Ni la pechuga ni los muslos, esta es la parte más saludable del pollo: “Son una opción estupenda”

Las recomendaciones nutricionales aconsejan el consumo de tres raciones a la semana de carnes magras, siendo el pollo una de las opciones más asequibles y saludables

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Esta es la parte del pollo más sana según los dietistas

En España, hace unas décadas, el pollo era un alimento reservado para ocasiones especiales y protagonista de recetas tradicionales que alimentaban a toda la familia. Con la expansión de la cría intensiva de gallinas, su consumo se popularizó hasta convertirse en la carne más consumida del país, con una ingesta media de 11,97 kilogramos por persona al año, por delante del cerdo y la carne de vacuno.

Son muchas las razones que explican su popularidad. Sin duda su precio, pues resulta una de las carnes frescas más económicas, aunque también su versatilidad y, sobre todo, sus características nutricionales. Ya sea en guisos, cocinado por pieza y a la plancha, empanado, en forma de hamburguesas o en formato de carne picada, esta carne magra se ha convertido en una pieza fundamental en la alimentación semanal de muchos hogares españoles.

Pechuga de pollo de corral
Pechuga de pollo de corral (Adobe Stock).

Las actuales recomendaciones nutricionales aconsejan el consumo de tres raciones a la semana de carnes magras, alternando el consumo entre distintos tipos de esta, entre los que está el pollo como una de las opciones más asequibles y saludables. “Es una excelente fuente de proteínas magras de alta calidad repletas de vitaminas y minerales esenciales, como zinc, selenio, potasio, vitaminas del grupo B y otros”, asegura la nutricionista en su artículo.

Pero no todas las partes del pollo son iguales, nutricional ni gastronómicamente hablando. Tradicionalmente, se ha creído que la mejor pieza de este animal es la parte de la pechuga, ya que es la parte con menos cantidad de grasas. Sin embargo, la realidad es que existen otras partes que comparten sus ventajas y que, en ocasiones, pasamos injustamente por alto. Así lo ha señalado en un artículo de Yahoo!Life la dietista y nutricionista Katie Drakford, que ha querido reunir la opinión de diversos expertos en nutrición para analizar y explicar las diferentes partes del pollo y las características nutricionales de cada una de ellas.

El solomillo, una de las piezas más saludables del pollo

En este sentido, la dietista y los nutricionistas consultados coinciden; una de las piezas más saludables y sabrosas del pollo es el solomillo. El solomillo de pollo es una fina tira de carne que se une a la pechuga, con un sabor similar al de esta aunque un poco más tierno. Se trata de un corte de carne muy magro, por lo que es bajo en calorías y grasa, a la vez que aporta una buena cantidad de proteínas por ración. Unos 100 gramos de solomillo de pollo aportan unas 110 calorías, 25 gramos de proteína y un gramo de grasa, aproximadamente.

Solomillo de pollo con hierbas
Solomillo de pollo con hierbas y especias (Adobe Stock)

Entre sus ventajas se encuentra que hablamos de una pieza pequeña, tierna y sin protección de piel o huesos, por lo que se cocina con rapidez. Así lo asegura uno de los nutricionistas que participan en el artículo. “Para platos de cocción rápida, como la ensalada de pollo o la pasta con una salsa que añada humedad, creo que los solomillos de pollo son una opción estupenda”, señala el nutricionista Taylor McClelland. “Suelen ser fáciles de preparar y, debido a su menor tamaño y su forma más fina, se cocinan rápidamente”.

Además del solomillo, los nutricionistas han querido destacar también otras piezas como los muslos y las pechugas del pollo, ambas opciones de lo más saludables. En cuanto a las opciones menos adecuadas, aquellas que deberían evitar quienes busquen seguir una dieta sana y baja en calorías, se encuentra la propia piel del animal, las alitas (especialmente cuando se preparan fritas), y el embutido elaborado a base de pollo.