'Decathlon' ofrece claves para disfrutar de la comida y mantener una vida activa sin obsesiones

La recomendación de la experta Eztizen Pérez es dejar de lado las restricciones drásticas y comprender la alimentación como un recurso fundamental para el bienestar físico y mental, promoviendo hábitos sólidos y sostenibles en la rutina diaria

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El número de personas físicamente activas que ha intentado seguir dietas restrictivas durante el último año resulta considerable, según estudios referidos por Eztizen Pérez, nutricionista de ‘Decathlon’. Además, cerca de la mitad de quienes han intentado adaptarse a un plan alimentario estricto admiten haber experimentado sentimientos de culpa al consumir alimentos fuera de ese régimen. Esta perspectiva lleva a Pérez a recomendar el abandono de métodos drásticos y la construcción de hábitos alimenticios sostenibles, principio que guía las recomendaciones comunicadas por ‘Decathlon’, según consignó el medio en una nota de prensa.

De acuerdo con la información publicada por ‘Decathlon’, la especialista recalca que ni la obsesión con el conteo calórico ni las restricciones extremas constituyen el camino hacia una vida saludable y activa. “El secreto está en el equilibrio, no en la restricción”, sostiene Pérez, argumento que el medio recoge en el contexto de tendencias donde la proliferación de dietas estrictas o soluciones “milagro” genera ciclos de control y culpa. Para la nutricionista, una relación positiva con la comida permite disfrutar tanto de la alimentación como de la actividad física, lo que redunda en mayor energía disponible, mejoras en el ánimo y un mejor rendimiento global, según subraya el comunicado de la empresa.

Pérez insiste en la importancia de asumir la nutrición como una aliada para el bienestar, respaldando sus afirmaciones con investigaciones que relacionan el disfrute de la comida con beneficios fisiológicos tales como una mejor digestión, regulación del apetito y una mayor adherencia a costumbres saludables. Este enfoque rechaza convertir la comida en un motivo de control rígido o castigo, pues, de acuerdo a los datos referidos por ‘Decathlon’, tal interpretación impide la consolidación de cambios a largo plazo.

Para el mantenimiento de la energía en la vida cotidiana y en el entorno deportivo, la especialista distingue tres grupos de alimentos esenciales. Primero, recomienda la inclusión de carbohidratos complejos y de liberación lenta, como la avena, las legumbres, el arroz integral y la quinoa, subrayando su aporte a la estabilidad de los niveles de glucosa y su capacidad para suministrar energía de manera sostenida. Luego, señala el valor de las proteínas magras de alta calidad, tales como los huevos, el pescado azul, las carnes blancas y el tofu, no solo por su función en la reparación muscular, sino también por su contribución a la sensación de saciedad y colaboración con los carbohidratos en el mantenimiento de la energía, según detalló ‘Decathlon’.

El tercer grupo alimenticio enfatizado por Pérez comprende las grasas saludables y minerales relevantes, presentes en alimentos como los frutos secos, el aguacate, las semillas y el aceite de oliva virgen extra. De acuerdo con ‘Decathlon’, este tipo de nutrientes favorece el rendimiento tanto físico como mental, ya que las grasas saludables y minerales optimizan el funcionamiento cerebral. La nutricionista ejemplifica que una combinación de nueces y avena en el desayuno, o lentejas con arroz integral al mediodía, es útil tanto para la mente como para el cuerpo.

En cuanto a la adaptación de la alimentación al momento del entrenamiento, ‘Decathlon’ recoge la sugerencia de elegir, antes de ejercitarse, carbohidratos de absorción lenta, como la avena, el pan integral o la fruta, junto a pequeñas cantidades de proteína, señalando que esta combinación prepara la musculatura sin dificultar la digestión. Pérez desaconseja consumir grasas en esta etapa, pues su digestión más lenta puede generar una sensación de pesadez durante la actividad física.

Concluida la sesión de ejercicio, el enfoque nutricional recomendado cambia, pues el objetivo pasa a ser la reparación y el reabastecimiento de reservas de energía. Según informó ‘Decathlon’, las fuentes de proteínas como el pollo, el pescado o las legumbres favorecen la recuperación de las fibras musculares, mientras que los carbohidratos de absorción rápida, presentes en frutas, arroz o pasta, contribuyen a restaurar los niveles de glucógeno. La empresa recomienda acompañar estos alimentos con pequeñas porciones de grasas saludables que facilitan la absorción de vitaminas, sumando la importancia de la hidratación adecuada con agua y electrolitos para restablecer el equilibrio corporal tras el ejercicio.

La propuesta divulgada por ‘Decathlon’ pone el acento en la educación nutricional y en el acompañamiento, proponiendo facilitar tanto el acceso a productos idóneos como a la asesoría especializada. Pérez redefine el acto de comer bien como un proceso que incluye el disfrute y que desemboca en sensaciones de fortaleza y energía necesarias para la rutina de entrenamientos y la vida cotidiana. “Queremos ayudar a que la gente vea la nutrición como una herramienta de bienestar, no como una fuente de presión”, resume la experta. Esta visión busca promover hábitos sólidos y sostenibles, orientados al bienestar físico y mental, en vez de fomentar sistemas restrictivos y puntuales que, según los datos brindados por la empresa, tienden a resultar contraproducentes para la salud y la constancia.