Guardar el tomate en la nevera no siempre es la mejor opción, según un chef: “Para evitar que pierda jugosidad, textura y sabor...”

Este fruto, compuesto principalmente de agua y con una larga lista de propiedades nutricionales beneficiosas, alcanza su mejor versión en los meses de verano

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Cómo guardar el tomate correctamente
Cómo guardar el tomate correctamente para alargar su vida útil (Adobe Stock)

En los meses más áridos y calurosos del año, hay un producto que alcanza su época dorada, y ese es el tomate. Este fruto, compuesto principalmente de agua y con una larga lista de propiedades nutricionales beneficiosas para nuestro organismo, encuentra su mejor versión en los meses de estío, su temporada por excelencia. Con el sabor en su máximo apogeo, es el momento perfecto para incluirlo en nuestras recetas, dándole todo el protagonismo que merece a este infalible de las ensaladas, salsas y guisos.

No obstante, de poco sirve tener tomates de temporada, jugosos y con mucho sabor, si no sabemos cómo tratarlos para sacarles el máximo partido. Porque sí, aunque no lo parezca, un producto tan aparentemente sencillo como el tomate también tiene sus trucos. De uno de ellos nos habla David Guibert (@davidguibertchef), chef y creador de contenido que comparte consejos de experto a través de sus redes sociales.

En esta ocasión, el cocinero nos habla sobre cómo guardar este jugoso fruto veraniego una vez llegamos a casa después de comprarlo en nuestra frutería o supermercado de confianza, un momento en el que muchos cometemos grandes errores. Y es que conservar el tomate correctamente no solo es una cuestión de aprovechamiento que nos permite alargar su vida útil, sino que, además, nos permitirá disfrutar durante más tiempo de sus mejores atributos, su sabor, su jugosidad y su textura.

Para muchos, el acto reflejo al llegar a casa con una bolsa de tomates recién comprados es guardarlos automáticamente en la nevera, normalmente en el cajón destinado a las frutas y verduras frescas. Sin embargo, avisa el chef, esta no tiene por qué ser la mejor alternativa. “¿Siempre guardas los tomates en la nevera? Pues que sepas que no es la mejor opción", comienza explicando Guibert en su vídeo.

Cuándo guardar los tomates en
Cuándo guardar los tomates en la nevera, según un chef experto (Adobe Stock)

Como explica el propio creador de contenido, la manera en la que conservaremos nuestros tomates dependerá por completo del estado de maduración en el que estos se encuentren. En primer lugar, se refiere a esos tomates aún verdes, aquellos que no han alcanzado su momento perfecto de maduración. “Si tiene zonas verdes o amarillas, al apretar con el dedo no se arruga y no huele a tomate, déjalo fuera de la nevera”, nos recomienda David en su vídeo.

Muy diferente será el proceso cuando nos encontremos ante un tomate en su punto perfecto de maduración. “Si el tomate tiene un color uniforme, al apretar con el dedo se queda una pequeña marca y huele a tomate, o lo comes ese mismo día o lo guardas boca abajo en la nevera”, explica el chef. Así, Guibert nos desvela un pequeño secreto relacionado con este fruto. Guardar los tomates boca abajo, con tallo apoyado en la superficie, nos ayudará a conservar su frescura durante más tiempo. Este sencillo gesto evita la entrada de humedad y evita que el tomate madure en exceso en la zona del ‘culo’, logrando así que alargue su vida útil.

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Cómo conservar un tomate abierto

¿Y si ya lo hemos cortado y nos sobra un trozo? El chef y creador de contenido también aborda esta posibilidad en su lista de consejos, mostrándonos cuál es la manera ideal de conservar un trozo de tomate y evitar que se estropee antes de tiempo. “La tercera clave es que si te sobra tomate cortado lo guardes como te voy a enseñar para evitar que pierda jugosidad, textura y sabor”, comienza afirmando Guibert.

Este truco consiste en guardar nuestro tomate cortado en el interior de un táper, con un trozo de papel de cocina o papel absorbente en el interior. El cocinero guarda su tomate asegurándose de que la parte cortada esté en contacto con el papel, y cerrando muy bien la tapa del recipiente para evitar al máximo la entrada de humedad. “De esta forma también evitas que absorba olores y entre en contacto con bacterias”, asegura, antes de advertir que, aunque usemos esta técnica, debemos consumir el tomate ya cortado en no más de uno o dos días.