Cómo hacer las clásicas berenjenas rebozadas en su versión más saludable: una receta fácil y sin aceites

Con permiso del calabacín, la berenjena podría ser la reina de las verduras de verano. Esta hortaliza encuentra sus mejores momentos entre el final del estío y el principio del otoño, siendo esta la época perfecta para disfrutar de ellas en su versión más carnosa y sabrosa. Versátil y muy nutritivo, este vegetal es ampliamente utilizado en diversas cocinas del mundo por su excelente capacidad de absorber sabores. Desde las berenjenas a la parmigiana de la cocina italiana hasta la musaka griega, pasando por su versión más cremosa con el baba ganoush árabe.

Hoy prepararemos berenjenas rebozadas, una de las recetas más clásicas en lo que a esta verdura se refiere. Para prepararlas, las cortaremos en láminas y las envolveremos con harina y huevo, una mezcla que le dará a nuestra berenjena una capa supercrujiente. En esta ocasión, sin embargo, variaremos ligeramente la receta original; en vez de freír estas berenjenas en aceite de oliva, como suele hacerse, las cocinaremos sin aceite, utilizando o bien el horno o bien la freidora de aire si la tenemos.

Una vez las tengamos preparadas, las serviremos como tapa o como entrante, mejor si van acompañadas de alguna salsa. Quedan estupendas con un hilo de miel por encima, también con salsa de yogur y hierbas, con mayonesa o con alguna salsa picante.

Aunque el procedimiento clásico consiste en freír las berenjenas en aceite bien caliente, esta vez optaremos por una versión más ligera. Podemos prepararlas tanto en el horno como en la freidora de aire, manteniendo el rebozado crujiente pero con un resultado que absorbe mucho menos aceite.

• Preparación: 15 minutos
• Reposo (en agua con sal): 20 minutos
• Cocinado (horno o freidora de aire): 15 minutos
• Tiempo total estimado: 50 minutos

• 2 berenjenas medianas
• Sal al gusto
• Harina de trigo (cantidad suficiente para rebozar)
• 2 huevos
• Aceite de oliva (para pincelar)
• (Opcional para horno/freidora de aire) Un poco de pan rallado para un resultado más crujiente

1. Pela las berenjenas y córtalas en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor.
2. Coloca las rodajas en un bol con agua fría y sal. Déjalas en remojo durante unos 20 minutos para eliminar el posible amargor.
3. Escurre las rodajas y sécalas cuidadosamente con un paño limpio. Es fundamental secar muy bien las rodajas antes del rebozado para evitar que el rebozado se despegue.
4. Reboza las rodajas, primero pasándolas por harina y después por huevo batido. Procura sacudir el exceso de harina antes de pasar por el huevo para un rebozado perfecto.
   1. Si optas por el horno: Precalienta a 200 °C. Coloca las rodajas bien separadas en una bandeja con papel vegetal, pincélalas con aceite por ambos lados (puedes espolvorear algo de pan rallado para un resultado más crujiente). Hornea durante 10-15 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes.
   2. Para freidora de aire: Precalienta la freidora a 200 °C, coloca las rodajas en la cesta sin amontonar y píntalas con aceite por ambos lados. Cocina unos 12-15 minutos, dándoles la vuelta a la mitad para asegurar un dorado uniforme.
5. Sirve de inmediato, solas o con un toque de miel de caña o cualquier aliño al gusto.

Esta receta está pensada para cuatro porciones como tapa o acompañamiento.

• Calorías: aprox. 150 kcal (hornada o en freidora de aire), 220 kcal si es frita
• Grasas: 5-9 g (según método de cocción)
• Hidratos de carbono: 18 g
• Proteínas: 5 g
• Fibra: 5 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Las berenjenas rebozadas pueden conservarse en un recipiente hermético en la nevera durante un máximo de dos días. Es recomendable recalentarlas en horno o freidora de aire para devolverles parte de su textura crujiente.