Ensalada asiática de quinoa crujiente, la receta perfecta para una cena rica, saludable y muy sencilla

La quinoa es un pseudocereal originario de la cordillera de los Andes, consumido cada vez más en nuestro país por su interesante contenido nutricional. Es rico en proteínas, comparado con otros cereales, entre 13 y 16 %, y tiene mayor contenido en minerales, especialmente en magnesio, cobre, hierro, cinc, potasio y manganeso. En cuanto a las vitaminas destacan las del grupo B y la vitamina E.

Hay muchas maneras diferentes de disfrutar de este cereal, siendo en ensaladas una de las más frecuentes. En esta ocasión, le daremos un toque diferente a la receta horneando la quinoa hasta que quede crujiente, aportando una deliciosa mezcla de texturas que elevará la receta al siguiente nivel.

Como complementos, hortalizas como la zanahoria y el pepino, que complementaremos con edamame, unas vainas de soja tiernas, recolectadas antes de su maduración y consumidas principalmente en la cocina oriental. Este ingrediente se caracteriza por ser una excelente fuente de proteína vegetal, fibra y calcio.

Esta receta de ensalada de quinoa con un toque crujiente al horno y edamame es perfecta para quienes disfrutan de las ensaladas frescas pero con texturas y sabores intensos. El horneado de la quinoa la transforma en un crujiente delicioso, mientras que el edamame, con su toque fresco y vegetal, complementa perfectamente los ingredientes. La vinagreta asiática une todo, dándole ese toque umami.

Esta versión de la ensalada de quinoa crujiente con edamame requiere un poco más de tiempo debido al horneado. El tiempo total es de aproximadamente 45 minutos:

1. Cocción de la quinoa: 15 minutos.
2. Horneado de la quinoa: 10-15 minutos.
3. Preparación de los ingredientes frescos (zanahorias, pepinos, edamame): 10 minutos.
4. Mezcla de la vinagreta y aderezado: 5 minutos.

• 1 taza de quinoa
• 1 zanahoria rallada
• 1 pepino, cortado en tiras finas
• 1 taza de edamame cocido (puedes usar congelado, solo asegúrate de cocerlo)
• 2 cucharadas de semillas de sésamo tostado
• 2 cucharadas de aceite de sésamo
• 2 cucharadas de salsa de soja
• 1 cucharadita de miel
• 1 cucharada de vinagre de arroz (opcional)
• 1/4 de taza de almendras tostadas (opcional)

1. Cocer la quinoa: Enjuaga bien la quinoa bajo agua fría. Cocina la quinoa en agua (por cada taza de quinoa, usa 2 tazas de agua) durante 12-15 minutos o hasta que esté tierna. Luego, drena cualquier exceso de agua y deja enfriar.
2. Hornear la quinoa: Precalienta el horno a 200 °C. Coloca la quinoa cocida en una bandeja para horno en una capa uniforme. Rocíala ligeramente con aceite de oliva o de sésamo y mézclala para que se impregne bien. Hornea durante unos 10-15 minutos, removiendo a mitad de tiempo para asegurarte de que la quinoa se hornee de manera uniforme y quede crujiente. Ten cuidado de no dejarla demasiado tiempo para que no se queme.
3. Preparar los ingredientes frescos: Mientras la quinoa se hornea, corta el pepino en tiras finas, ralla la zanahoria y cocina el edamame (si usas congelado, simplemente hiérvelo en agua durante 5-7 minutos).
4. Preparar la vinagreta: En un bol pequeño, mezcla el aceite de sésamo, la salsa de soja, la miel y el vinagre de arroz (si lo usas). Bate bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
5. Mezclar todo: En un bol grande, mezcla la quinoa horneada y crujiente con la zanahoria rallada, el pepino, el edamame y las semillas de sésamo. Vierte la vinagreta por encima y revuelve bien para que todos los ingredientes se impregnen con la salsa.
6. Servir: Añade las almendras tostadas (si las usas) para un extra de crujiente. Sirve la ensalada fresca, como plato principal o acompañamiento.

Con estos ingredientes, la ensalada rinde aproximadamente 4 porciones.

Cada porción de esta ensalada horneada contiene aproximadamente:

• Calorías: 220
• Grasas: 12 g
• Grasas saturadas: 1 g
• Carbohidratos: 25 g
• Azúcares: 6 g
• Proteínas: 8 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

La ensalada se puede conservar en el refrigerador por hasta 2 días. Asegúrate de guardarla en un recipiente hermético para evitar que se humedezca.