La fruta que regula el colesterol, es fuente de vitaminas y ayuda al tránsito intestinal

Este alimento está repleto de grasas saludables que protegen el bienestar general

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Imagen de una frutería (AdobeStock)
Imagen de una frutería (AdobeStock)

De ser un alimento exótico a convertirse en un habitual en la dieta diaria de muchas personas. El aguacate ha conquistado los paladares de todo el mundo gracias a su sabor, su textura y su versatilidad culinaria, que han facilitado su introducción en cualquier tipo de alimentación. No obstante, sus beneficios no se reducen a lo gastronómico, pues sus propiedades nutricionales hacen de esta fruta una aliada de la salud.

A diferencia de otras frutas que destacan por su alto contenido en agua y bajo valor calórico, el aguacate presenta una composición singular: su porcentaje de agua es considerablemente menor y, en cambio, su contenido en lípidos es notablemente más alto. Esta característica, similar a la de la aceituna, eleva su aporte energético, pero también lo convierte en una fuente de grasas saludables que aportan numerosos beneficios para el organismo.

Según indican los informes de la Fundación Española de Nutrición (FEN), el perfil lipídico del aguacate está dominado por las grasas insaturadas, en particular las monoinsaturadas, con una presencia destacada del ácido oleico, el mismo tipo de grasa que se encuentra en el aceite de oliva. El ácido oleico ha sido ampliamente estudiado por su capacidad para reducir los niveles de colesterol LDL (el conocido como “colesterol malo”) y aumentar los niveles de colesterol HDL (el conocido como “colesterol bueno”), lo que lo convierte en un gran protector de la salud cardiovascular.

Aguacates (AdobeStock)
Aguacates (AdobeStock)

Una fuente de vitaminas

Sin embargo, los beneficios del aguacate no terminan ahí, ya que su riqueza en vitaminas también lo diferencia del resto de las frutas. Mientras que la mayoría de ellas apenas contiene vitamina E, el aguacate es una fuente importante de esta sustancia, conocida por su potente acción antioxidante. La vitamina E protege las células del daño oxidativo, lo que se traduce en un efecto protector frente al envejecimiento y diversas enfermedades degenerativas.

A esto se suma la presencia de vitamina C, otro antioxidante esencial que, además, participa en la formación de colágeno, mejora la absorción del hierro y fortalece el sistema inmunológico. El aguacate también contiene vitamina B6, una vitamina clave en el metabolismo de las proteínas y en el funcionamiento del sistema nervioso. Según datos de la FFEN, un aguacate de tamaño medio (unos 200 gramos) puede aportar hasta el 33% de las necesidades diarias de vitamina B6 en hombres jóvenes con actividad física moderada y un 38% en mujeres con el mismo perfil. Esto convierte al aguacate en un alimento estratégico para mantener niveles óptimos de esta vitamina.

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El aguacate, aliado del sistema nervioso

Otro de los minerales presentes en el aguacate es el potasio, esencial para la salud muscular y el sistema nervioso. Este mineral ayuda a regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo, participa en la contracción muscular y en la transmisión nerviosa. Su consumo es especialmente importante en dietas que tienden a ser altas en sodio, ya que el potasio contribuye a contrarrestar sus efectos sobre la presión arterial.

Además, la fibra presente en el aguacate contribuye a mejorar la salud digestiva, al favorecer el tránsito intestinal y generar una mayor sensación de saciedad. Esto último puede, incluso, ser útil en dietas para la pérdida de peso, ya que ayuda a controlar el apetito de manera natural.