Las claves para una microbiota saludable, según una psiconutricionista: “Cuanto más de la tierra, mejor”

La experta Sonia Lucena insiste en que una alimentación natural y libre de ultraprocesados es clave para equilibrar la microbiota, cuya salud influye directamente en la producción de serotonina y dopamina

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Contraste entre alimentación saludable y
Contraste entre alimentación saludable y ultraprocesada - VisualesIA ScribNews

En un contexto en el que la alimentación es la clave para mantener una buena salud tanto intestinal como emocional, saber qué comer para conseguir una microbiota sana es fundamental. Para averiguar cómo podemos hacernos con una buena relación con la comida, Infobae España ha podido hablar con Sonia Lucena, psiconutricionista que ha dedicado su carrera a mejorar la forma en que sus pacientes interactúan con la alimentación.

Lucena comienza destacando un principio fundamental: la alimentación natural y poco procesada es la base de una microbiota fuerte. “Recomendaría todos los grupos de alimentos que sean saludables y que sean principalmente primarios”, señala. Para ella, el primer paso consiste en eliminar aquello que más daño puede causar al equilibrio intestinal: “Evitaría azúcares refinados, evitaría harinas refinadas y evitaría ultraprocesados”.

Uno de los pescados más sanos y completos es también el más barato: “Una ración casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales del día”.

La experta aclara que no se trata de demonizar cualquier alimento procesado, sino de poner el foco en sus ingredientes. “Si tiene ingredientes saludables… estamos consumiendo un producto necesario que nos va a nutrir en nuestra microbiota”, explica en referencia a panes elaborados con harinas integrales o de espelta. En cuanto a los panes, recuerda que también pueden ser procesados, pues cualquier alimentos que haya pasado por un proceso puede ser perjudicial para la salud.

Además, añade un criterio sencillo para orientarse: “Cuanto más de la tierra o más del ave o más del pescado, mejor”. Según Lucena, esta guía básica permite a cualquier persona empezar a cuidar su microbiota desde el primer momento.

¿Por qué es tan importante mantener saludable la microbiota?

Sonia Lucena, psiconutricionista. (Instagram)
Sonia Lucena, psiconutricionista. (Instagram)

Tal y como explica la especialista en su entrevista con Infobae España, el intestino es un segundo cerebro del cuerpo humano, y uno fundamental para mantener sano todo lo demás. En especial, hace referencia a la estrecha relación que existe entre microbiota y salud mental. Cada vez más estudios demuestran que existe una conexión directa entre el intestino y el cerebro, ya que el primero participa directamente en la producción de sustancias esenciales para el bienestar emocional.

Lucena subraya que un desequilibrio intestinal puede tener consecuencias directas en el estado emocional. “Si tenemos mal la microbiota y no nos nutre de suficiente serotonina, pues tenemos un problema emocional grave”, asegura.

Este vínculo explica que, en su consulta, los abordajes psiconutricionales sean una pieza clave en el tratamiento de ciertos trastornos. Lucena trabaja con numerosos pacientes depresivos y afirma que cuidar el intestino es parte del proceso terapéutico. “No es que pueda, es que influye”, recalca cuando se le pregunta si una microbiota alterada puede repercutir en la ansiedad, el estrés o la depresión. Para ella, el tratamiento ideal combina gestión emocional y reordenamiento nutricional.

La desnutrición de la microbiota a raíz de un TCA

Respecto a las personas con trastornos de la conducta alimentaria, la especialista es contundente: la desnutrición derivada de estos trastornos afecta directamente a la microbiota, y recuperarla pasa por restablecer patrones de alimentación regulares. Aunque existen analíticas específicas para medir el estado del intestino, Lucena afirma que “una persona que tiene un trastorno de la conducta alimentaria tiene un problema de microbiota” debido a la falta de nutrientes. La buena noticia, según explica, es que “en tres semanas podemos tener una mejoría sustancial en el estado de la microbiota” cuando se realiza un trabajo nutricional adecuado.

Por todo esto, Sonia Lucena manda un mensaje claro, basándose en que comer bien es fundamental para que no solo mantengamos el organismo a raya, sino también nuestra salud emocional. Los probióticos o los suplementos mal consumidos pueden tener un efecto contrario al que esperamos, destruyendo nuestro sistema digestivo. Así, la especialista recomienda pensar, analizar y volver a lo natural, porque el cuidado del intestino es, en gran medida, el cuidado de la mente.