Ni arroz ni pasta: este es el almidón más ligero para añadir a una ensalada

En una ensalada podemos incluir cualquier ingrediente, desde frutas frescas hasta proteínas e hidratos saciantes y nutritivos

Guardar
Receta de ensalada de patata
Receta de ensalada de patata (Flickr)

El verano está, aunque no lo parezca, a la vuelta de la esquina. Aún en primavera, con un tiempo que cada día ofrece más sol y calor, con días más largos y radiantes, hay algunas personas que ya van barajando la idea de eliminar los ricos platos de cuchara calientes de su dieta rutinaria. Aunque existen algunos puristas a los que les encanta mantener la costumbre de comer un buen cocido, un plato de lentejas o un guiso caliente aunque en la calle hagan 35 grados a la sombra, lo cierto es que, a medida que se acerca la temporada estival, los platos frescos y nutritivos son los que ocupan nuestra mesa en mayor medida.

La ensalada: fresca, veraniega y completa

A pesar de que es conveniente incluirlas en nuestra dieta durante todo el año, las ensaladas son un recurso nutritivo y alimenticio muy común cuando el calor amenaza con llegar y, después, durante el verano. Las ensaladas cuentan con una gran ventaja con respecto a otro tipo de plato frío, y es que no sigue una receta estricta. La ensalada admite los gustos de cada persona, y es posible hacer una con casi cualquier ingrediente que se nos venga a la imaginación. Además, podemos preparar una ensalada como guarnición o como primer plato, o también incluir en ella proteínas e hidratos para completar el plato y convertirlo en una solución nutritivamente suficiente.

Ensalada de lechuga (AdobeStock)
Ensalada de lechuga (AdobeStock)

Además, otro punto a favor de las ensaladas es que pueden prepararse en muy poco tiempo y, al cortar los ingredientes frescos en el momento y añadirlos a la ensalada justo antes de comer, podemos llevarnos a la boca algo saludable, refrescante y que, además, hemos preparado en 5 minutos. Principalmente, al pensar en una ensalada es normal imaginar un bol en el centro de la mesa, compuesto por lechuga, tomate y algún otro vegetal, dispuesto para acompañar el plato principal de la comida y ayudar a la digestión. Es recomendable, en este sentido, incluir una ensalada de lechuga en nuestras comidas, debido al componente digestivo de esta verdura, rica en fibras y baja en calorías.

El mejor hidrato para completar una ensalada

Sin embargo, por otro lado, cuando se trata de completar una ensalada la variedad de ingredientes que se pueden añadir es inmensa. Para la proteína, cualquier tipo de carne o pescado es una buena opción, aunque las más socorridas suelen ser un poco de pollo, jamón de pavo o una lata de atún. Y para los hidratos, existen muchos tipos de ensaladas diferentes y reconocidas. A pesar de que la ensalada de pasta o la ensalada de arroz son un plato muy común en una mesa de cualquier hogar, la dietista Amandine Szalai ha aclarado cuál es el almidón más ligero y saciante para añadir a una ensalada.

Un montón de patatas. (Adobe
Un montón de patatas. (Adobe Stock)

La patata es un tubérculo rico en vitaminas B y C, fibra y minerales. A pesar de que se cree que puede creerse que es más calórica que otros hidratos, si se cocina al vapor o cocida puede ser más ligera que el arroz: “Esto lo convierte en una excelente opción para quienes buscan controlar su ingesta de calorías y al mismo tiempo disfrutar de una dieta rica en nutrientes”, aclara Szalai. Así, la nutricionista apunta que, mientras que la pasta o el arroz aportan entre 100 y 120 calorías por cada 100 gramos, la patata “se posiciona como un almidón ligero”, con 80 calorías por cada 100 gramos.