¿Tomar jugo de naranja puro a diario puede ayudar a la salud cardiovascular? Qué dice la ciencia

El debate sobre sus verdaderos efectos se intensifica con la publicación de nuevos estudios. Especialistas analizan evidencias, matices y dudas alrededor de este hábito cotidiano para quienes buscan cuidar el corazón

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El consumo moderado de jugo
El consumo moderado de jugo de naranja puro puede mejorar la salud cardiovascular al influir en la presión arterial y la inflamación (Imagen Ilustrativa Infobae)

La relación entre el consumo de jugo de naranja y la salud cardíaca ha sido objeto de debate en los últimos años. Numerosos especialistas han señalado que la fruta entera es preferible al jugo debido al aporte de fibra y a la menor concentración de azúcares libres.

El argumento principal de esta postura es que el jugo, al carecer de fibra, eleva la cantidad de azúcar absorbido rápidamente en la sangre, lo cual incrementa el riesgo de obesidad y otras enfermedades metabólicas.

Sin embargo, investigaciones recientes han resaltado que esta bebida, tomada con moderación y como parte de una dieta equilibrada, puede tener efectos positivos sobre la salud cardiovascular más allá de su contenido de azúcar.

Uno de los descubrimientos más llamativos proviene de estudios que exploran cómo el jugo de naranja puede influir en la actividad genética de las células inmunitarias humanas. De acuerdo con publicaciones recientes, como la de The Conversation, el consumo diario y regular de esta bebida puede modificar la expresión de miles de genes.

Estudios recientes muestran que el
Estudios recientes muestran que el jugo de naranja modifica la expresión de genes clave relacionados con el riesgo cardíaco y el metabolismo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Muchos de estos genes juegan un papel fundamental en la regulación de la presión arterial, en la inflamación crónica y en el metabolismo de los azúcares, todos factores estrechamente relacionados con el riesgo cardíaco a largo plazo.

El profesor David C. Gaze, experto en patología química de la Universidad de Westminster, señaló: “El flavonoide hesperidina del jugo de naranja influye en la presión arterial, el equilibrio del colesterol y el metabolismo del azúcar, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”.

Un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition realizado con adultos que consumieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro al día durante un periodo de dos meses reveló cambios importantes en la expresión de genes asociados con la inflamación y la hipertensión.

Genes como NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen activarse en situaciones de estrés corporal, mostraron una actividad reducida después de 60 días. Este efecto indicaría una menor respuesta inflamatoria general y una posible mejora en la regulación de la presión arterial.

El balance entre efectos antioxidantes
El balance entre efectos antioxidantes y posibles subidas de azúcar depende de la cantidad, el tipo y la presencia de otros alimentos; autoridades insisten en consumirlo con precaución y dentro de un plan alimentario integral (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, otro gen relevante, SGK1, relacionado con la capacidad de los riñones para retener sodio, también disminuyó su actividad, un aspecto relevante para el control de la tensión arterial.

Estos cambios genéticos coinciden con resultados previos que sugieren que el consumo regular de jugo de naranja puede reducir los niveles de presión arterial en adultos jóvenes. El mecanismo detrás de estos beneficios estaría relacionado con los compuestos naturales de las naranjas, especialmente la hesperidina.

Este flavonoide cítrico se caracteriza por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y puede incidir en diversos procesos metabólicos que afectan tanto la presión arterial como el equilibrio del colesterol y el manejo de azúcares por parte del cuerpo. La hesperidina, al igual que otros componentes bioactivos encontrados en la naranja, ayudaría a relajar los vasos sanguíneos y reducir la inflamación sistémica.

La respuesta al consumo de jugo de naranja no es uniforme en todas las personas. Un dato significativo que surge de las investigaciones es que el cambio en la expresión de genes metabólicos varía según el peso corporal.

La hesperidina, un flavonoide presente
La hesperidina, un flavonoide presente en el jugo de naranja, contribuye a regular el colesterol y el azúcar en sangre por sus propiedades antioxidantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las personas con mayor peso experimentaron una modificación destacada en genes vinculados al metabolismo de las grasas, mientras que en individuos más delgados se observaron efectos más pronunciados en los marcadores relacionados con la inflamación. Este hallazgo sugiere que los beneficios del jugo pueden manifestarse de formas distintas dependiendo del perfil metabólico de cada quien.

Las evidencias provenientes de revisiones sistemáticas y ensayos clínicos suman más argumentos a favor del consumo moderado de jugo de naranja.

En una revisión de Molecular Nutrition & Food Research que abarcó 15 estudios con un total de 639 participantes, se observó que el consumo habitual de jugo de naranja se asociaba con una reducción de la resistencia a la insulina y una mejora en los niveles de colesterol en sangre.

La resistencia a la insulina es un factor crucial en el desarrollo de la prediabetes, mientras que la reducción del colesterol contribuye a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Los flavonoides y antioxidantes presentes
Los flavonoides y antioxidantes presentes en este cítrico podrían proteger el sistema cardiovascular, pero los resultados dependen del peso actual y otros hábitos de vida (Imagen Ilustrativa Infobae)

El jugo de naranja sanguina, una variante con mayor concentración de ciertos compuestos bioactivos, también ha mostrado efectos positivos sobre la microbiota intestinal.

Consumirlo durante un mes resulta en un incremento de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta, sustancias que favorecen la salud del sistema cardiovascular al ayudar a mantener la presión arterial bajo control y reducir la inflamación.

En personas con diagnóstico de síndrome metabólico y obesidad, el beneficio parece aún mayor. Un estudio publicado en Food & Function que incluyó a 68 participantes con sobrepeso evidenció que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba la función endotelial, es decir, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse, un factor determinante en la prevención de eventos cardíacos.

No obstante, los resultados de algunos estudios son menos concluyentes. Una investigación realizada entre trabajadores de una fábrica de jugo en Brasil encontró menores concentraciones sanguíneas de apolipoproteína B, un marcador de partículas transportadoras de colesterol.

Personas con síndrome metabólico y
Personas con síndrome metabólico y obesidad experimentan mejoras en la función endotelial tras consumir jugo de naranja a diario (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, el análisis de otros marcadores lipídicos como el LDL —llamado “colesterol malo”— mostró una reducción, mientras que los triglicéridos y el HDL (el “bueno”) no experimentaron cambios significativos. Por lo tanto, aunque los efectos beneficiosos sobre los lípidos se observan sobre todo en algunas fracciones del colesterol, otros parámetros no siempre mejoran con el consumo de jugo.

Ante este panorama, los resultados apuntan a que tomar un vaso diario de jugo de naranja puro puede generar efectos beneficiosos acumulativos sobre la salud cardíaca.

Estos beneficios abarcan desde la modulación de la inflamación sistémica hasta la mejora del flujo sanguíneo, pasando por una mejoría discreta pero sostenida de varios marcadores metabólicos.

Aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción por su aporte de fibra, el jugo de naranja, en el contexto de una dieta equilibrada, se perfila como un aliado potencial para el bienestar cardiovascular a mediano y largo plazo.