Qué pasa si comes tomate todos los días

Este fruto está compuesto principalmente de agua, lo que lo convierte en un alimento ideal para mantenernos hidratados en verano

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Rodajas de tomate (Adobe Stock)
Rodajas de tomate (Adobe Stock)

Es el ingrediente infalible en las ensaladas, las salsas y los guisos por su color, su sabor y sus propiedades. El tomate es uno de los productos más valorados de la huerta de España, por lo que muchas personas optan por incluir este fruto en su dieta diaria, especialmente en los meses calurosos de verano.

El tomate está compuesto en su mayoría por agua: hasta un 94% de su peso, según la información ofrecida por la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Esto lo convierte en un alimento ligero y refrescante, ideal para mantenerse hidratado. Además, su bajo contenido calórico lo hace apto para dietas de control de peso.

El principal macronutriente que aporta el tomate son los hidratos de carbono, aunque en cantidades moderadas. No es una fuente significativa de proteínas ni de grasas, lo que refuerza su perfil como alimento bajo en calorías y con un alto valor nutritivo.

Entre los micronutrientes más destacados del tomate se encuentran la vitamina A y la vitamina C. La vitamina A está presente principalmente en forma de carotenoides provitamina A, compuestos que el organismo convierte en vitamina A activa y que resulta esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, la visión y la salud de la piel.

Por su parte, una sola ración de tomate puede cubrir hasta el 61% de las necesidades diarias de vitamina C, un antioxidante potente que protege las células del cuerpo contra el daño oxidativo, ayuda a la absorción del hierro y contribuye a la formación de colágeno, fundamental para la piel, los vasos sanguíneos y los tejidos.

Uno de los compuestos más estudiados del tomate es el licopeno, un carotenoide no provitamina A con potentes propiedades antioxidantes. El licopeno ha sido vinculado en múltiples estudios con beneficios para la salud cardiovascular y la prevención de ciertos tipos de cáncer, especialmente el de próstata.

Sin embargo, no todos los tomates contienen la misma cantidad de licopeno. Según la FEN, los tomates tipo pera, los más maduros y los cultivados al aire libre —y no en invernadero— tienen concentraciones significativamente más altas de este compuesto. Además, la forma en la que se consume el tomate también influye en la absorción del licopeno: cuando se cocina o se tritura, y especialmente si se acompaña de aceite (como en una salsa de tomate o gazpacho), el cuerpo lo absorbe mucho mejor.

El Dr López Rosetti nos cuenta la importancia de consumir frutas y verduras.

¿Es bueno comer tomate todos los días?

En términos generales, sí. Incluir tomate a diario en la dieta puede aportar una buena dosis de vitaminas, antioxidantes y agua, con un impacto positivo en la salud. Es un alimento versátil que se puede consumir crudo, cocido, en jugos, purés o salsas, lo que facilita su incorporación constante en las comidas.

No obstante, como ocurre con todos los alimentos, la clave está en la moderación y en la variedad. Aunque el tomate es saludable, no debe ser el único vegetal en la dieta. Además, algunas personas con problemas gástricos, como reflujo o acidez, podrían experimentar molestias al consumirlo en exceso debido a su acidez natural.