Cuál es la verdura que cuida la digestión, protege el corazón y ayuda en la pérdida de peso

Este vegetal es un potente aliado del bienestar general gracias a sus múltiples nutrientes

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Menestra de verduras (Adobe Stock)
Menestra de verduras (Adobe Stock)

El calabacín es un vegetal que no solo destaca por su suavidad y facilidad de preparación, sino también por su espléndido perfil nutricional. Al ser rico en vitaminas, minerales y fibra soluble, este vegetal de la familia de las cucurbitáceas es mucho más que un simple acompañamiento en la cocina mediterránea.

El calabacín está compuesto en un 95% por agua, lo que lo convierte en un alimento extremadamente bajo en calorías. Sin embargo, su riqueza nutricional va mucho más allá de su bajo aporte energético, como muestran los informes de la Fundación Española de Nutrición (FEN). Es una fuente importante de vitamina C, un antioxidante esencial para el sistema inmunológico, que ayuda a combatir los radicales libres, protege las células y favorece la formación de colágeno, indispensable para la salud de la piel y los tejidos.

Además de la vitamina C, el calabacín contiene pequeñas cantidades de otras vitaminas como la vitamina A y vitaminas del complejo B, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso y al metabolismo energético.

El calabacín es una de
El calabacín es una de las hortalizas con menor contenido calórico (Pexels)

Un aliado de la salud cardiovascular

Uno de los minerales más abundantes en el calabacín es el potasio, un electrolito fundamental para el equilibrio de los líquidos corporales y la correcta transmisión de los impulsos nerviosos. El potasio también desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial, ayudando a contrarrestar los efectos negativos del sodio y a prevenir la hipertensión, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.

El consumo habitual de calabacín, junto a otros alimentos ricos en potasio, puede favorecer la salud del corazón y contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares, que siguen siendo la principal causa de mortalidad en todo el mundo.

Un vegetal para cuidar la digestión

Un aspecto menos conocido del calabacín es su riqueza en mucílagos, un tipo de fibra soluble con propiedades altamente beneficiosas para el aparato digestivo. Los mucílagos forman una especie de gel al mezclarse con el agua, lo que les permite proteger las mucosas gástricas y favorecer el tránsito intestinal suave, sin irritaciones.

Gracias a esta fibra soluble, el calabacín resulta ideal para personas con digestiones sensibles, gastritis o problemas de estreñimiento. Además, los mucílagos contribuyen a la regulación de los niveles de colesterol en sangre, ya que capturan parte de las grasas durante la digestión e impiden su absorción total.

El Dr López Rosetti nos cuenta la importancia de consumir frutas y verduras.

Ideal para controlar el peso

El calabacín es un alimento muy saciante gracias a su combinación de agua, fibra y bajo aporte calórico. Esto lo convierte en un aliado indiscutible en las dietas orientadas a la pérdida o mantenimiento del peso corporal. Su consumo permite aumentar el volumen de las comidas sin sumar muchas calorías, ayudando a reducir la densidad energética de la dieta diaria.

Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias

El calabacín también contiene antioxidantes naturales, como la luteína y la zeaxantina, dos compuestos carotenoides que protegen la salud ocular, previniendo la degeneración macular y reduciendo el riesgo de cataratas asociadas a la edad.

Estos antioxidantes, sumados a su efecto antiinflamatorio, hacen del calabacín un alimento especialmente recomendado para personas con enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis, o para quienes buscan protegerse del daño oxidativo relacionado con el envejecimiento.