Juan Rescalvo, psicólogo: “Intentar aguantarlo todo te destruye. No es cuestión de ser fuerte, sino de escucharte”

El especialista advierte de los riesgos de forzar situaciones que desgastan y anima a identificar cuándo es momento de tomar distancia

Guardar
El psicólogo Juan Rescalvo explica
El psicólogo Juan Rescalvo explica que saber escucharse es más importante que la resistencia sin sentido. (Montaje Infobae con imágenes de Freepik y @juanrescalvopsicologo)

Vivimos en una sociedad que ha convertido la resistencia en virtud suprema. Aguantamos en el trabajo aunque el cuerpo nos pida pausa; aunque el estrés sea muy pronunciado y necesitemos un descanso. Aguantamos amistades que dejaron de ser refugio para convertirse en carga porque consideramos que romper ese vínculo supone un fracaso. Aguantamos dinámicas familiares que nos hieren, porque “es lo que toca”. Y aguantamos en relaciones de pareja que ya no nos sostienen, convenciéndonos de que el amor es sacrificio continuo.

Hasta cierto punto, hay que luchar por aquello que nos importa en lugar de huir al mínimo problema que aparece, como ocurre en las relaciones de pareja. Sin embargo, cuando esto se convierte en una resistencia sin sentido y que solo produce dolor, quizá sea el momento de soltar o de buscar una alternativa.

Este mandato silencioso de ser fuerte, resistir e insistir se ha filtrado en nuestro imaginario colectivo. Se celebra la resiliencia como trofeo, pero pocas veces se habla de su reverso: el desgaste emocional, la pérdida de identidad, la desconexión con uno mismo. En un mundo donde parar se interpreta como cobardía, quienes sienten la necesidad de soltar algo suelen cargar, además, con la culpa.

Tomarse un descanso o abandonar
Tomarse un descanso o abandonar aquello que nos consume puede percibirse como un fracaso, lo que genera culpa. (Freepik)

El psicólogo Juan Rescalvo, a través de uno de sus vídeos en redes sociales (@juanrescalvopsicologo en TikTok), explica que “intentar aguantarlo todo te destruye”. Así, incide en que la cuestión no se encuentra en “ser fuerte, sino en escucharte” a ti mismo.

“No todo es luchar”

Rescalvo plantea una imagen metafórica para ejemplificar este problema: una persona intentando atravesar un muro. Ante esa escena, muchos repetirían discursos ya normalizados sobre la fortaleza: disciplina, persistencia, confiar en uno mismo. "¿Qué le dirías tú a una persona que está intentando atravesar un muro y que cada vez tiene más heridas? Que insista, que le falta resiliencia, disciplina, que si cree en sí mismo puede conseguirlo".

Sin embargo, el psicólogo cuestiona ese mito de la resistencia a toda costa. “No todo es luchar. Eres un ser humano. La inteligencia conocida más potente. ¿Crees que con ese cerebro lo mejor que puedes hacer es luchar contra un muro?”. Su metáfora señala una paradoja contemporánea: en una era que exalta la inteligencia humana, seguimos empujándonos a situaciones imposibles, convencidos de que rendirse equivale a fracasar. Para Rescalvo, reconocer un límite no es un acto de derrota, sino de lucidez.

Algunas actitudes que tenemos, pueden ser señales de lo que somos según los psicólogos

Abandonar las situaciones que nos consumen

La psicología lleva años alertando de que el cuerpo reacciona mucho antes que la mente. Cuando algo nos consume, aparecen señales: cansancio crónico, irritabilidad, insomnio, somatizaciones. Y aun así, muchas personas continúan empeñadas en encajar en situaciones que las superan. Rescalvo lo resume con claridad: “Hay veces que tu cuerpo, tu mente, tu esencia te dicen que debes salir de ahí, de una situación que te consume constantemente. Simplemente ese no es tu camino”.

La clave, explica, no es abandonar a la mínima dificultad, sino saber interpretar cuándo estamos forzando más de la cuenta. La diferencia entre perseverancia y autoexigencia destructiva es sutil, pero determinante. “No digo que debas rendirte ante las dificultades, lo que digo es que no insistas cuando estás forzando una situación, cuando una parte muy profunda de ti te está diciendo: ‘Por ahí solo te vas a consumir, que en ese lugar no hay nada para ti’”.