Pablo Barrecheguren, doctor en biomedicina, alerta sobre los peligros de echarse muchas siestas: “Si se necesita todo el rato, algo va mal”

El especialista ha comentado la cuestión en el pódcast ‘Animales Humanos’

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Una mujer se echa la
Una mujer se echa la siesta al aire libre. (AdobeStock)

Si nos ponemos a hablar de clichés, no hay nada más español que la siesta. (Excepto el flamenco, los toros, los bares, quejarse, las tapas, las terrazas, el mus y muchas cosas más, sin entrar además en peculiaridades regionales). Sin embargo, un exceso de siestas no sólo puede indicar mucho tiempo libre y una pereza generalizada, sino que puede ser señal de un problema de salud.

Para Pablo Barrecheguren, doctor en Biomedicina por la Universidad de Barcelona, el hábito recurrente de la siesta puede revelar aspectos preocupantes del estado físico y mental. Consultado en el pódcast Animales Humanos, Barrecheguren reflexionó sobre el arraigo de esta costumbre en la cultura española y señaló: “Opino que no quiero que me echen del país. Hace mucho que no me habían insultado tanto. Me preguntaron en un vídeo que se volvió medio viral. Desde la neurociencia, si necesitas con regularidad siesta, algo está fallando en tu vida. O puede que sea porque hay un problema de salud. Tú, durmiendo bien por la noche, no deberías necesitar, en general, siestas. Entonces, a largo plazo se ha visto que es negativo o sobre todo está muy bien conectado a nivel cardiovascular”.

Para el experto, el proceso de despertarse —ya sea por la mañana o tras una siesta— representa una carga para el sistema corporal: “Cada vez que nos despertamos es un estrés para el cuerpo. No sé si sabes, por ejemplo, que hay más infartos por las mañanas que por la tarde. Y esto se cree que es por el estrés del sistema cardiovascular despertándose por la mañana. Entonces, añades un arranque adicional. Que la gente sea consciente de que si se necesita echar siesta todo el rato, hay algo que va mal”.

Abordando posibles causas, Barrecheguren recomendó un análisis personal: “Entonces, mírate si estás trabajando mucho y tal, y si encuentras que todo está bien, pues a lo mejor estás durmiendo mal y no te das cuenta”.

Asimismo, el especialista expuso su interpretación sobre la función de los sueños, afirmando: “Se sabe también que el cerebro en la parte de sueño, de soñar, está repasando mucho la parte emocional de los recuerdos, ¿vale? Una hipótesis al sueño probablemente sea ruido de fondo”. Al describir el fenómeno de los sueños, Barrecheguren fue gráfico: “Mi interpretación es que los sueños son esas virutas de madera. No necesariamente tienen por qué tener una función. Simplemente, son un subproducto de lo que está haciendo el cerebro en ese momento, que es decir ‘vale, vamos a repasar las conexiones que tenemos para ver qué tengo que reforzar y qué no’. ‘Vamos a repasar los recuerdos’. Sobre todo, es un momento de repaso de mucho bagaje emocional y se genera eso como subproducto”.

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La siesta sí tiene beneficios

Sin embargo, hay estudios científicos que aseguran que la siesta tiene algunos beneficios para la salud. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), previene cardiopatías al reducir el estrés un 37%, así como la tensión arterial. Las personas que duermen la siesta tienden a rendir más durante la tarde y ven aumentada su concentración y su capacidad de aprendizaje hasta un 10%, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Berkeley (Estados Unidos).

Pero no vale cualquier siesta: lo recomendable es que sea después de comer, que no dure más de 30 minutos y que se haga en un lugar cómodo y tranquilo, sin demasiado ruido, escaso de luz y a una temperatura agradable, pero no en la cama.