Ni fresas ni arándanos: cuál es la fruta del bosque baja en grasa que retrasa el envejecimiento y mejora el tránsito intestinal

Este fruto es rico en vitamina C, fibra y compuestos fenólicos que favorecen el bienestar general

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Una frutería en Estambul (Shutterstock)
Una frutería en Estambul (Shutterstock)

De entre la amplia gama de frutos del bosque (fresas, moras, arándanos...), existen unos que destacan por su sabor agridulce y su intenso color rojo. Sin embargo, lo que hace especial a este alimento no es únicamente su sabor, sino también todos los beneficios nutricionales que aportan para la salud. Así, las frambuesas merecen un lugar destacado en una dieta equilibrada.

Uno de los aspectos más destacados de las frambuesas es su bajo aporte energético, según indica la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Contienen muy poca grasa y una cantidad moderada de hidratos de carbono, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan controlar su ingesta calórica sin renunciar al sabor. A pesar de su bajo contenido energético, son sorprendentemente ricas en fibra, un nutriente esencial para la salud digestiva que muchas veces escasea en la dieta moderna.

De hecho, dentro del grupo de frutas, las frambuesas sobresalen por su alto contenido en fibra dietética, que no solo mejora el tránsito intestinal, sino que también proporciona una mayor sensación de saciedad, ayudando así a regular el apetito y prevenir el picoteo entre horas.

Frambuesas (Imagen Ilustrativa Infobae)
Frambuesas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las frambuesas son también una fuente notable de vitamina C, un micronutriente esencial para múltiples funciones del organismo. Este nutriente es fundamental para la síntesis de colágeno, una proteína crucial para el mantenimiento de los huesos, cartílagos, piel, encías y vasos sanguíneos. Por tanto, su presencia en la dieta es clave para conservar la integridad de los tejidos y retrasar los signos del envejecimiento.

Junto a esta vitamina, las frambuesas contienen una impresionante variedad de compuestos fenólicos, como antocianinas, cianidinas, elagitaninos, ácido elágico e hidroxicinamatos, expresa la FEN. Todos ellos poseen una elevada capacidad antioxidante, lo que significa que ayudan a neutralizar los radicales libres que dañan las células y favorecen el envejecimiento prematuro y diversas enfermedades degenerativas.

Los otros beneficios de las frambuesas

Otro nutriente esencial presente en las frambuesas es el folato, también conocido como vitamina B9. Este compuesto desempeña un papel clave en el proceso de división celular, por lo que es especialmente importante durante etapas de crecimiento como la infancia o el embarazo. La ingesta adecuada de folatos está vinculada a un menor riesgo de defectos del tubo neural en los recién nacidos y a una correcta formación de células sanguíneas. Por esta razón, incluir frambuesas en la dieta es una forma natural y sabrosa de apoyar el metabolismo celular y contribuir a una buena salud reproductiva y general.

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Estos frutos del bosque también aportan una variedad de ácidos orgánicos como el ácido cítrico, málico, cafeico y salicílico, que estimulan el peristaltismo intestinal, es decir, los movimientos naturales del intestino que facilitan la evacuación. Esta acción las convierte en un remedio eficaz y natural frente al estreñimiento, un problema digestivo muy común en la población actual debido a dietas pobres en fibra y estilos de vida sedentarios.

Además, estos ácidos orgánicos contribuyen a mantener un pH intestinal equilibrado y favorecen un entorno saludable para la microbiota, los microorganismos beneficiosos que habitan en nuestro intestino y desempeñan un papel fundamental en la digestión, la inmunidad y el bienestar general.