señalan la importancia de evitar esta costumbre, especialmente por los problemas de salud que pueden derivarse de él. Así, los niveles de estrés pueden aliviarse a través de estrategias como masticar chicle, que mantiene la boca ocupada y evita que muchas personas recurran a las uñas para reducir el cortisol; utilizar esmaltes de sabores desagradables, una técnica ampliamente conocida, o usar guantes, tiritas o uñas postizas, aunque estos no siempre son útiles entre quienes sufren una onicofagia difícilmente controlable.

En los casos más severos, la recomendación principal es acudir a un especialista que ayude a la persona a abandonar su hábito involuntario. En ocasiones, además, es necesario buscar ayuda psicológica para tratar el origen de esta costumbre.