Postura de la paloma: el ejercicio de yoga que ayuda a mejorar los dolores de espalda y fortalece los glúteos

Además de potenciar la flexibilidad, reduce la tensión muscular y actúa como un eficaz estiramiento sobre la zona lumbar y las caderas, algo vital para quienes permanecen sentados muchas horas al día

Guardar
El yoga combina ejercicio físico y meditación para mejorar fuerza, postura y flexibilidad. Favorece la respiración consciente, reduce ansiedad, fortalece huesos y articulaciones, mejora el sueño, la inmunidad y la salud cardiovascular, aportando equilibrio emocional y bienestar integral.

Llevar un estilo de vida saludable y realizar deporte tiene un sinfín de beneficios para el organismo. Pero, en contra de lo que muchos creen, el yoga también forma parte del grupo de las actividades que mejoran de forma notable la salud física y mental. Precisamente, la postura de la paloma es una asana clave, que conviene poner en práctica con frecuencia para combatir el estrés y los dolores de espalda habituales de la rutina diaria. Y es que es un potente estiramiento que actúa sobre la zona lumbar, las caderas, los muslos y la ingle, gracias a la apertura de la cadera con una flexión hacia delante.

En la actualidad, muchas personas pasan largas horas sentadas, lo que ha incrementado el interés por posturas de yoga que ayudan a contrarrestar los efectos del sedentarismo. La de la paloma figura entre las más recomendadas, ya que promueve la flexibilidad y reduce la tensión física. Practicantes y especialistas también destacan su potencial para favorecer la liberación emocional, aspecto central en la propuesta integral del yoga hacia el bienestar.

Esta postura aparece en distintas disciplinas y estilos de yoga, desde las secuencias de Vinyasa hasta sesiones prolongadas de Yin, adaptándose a los objetivos de cada práctica. Las variantes en la ejecución permiten ajustar la postura de la paloma tanto a necesidades físicas como emocionales.

Qué beneficios tiene la postura de la paloma

La postura de la paloma
La postura de la paloma de yoga tiene múltiples beneficios. (AdobeStock)

La postura de la paloma ofrece beneficios más allá de lo estético. Resulta especialmente útil para quienes permanecen sentados por mucho tiempo, ya que ayuda a mejorar la movilidad y a reducir la tensión en la zona pélvica. La falta de movimiento suele causar rigidez y molestias en la parte baja de la espalda, e incluso puede afectar al nervio ciático.

Esta asana estira músculos clave como los rotadores profundos de la cadera, el psoas y el recto femoral, favoreciendo la flexibilidad y la amplitud de movimiento. Una correcta ejecución implica extender la pierna delantera hacia fuera para activar los músculos de la cadera y el glúteo, lo que contribuye a evitar lesiones y dolores asociados a una mala alineación.

Adoptar la variante erguida de la postura fortalece la musculatura de la columna y el torso, mejorando la alineación postural y abriendo el pecho. Esto contrarresta los efectos del encorvamiento sobre escritorios o dispositivos electrónicos.

La postura de la paloma resulta eficaz para aliviar el dolor lumbar, restaurar la curva natural de la columna y proteger las rodillas, ya que mejora la flexibilidad y reduce la tensión que puede recaer sobre estas articulaciones. Además, los especialistas asocian esta práctica con la reducción del estrés y la liberación de tensión emocional, ya que el trabajo profundo sobre el psoas y la respiración contribuyen a una sensación general de relajación y calma.

En qué ocasiones conviene realizar la postura de la paloma

Un grupo de mujeres practica
Un grupo de mujeres practica el estiramiento del cosaco. (AdobeStock)

Los expertos del yoga sugieren incorporar la postura de la paloma en la rutina semanal entre tres y cuatro veces para aprovechar sus beneficios. Recomiendan mantener la posición de uno a dos minutos por lado, ampliando el tiempo conforme progresa la flexibilidad.

La regularidad permite favorecer la movilidad de la cadera, reducir molestias lumbares y optimizar la postura corporal. Especialistas insisten en la importancia de respetar la alineación y las propias limitaciones físicas durante la práctica para prevenir lesiones.