Si te despiden disciplinariamente por algo que no has hecho, esto es lo que deberías hacer, según un abogado: “No te quedes de brazos cruzados”

Cuando una empresa recurre a motivos inventados para justificar un despido, la ley protege al trabajador, con posibles indemnizaciones por improcedencia o incluso la readmisión si se declara nulo

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Muchos trabajadores, al ser despedidos, se enfrentan a diversas complicaciones. Los despidos improcedentes son una práctica frecuente y aquí te explicamos los que es.

Las acusaciones falsas en el contexto de un despido disciplinario son una de las situaciones más complejas para cualquier trabajador. Según explica el abogado laboralista Víctor Arpa en una reciente publicación en redes sociales, no es infrecuente que las empresas aleguen de manera ficticia faltas graves, como una supuesta “disminución continuada” del rendimiento, para justificar un despido y así evitar pagar la correspondiente indemnización.

Cuando alguien recibe una carta de este tipo y está convencido de que los hechos nunca ocurrieron, se enfrenta a lo que Arpa denomina directamente “un despido por falsas acusaciones” en un video de su perfil de TikTok (@abogadovictorarpa). Ante esta circunstancia, el abogado insiste en que lo más importante es la actitud inicial del empleado. Recomienda expresamente evitar el impulso de discutir los hechos con la persona encargada de entregar la carta, ya que “la carga de demostrar el despido, es decir, que tu despido es justificado, la tiene la empresa”. Esto significa que, si las acusaciones carecen de base, será la empresa la que, ante un tribunal, deberá aportar pruebas sólidas para sostener su versión. Cuando se detecta que la carta contiene hechos inventados, la probabilidad de que el despido termine declarándose improcedente o nulo es elevada, dado que la empresa no podrá demostrar aquello que afirma.

Cuándo se declara despido nulo

El marco legal español otorga al trabajador despedido la posibilidad de reclamar 33 días de salario por año trabajado, con un límite de veinticuatro meses, cuando un despido disciplinario se declara improcedente. Pero ese no es el techo en todos los casos. Si la causa alegada se relaciona con circunstancias especialmente protegidas, como el embarazo, la baja médica, haber realizado una queja ante la empresa o haber sido padre o madre en el último año, se abre la puerta a que la calificación del despido sea nulo. En este supuesto, la empresa estará obligada a readmitir al trabajador, abonarle los salarios que haya dejado de percibir desde el momento del despido hasta la fecha del juicio, e incluso pagar una indemnización adicional por daños y perjuicios.

Si te despiden disciplinariamente por
Si te despiden disciplinariamente por algo que no has hecho, esto es lo que deberías hacer, según un abogado: “No te quedes de brazos cruzados” (Montaje Infobae España)

No obstante, muchos trabajadores manifiestan su deseo de no reincorporarse al empleo tras una situación tan conflictiva. Ante este escenario, lo más habitual es que empresa y trabajador lleguen a un acuerdo económico superior al mínimo legal, precisamente para evitar esa reincorporación forzosa, lo que en la práctica suele beneficiar al afectado.

Proceso de reclamación del despido

En cuanto a los pasos recomendados tras recibir una carta de despido que se considere injustificado, Arpa recomienda actuar con serenidad, firmar la carta “no conforme”, asegurarse de que lleve la fecha y conservar una copia de todo, pues estos detalles pueden ser clave en una reclamación legal. El plazo para presentar demanda frente a un despido es de 20 días hábiles desde la comunicación del mismo; fuera de ese periodo se perdería el derecho a reclamación.

Aquí te explicamos lo que significa el despido nulo

El abogado concluye animando a todos quienes se enfrentan a un despido basado en acusaciones falsas a ejercer sus derechos y no resignarse: “La mayoría de despidos que vienen a nuestro despacho conseguimos su indemnización por despido. Así que no seas tú menos”. La combinación de una estrategia pausada, la recopilación adecuada de pruebas y el cumplimiento de los plazos legales constituye la mejor defensa frente a prácticas empresariales injustas.