Ensalada de calabacín, una receta fácil, rápida y llena de nutrientes para disfrutar en verano

Fuente de vitaminas A y C, de fibra y antioxidantes, el calabacín es uno de los grandes aliados en cualquier dieta saludable. Una de las formas más originales de disfrutar de él es con esta ensalada de calabacín, una opción ligera y refrescante que nos permite degustar este vegetal en su versión más fresca y crujiente.

Esta verdura de verano, normalmente frita, cocinado al horno o al vapor, resulta excelente también en crudo, sobre todo si se corta muy fina y se aliña correctamente. En esta ocasión, cortaremos nuestro calabacín con ayuda de un pelador o una mandolina para darle forma de largas láminas, las cuales absorberán todo el sabor del aliño a base de vinagre y aceite de oliva virgen extra.

Además, añadiremos algunos ingredientes adicionales que le darán un extra de color, de sabor y, sobre todo, de propiedades nutricionales a nuestra ensalada. Así, en nuestra ensalada, acompañarán al calabacín unos cuantos tomates cherry partidos por la mitad, unas nueces picadas y queso feta desmigado, aunque también podríamos añadir otras verduras frescas, hierbas o especias, o incluso alguna fuente de proteína animal como carnes, embutidos o pescados en lata.

Por sus ingredientes frescos y de temporada, esta receta es ideal para los meses más calurosos, aunque también es perfecta como primer plato o guarnición en cualquier momento del año.

Con esta ensalada, buscamos realzar la frescura del ingrediente principal con un aliño sencillo y, opcionalmente, se pueden agregar complementos como tomates cherry, nueces o queso. El resultado es un plato muy fresco, bajo en calorías y apto para dietas vegetarianas que podemos disfrutar por sí mismo o como un delicioso acompañamiento.

• Preparación activa: 10 minutos
• No requiere cocción ni reposo

• 2 calabacines medianos y firmes
• Sal al gusto
• Pimienta negra recién molida
• 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• 1 cucharada de vinagre de vino o jugo de limón
• 1 puñado de nueces picadas
• 8 tomates cherry
• 40 g de queso feta
• Hojas de menta o albahaca fresca para decorar

1. Lava y seca los calabacines. Con una mandolina o pelador, corta el calabacín en tiras o láminas muy finas.
2. Coloca las tiras en una ensaladera grande. Añade una pizca de sal y mezcla brevemente.
3. Incorpora pimienta negra recién molida al gusto.
4. Añade el aceite de oliva y el vinagre o zumo de limón. Mezcla suavemente para que el calabacín libere sus jugos y se impregne del aliño.
5. Añade nueces picadas y tomates cherry partidos por la mitad.
6. Justo antes de servir, agrega trozos de queso feta desmenuzado y las hojas de menta o albahaca.
7. Sirve inmediatamente para conservar la textura fresca del calabacín.

Rinde de dos a cuatro porciones, según si es entrante o guarnición.

• Calorías: 85 kcal
• Hidratos de carbono: 5 g
• Grasas: 6 g
• Proteínas: 2 g
• Fibra: 1,5 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Se recomienda consumir la ensalada en el mismo día. Puede guardarse en frío hasta 12 horas, bien cubierta, aunque los calabacines liberarán más agua y perderán textura.