Lombarda: propiedades, beneficios y contraindicaciones

Esta verdura está repleta de beneficios nutricionales que protegen nuestra salud

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Ensalada de lombarda (Adobe Stock)
Ensalada de lombarda (Adobe Stock)

La col lombarda, también conocida como col roja o repollo morado, no solo llama la atención por su intenso color violáceo, sino también por su interesante perfil nutricional. Esta variedad de col, perteneciente a la familia de las crucíferas, ha sido muy consumido durante siglos por su sabor, su versatilidad en la cocina y, cada vez más, por sus beneficios para la salud. Sin embargo, como ocurre con muchos alimentos funcionales, su consumo debe realizarse con moderación en algunos casos específicos.

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la lombarda es una fuente excepcional de vitamina C, un antioxidante fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y proteger las células del daño oxidativo. Además, la vitamina C favorece la síntesis de colágeno, mejora la absorción del hierro y acelera la recuperación de tejidos, entre otras funciones esenciales.

La lombarda también contiene folatos, o vitamina B9, nutrientes imprescindibles para la formación normal de células sanguíneas y el correcto desarrollo del sistema nervioso. Su presencia es especialmente importante en etapas como el embarazo, donde la demanda de ácido fólico se incrementa considerablemente.

Aunque su contenido en minerales no supera al de otras crucíferas como el brócoli o la coliflor, la lombarda sigue siendo una buena fuente de potasio, calcio, fósforo y fibra. El potasio contribuye a la regulación de la presión arterial y al funcionamiento muscular, mientras que el calcio y el fósforo son esenciales para mantener huesos y dientes en buen estado. Por su parte, la fibra dietética favorece la salud digestiva, ayuda a regular los niveles de colesterol y proporciona sensación de saciedad, lo que puede ser útil en dietas de control de peso.

Como todas las verduras del género Brassica, la col lombarda contiene un conjunto de compuestos bioactivos conocidos como glucosinolatos, que al ser metabolizados se transforman en isotiocianatos e indoles. Estas sustancias han sido ampliamente estudiadas por su posible efecto protector frente a ciertos tipos de cáncer, gracias a su capacidad para modular enzimas detoxificantes, reducir la inflamación y prevenir el daño celular.

Otro grupo de compuestos destacados en la lombarda son los flavonoides, pigmentos antioxidantes presentes en muchas frutas y verduras. En este caso, sobresalen los antocianos, responsables de su característico color morado. El más abundante es la cianidina, que además de aportar color, posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. La lombarda también contiene quercetina, aunque en menor cantidad que otras crucíferas como el brócoli. Este flavonoide ha sido relacionado con efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular y la reducción del estrés oxidativo.

El Dr López Rosetti nos cuenta la importancia de consumir frutas y verduras.

Contraindicaciones de la lombarda

Pese a sus múltiples virtudes, la lombarda, al igual que otras crucíferas, contiene compuestos bociógenos, sustancias que pueden interferir con la función tiroidea en personas predispuestas. Estos compuestos pueden impedir la correcta absorción de yodo, un mineral esencial para la síntesis de hormonas tiroideas, y podrían favorecer el desarrollo de bocio (aumento del tamaño de la glándula tiroides) en casos de deficiencia de yodo o trastornos tiroideos no tratados.

Por esta razón, se recomienda precaución o limitar el consumo frecuente de crucíferas crudas en personas con hipotiroidismo, salvo que hayan sido cocinadas (la cocción reduce significativamente estos compuestos).