Si sufres insomnio puedes tener alguna de estas 10 enfermedades

El insomnio no siempre es un trastorno independiente; sino que aparece como un síntoma asociado a otras condiciones de salud que es necesario conocer para buscar atención médica adecuada

Guardar
A corto plazo, el insomnio
A corto plazo, el insomnio reduce la concentración, la memoria y la capacidad de toma de decisiones (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el Perú, el insomnio se ha convertido en un problema cada vez más común entre la población. La inestabilidad política, los constantes cambios de gobierno, la corrupción, la inseguridad ciudadana y las dificultades económicas son solo algunos de los factores que generan un ambiente de incertidumbre y preocupación constante.

Esta situación afecta directamente la salud mental y emocional de los peruanos, quienes, al enfrentar altos niveles de estrés, ansiedad y tensión diaria, encuentran cada vez más difícil conciliar el sueño o mantener un descanso reparador. Además, la presión laboral, el desempleo y la falta de acceso a servicios de salud mental agravan esta condición.

Al respecto, hay que tener en cuenta que, en muchos casos, el insomnio no siempre es un trastorno independiente; sino que aparece como un síntoma asociado a otras condiciones de salud que es necesario conocer para buscar atención médica adecuada.

El insomnio es síntoma de alguna de estas 10 enfermedades

Un síntoma de la depresión
Un síntoma de la depresión es el insomnio porque las personas con este trastorno pueden presentar dificultades para conciliar el sueño (Imagen Ilustrativa Infobae)

Existen al menos diez enfermedades reconocidas por tener al insomnio como manifestación frecuente:

  1. Depresión: las personas con este trastorno pueden presentar dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos o levantarse muy temprano.
  2. Trastorno de ansiedad generalizada: la preocupación constante y la hiperactividad mental dificultan la relajación necesaria para dormir, afectando la calidad del descanso.
  3. Trastorno bipolar: durante las fases maníacas, se reduce la necesidad de dormir, y en las depresivas también se altera el sueño, siendo el insomnio un síntoma frecuente.
  4. Hipertiroidismo: el exceso de hormonas tiroideas acelera funciones corporales, provocando agitación, palpitaciones e imposibilidad de relajarse por la noche.
  5. Enfermedad de Parkinson: los temblores y la rigidez muscular, junto con alteraciones del reloj biológico, pueden dificultar el sueño continuo y reparador.
  6. Demencia (incluido Alzheimer): las personas con deterioro cognitivo suelen tener cambios en el ritmo circadiano, lo que provoca insomnio, confusión nocturna y despertares frecuentes.
  7. Fibromialgia: el dolor muscular generalizado y la hipersensibilidad corporal impiden alcanzar fases profundas del sueño, generando una sensación de insomnio crónico.
  8. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): los problemas respiratorios, como tos o dificultad para respirar, interrumpen el sueño en repetidas ocasiones.
  9. Apnea del sueño: aunque quienes la padecen no siempre son conscientes, los despertares causados por interrupciones en la respiración fragmentan el descanso y generan fatiga.
  10. Trastornos gastrointestinales (como el reflujo gastroesofágico): el ardor y la incomodidad al acostarse pueden evitar el inicio del sueño o provocar múltiples despertares durante la noche.

De qué manera el insomnio afecta la salud física y mental

Dormir mal o no dormir en absoluto tiene consecuencias profundas. A corto plazo, el insomnio reduce la concentración, la memoria y la capacidad de toma de decisiones. A nivel emocional, aumenta la irritabilidad, la ansiedad y la sensación de tristeza.

Acostarse y levantarse a la
Acostarse y levantarse a la misma hora cada día ayuda a estabilizar el reloj biológico (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el aspecto físico, la falta de sueño debilita el sistema inmunológico, eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, y puede afectar el equilibrio hormonal. Además, el insomnio sostenido se ha asociado con mayor riesgo de accidentes laborales y de tránsito debido a la somnolencia diurna.

Cuando es crónico, puede convertirse en un factor agravante de enfermedades preexistentes, especialmente aquellas relacionadas con el estado de ánimo y el sistema nervioso.

Recomendaciones básicas para combatir el insomnio

Abordar el insomnio requiere una combinación de hábitos saludables y, en algunos casos, atención médica. Estas son algunas recomendaciones fundamentales:

  • Mantener horarios regulares: acostarse y levantarse a la misma hora cada día ayuda a estabilizar el reloj biológico.
  • Evitar pantallas antes de dormir: la luz azul de celulares o computadoras altera la producción de melatonina, hormona del sueño.
  • Limitar la cafeína y el alcohol: ambas sustancias interfieren con la calidad del sueño, sobre todo si se consumen por la tarde o noche.
  • Crear un ambiente adecuado: el dormitorio debe ser oscuro, silencioso y fresco para favorecer la relajación.
  • Practicar técnicas de relajación: ejercicios de respiración, meditación o estiramientos suaves pueden facilitar el sueño.
  • Consultar a un especialista: si el insomnio es persistente, lo recomendable es acudir a un médico para identificar si está relacionado con una condición subyacente.