Comer pasta no engorda si se consume con moderación y en dietas equilibradas

Los expertos recomiendan optar por comidas de alta calidad y cocinarlas adecuadamente para maximizar sus beneficios, integrándolas a una alimentación rica en proteínas magras, vegetales y grasas saludables

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Un análisis del NIH afirma
Un análisis del NIH afirma que la pasta, con bajo índice glucémico, no está relacionada con obesidad ni sobrepeso en adultos y niños (Imagen Ilustrativa Infobae)

El consumo de pasta, un alimento básico en numerosas culturas, ha sido objeto de debate en relación con su impacto en el peso corporal y la salud.

Según un análisis publicado por el Instituto Nacional de Salud, que revisó 38 estudios relevantes, concluyó que la pasta no está asociada con el sobrepeso u obesidad en adultos y niños saludables, y que su inclusión en una dieta equilibrada no contribuye al aumento de peso.

El cirujano bariátrico, Leonardo Rejón, informó en diálogo con Men´s Health, la forma en que se cocina la pasta también influye en su impacto en el organismo.

En una publicación en redes sociales, Rejón explicó que cocinar la pasta “al dente” reduce la absorción de almidón, transformándolo en fibra, lo que disminuye su índice glucémico y, por ende, su capacidad de contribuir al aumento de peso.

En contraste, la pasta más cocida tiene un índice glucémico más alto, lo que facilita su asimilación y puede favorecer el aumento de peso.

Un estudio del Nature vincula
Un estudio del Nature vincula el consumo de pasta con menor índice de masa corporal y mejor relación cintura-cadera en participantes italianos (Imagen Ilustrativa Infobae)

La relación entre la pasta y el peso corporal también ha sido estudiada en el contexto de la dieta mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

Según un estudio de la revista Nature, el consumo de pasta como parte de esta dieta se asoció con un menor índice de masa corporal (IMC), una menor circunferencia de cintura y una mejor relación cintura-cadera.

Este análisis, basado en datos de más de 23.000 participantes en Italia, destacó que la pasta, cuando se consume en combinación con otros alimentos saludables como vegetales, legumbres y aceite de oliva, puede ser un componente clave para mantener un peso saludable.

El impacto de la pasta en el peso corporal también depende de su calidad y preparación.

Enfriar la pasta tras cocinarla
Enfriar la pasta tras cocinarla fomenta la formación de almidón resistente, ayudando a reducir la absorción calórica y mejorando la digestión (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según contó a The Telegraph la doctora Federica Amati, nutricionista clínica e investigadora científica, la pasta hecha de trigo duro tiene un índice glucémico más bajo y un mayor contenido de proteínas en comparación con las variedades más comerciales.

Además, optar por pasta integral puede ofrecer beneficios adicionales, como un mayor contenido de fibra, vitaminas y minerales, lo que contribuye a una mayor saciedad y a la salud del microbioma intestinal.

La forma de cocinar y consumir la pasta también puede marcar una diferencia significativa. Cocinarla “al dente” no solo mejora su textura, sino que también reduce su impacto en los niveles de azúcar en sangre.

En cuanto a las porciones, los expertos recomiendan moderación. En Italia, la pasta rara vez constituye el componente principal de una comida, sino que se sirve en cantidades moderadas acompañadas de proteínas, grasas saludables y una variedad de vegetales.

El NIH destaca que la
El NIH destaca que la pasta tiene menor efecto en niveles de azúcar en sangre, prolongando la sensación de saciedad y regulando la digestión (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según contó la nutricionista Federica Amati, una proporción equilibrada sería un cuarto del plato de pasta, otro cuarto de proteínas y la mitad restante de vegetales.

Por otro lado, los estudios revisados por el NIH también señalaron que la pasta tiene un índice glucémico más bajo que otros carbohidratos refinados, como el pan blanco o el arroz, lo que podría explicar su menor impacto en el peso corporal.

Además, su estructura compacta y el proceso de cocción contribuyen a una digestión más lenta, lo que ayuda a mantener niveles estables de azúcar en sangre y a prolongar la sensación de saciedad.

La evidencia científica sugiere que la pasta, cuando se consume como parte de una dieta equilibrada y en cantidades moderadas, no solo no contribuye al aumento de peso, sino que puede formar parte de un estilo de vida saludable.

La clave está en elegir variedades de alta calidad, cocinarla adecuadamente y combinarla con alimentos ricos en nutrientes, como vegetales, proteínas magras y grasas saludables.