10 factores que empeoran los ronquidos y qué hacer para mejorar el descanso

Especialistas en sueño y salud respiratoria advirtieron a The Telegraph que hábitos cotidianos y condiciones médicas pueden dificultar un reposo nocturno. Además presentaron estrategias efectivas para optimizar la calidad del sueño

Guardar
El ronquido crónico puede indicar
El ronquido crónico puede indicar apnea obstructiva del sueño, un trastorno vinculado a graves riesgos para la salud (Crédito: Freepik)

El ronquido suele vincularse con situaciones divertidas o, en algunos casos, discusiones de pareja, pero los especialistas en sueño alertaron que, cuando se vuelve crónico, puede señalar problemas graves de salud.

La apnea obstructiva del sueño (AOS) es uno de estos trastornos y se asocia a mayor riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y depresión.

De acuerdo con un estudio publicado en The Lancet, la apnea obstructiva del sueño afecta a 936 millones de adultos en el mundo, con mayor prevalencia en hombres que en mujeres.

Frente a este escenario, The Telegraph convocó a especialistas en sueño y salud respiratoria, junto con una coach del sueño, quienes identificaron las causas más comunes de los ronquidos y propusieron soluciones prácticas.

1. No mantener un horario regular de sueño

La constancia en el horario es tan relevante como la duración del descanso. Una investigación liderada por la Dra. Lucía Pinilla determinó que dormir 45 minutos más durante el fin de semana incrementa en un 47% el riesgo de empeorar la apnea.

Establecer horarios regulares para acostarse
Establecer horarios regulares para acostarse y levantarse fortalece la respiración nocturna y disminuye el riesgo de apnea, favoreciendo ciclos de sueño más profundos (Imagen Ilustrativa Infobae)

El sueño REM, que suele alargarse esos días, favorece una mayor parálisis muscular de la garganta. El Dr. Andy Whittamore recalcó: “A nuestros cuerpos les gusta la rutina y funcionan mejor cuando tenemos una rutina para acostarnos”.

2. Dormir boca arriba

Adoptar la posición boca arriba propicia el colapso de la garganta. “Dormir boca arriba permite que la gravedad tire de la lengua y el paladar blando hacia atrás, bloqueando las vías respiratorias”, explicó la coach del sueño, Alison Francis. La Dra. Pinilla añadió que el peso de los músculos y la boca suma presión, estrechando la vía aérea.

3. Comer tarde

Las cenas abundantes retrasan el acceso al sueño profundo, ya que el cuerpo enfoca su energía en la digestión. Según explicó la Dra. Pinilla a The Telegraph: “Una cena tardía o copiosa puede hacer que nuestro sueño sea más ligero”.

Comer en exceso o muy
Comer en exceso o muy cerca de la hora de dormir sobrecarga la digestión y puede inflamar la garganta, dificultando la respiración (Crédito: Freepik)

Además, el reflujo ácido derivado de comidas grasas inflama la garganta y un estómago lleno ejerce presión sobre el diafragma. Un análisis del Journal of Clinical Sleep Medicine confirmó que el horario de las comidas y la obesidad agravan la AOS.

4. Tomar pastillas para dormir

El Dr. Whittamore enfatizó: “Si los músculos de las vías respiratorias se relajan, puede aumentar su obstrucción y reducir la respiración durante el sueño, lo que provoca ronquidos y apnea del sueño”.

Los medicamentos sedantes facilitan este proceso. Como alternativa, los especialistas propusieron el uso de compuestos naturales como melatonina o magnesio.

5. Dormitorio demasiado cálido

La temperatura óptima del ambiente oscila entre 18 y 20℃. Dormir en habitaciones calurosas aumenta el riesgo de despertares y episodios de apnea. Una investigación reciente de la Dra. Pinilla, publicado en Nature Communications, halló que las noches cálidas elevan un 45 % la probabilidad de sufrir AOS.

Dormitorios calurosos incrementan el riesgo
Dormitorios calurosos incrementan el riesgo de episodios de apnea y despertares nocturnos (Imagen Ilustrativa Infobae)

6. Uso de antihistamínicos

Algunos medicamentos para alergias pueden tener consecuencias no deseadas. “Generalmente hay dos tipos de antihistamínicos. Los sedantes causan somnolencia y aumentan el riesgo de apnea del sueño y ronquidos. Las versiones no sedantes (como cetirizina, loratadina y fexofenadina) son menos problemáticas”, afirmó el Dr. Whittamore.

7. Sobrepeso

El exceso de grasa en el cuello dificulta el paso del aire y eleva notablemente la incidencia de apnea. Francis explicó: “Los ronquidos y la apnea están relacionados con la obesidad, donde la congestión y el estancamiento obstruyen físicamente las vías respiratorias”. Una reducción del 10% del peso corporal puede disminuir la gravedad de la apnea hasta en un 50%.

La acumulación de grasa en
La acumulación de grasa en el cuello estrecha las vías respiratorias, incrementando la frecuencia de interrupciones respiratorias durante la noche (Imagen Ilustrativa Infobae)

8. Beber demasiado alcohol

El consumo nocturno de alcohol favorece la relajación muscular, prolongando los episodios de apnea. La Dra. Swapna Mandal advirtió a The Telegraph que “sabemos que altera la arquitectura del sueño, impidiendo que las etapas del sueño se completen como deberían”.

9. Fumar

El tabaquismo produce inflamación en las vías aéreas superiores. “Causa inflamación y aumenta la probabilidad de roncar y padecer apnea obstructiva del sueño”, remarcó la Dra. Mandal. Además, existen registros de los daños potenciales del vapeo en la función pulmonar.

El consumo de alcohol, el
El consumo de alcohol, el tabaquismo y el estrés aumentan la probabilidad de roncar y sufrir apnea obstructiva del sueño (Imagen Ilustrativa Infobae)

10. Estrés

La tensión constante repercute en la respiración durante el sueño. Según Francis, “el estrés activa la respuesta de ‘lucha o huida’, lo que provoca una respiración superficial y clavicular y rigidez crónica en el cuello, la mandíbula y la garganta”. Esta tensión reduce el espacio de la vía aérea.

Soluciones planteadas por especialistas

Entre las medidas sugeridas por los especialistas se destacaron:

  • Siestas de hasta 30 minutos para mitigar el cansancio.
  • Preferir dormir de lado antes que boca arriba.
  • Uso de dispositivos de avance mandibular o protectores bucales que adelantan la mandíbula y facilitan el flujo de aire.
  • Tecnologías innovadoras que estimulen el nervio hipogloso con impulsos eléctricos.
Según los expertos, mantener una
Según los expertos, mantener una posición lateral ayuda a mantener el flujo de aire (Crédito: Freepik)

También resultaron beneficiosas prácticas como soplar en un caracol marino para mejorar niveles de oxígeno en sangre, el empleo de dilatadores nasales, limpiezas con solución salina y almohadas antirronquidos.

En casos graves se evalúa la cirugía, y en el ámbito farmacológico se estudia el uso del sultiame, un antiepiléptico que podría minimizar las interrupciones respiratorias, aunque aún requiere ensayos clínicos más amplios.