Esta es la mezcla de frutos secos que ha demostrado mejorar la calidad del esperma, según una doctora: “Incluid aproximadamente esta cantidad”

Los frutos secos son un auténtico cóctel de nutrientes: ricos en ácidos grasos saludables, proteínas vegetales, fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. Su consumo regular se asocia con beneficios cardiovasculares, mejor control del colesterol, menor riesgo de diabetes tipo 2 y un envejecimiento más saludable. Sin embargo, estos no son sus únicos efectos en la salud.

Tal y como señala la médico y divulgadora Isabel Viña Bas en uno de sus vídeos recientes publicado en la red social de TikTok, una combinación específica de estos alimentos podría mejorar significativamente “la calidad de los parámetros espermáticos”.

Los investigadores del proyecto FERTINUTS, en un ensayo clínico publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, analizaron a 119 hombres sanos, de entre 18 y 35 años, durante 14 semanas. El objetivo era comprobar si la incorporación de frutos secos en la dieta podía tener un impacto en los parámetros espermáticos y, efectivamente, demostraron que así es.

La experta señala que "la mezcla de aproximadamente cuatro nueces al natural, doce almendras y avellanas” es una combinación que influye significativamente en la salud reproductiva masculina si se consume de forma diaria. Esto se corresponde con aproximadamente 60 gramos de nueces, almendras y avellanas (aproximadamente 20 gramos de cada fruto seco.

Sin embargo, destaca que deben ser naturales o tostados, “no fritos”, además de no contener sal ni procesados añadidos. Esta es una combinación accesible y práctica para incorporar a la rutina diaria.

Tanto el estudio como Isabel Viñas destacan que las mejoras de esta mezcla son notables en “la motilidad, la morfología y la vitalidad espermáticas al reducir fundamentalmente la fragmentación del ADN espermático: ”Por tanto, si queréis mejorar estos parámetros de la salud espermática, incluid aproximadamente esta cantidad".

La fertilidad masculina no depende únicamente de la cantidad de espermatozoides, sino de varios parámetros que los especialistas analizan para evaluar su calidad. Los principales son la motilidad, la morfología, la vitalidad y la fragmentación del ADN espermático.

La motilidad espermática se refiere a la capacidad de los espermatozoides para moverse de forma eficaz. Cuanto mejor se desplacen (y en la dirección adecuada), mayores son las posibilidades de alcanzar y fecundar el óvulo.

La morfología espermática hace alusión a la forma del espermatozoide. Los ejemplares con una cabeza ovalada, una pieza intermedia proporcional y una cola larga y recta tienen más opciones de fecundar con éxito. Las anomalías en la forma pueden dificultar el proceso.

La vitalidad espermática mide el porcentaje de espermatozoides vivos presentes en una muestra. No todos los espermatozoides que se eyaculan están activos o funcionales; este parámetro ayuda a identificar cuántos tienen potencial reproductivo real.

Por último, la fragmentación del ADN espermático es uno de los indicadores más recientes y relevantes. Evalúa el grado de daño en el material genético del espermatozoide. Una alta fragmentación puede afectar la fertilidad, dificultar la fecundación o aumentar el riesgo de abortos espontáneos.

Por tanto, la combinación de estos frutos secos permite no solo que se tengan más espermatozoides móviles, sino que estos presenten una forma y estructura más saludable, además de un ADN más estable, lo cual podría facilitar la fecundación. Aunque los efectos se observaron en hombres sanos, los expertos sugieren que este hábito puede formar parte de un estilo de vida saludable que apoye la fertilidad. No se trata de una solución milagrosa, pero sí de un gesto cotidiano con potencial preventivo y beneficios adicionales para el sistema cardiovascular y el cerebro.