5 hábitos clave para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca en mujeres

La cardióloga Sharonne N. Hayes, citada por Prevention, detalla acciones cotidianas que pueden disminuir la incidencia de problemas cardiovasculares y mejorar la calidad de vida femenina

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La cardióloga Sharonne N. Hayes
La cardióloga Sharonne N. Hayes destaca la importancia de la prevención en la salud del corazón femenino (Imagen Ilustrativa Infobae)

La salud del corazón es una prioridad que afecta a todas las personas, pero en las mujeres suele subestimarse el verdadero riesgo cardiovascular. La cardióloga Sharonne N. Hayes, fundadora de la Women’s Heart Clinic en Mayo Clinic, Rochester, Minnesota, advierte sobre los efectos de esta falta de conciencia: “Pueden vivir con dolor torácico crónico o insuficiencia cardíaca, o requerir numerosos procedimientos y medicamentos debido al daño cardíaco”, explicó la especialista en declaraciones para Prevention.

La enfermedad cardíaca sigue encabezando las causas de muerte entre mujeres, aunque existen acciones concretas que pueden marcar la diferencia.

El desconocimiento del riesgo cardiovascular en mujeres

Actualmente, menos mujeres identifican la enfermedad cardíaca como su principal amenaza de salud, según cifras citadas por Prevention. Esta carencia de información retrasa la adopción de medidas preventivas. Sus consecuencias pueden incluir dolor torácico persistente, insuficiencia cardíaca, necesidad de múltiples procedimientos médicos y el uso continuado de medicamentos durante toda la vida.

Además, el peligro de infarto o accidente cerebrovascular permanece presente. La doctora Hayes subraya la importancia de la prevención y del control de los factores modificables para evitar estos desenlaces.

La doctora Hayes destaca la
La doctora Hayes destaca la importancia de la prevención y el control de factores modificables para la salud cardíaca (Imagen Ilustrativa Infobae)

5 recomendaciones esenciales para el corazón

Reconocida por su aporte a la prevención cardiovascular, la cardióloga Hayes destaca 5 pautas fundamentales para fortalecer el corazón y reducir el riesgo de enfermedad. Estas sugerencias, recopiladas por Prevention, giran en torno a cambios en el estilo de vida adaptables para cualquier persona.

  1. Dejar de fumar: el tabaquismo es el principal factor de riesgo modificable. “Si fuma, haga todo lo posible por dejarlo; es la forma más eficaz de prevenir la enfermedad cardíaca”, enfatizó Hayes. Abandonar el cigarrillo reduce drásticamente el riesgo de infarto y otros problemas cardíacos, independientemente de la edad en que se decida hacerlo.
  2. Mejorar la alimentación: la dieta desempeña un papel central. La especialista recomienda incrementar el consumo de frutas, verduras y proteínas magras, y reducir la ingesta de grasas saturadas y alimentos procesados. Patrones alimentarios como la dieta mediterránea o la DASH facilitan el control del colesterol, la presión arterial y el peso.
  3. Control del peso y consulta médica: el exceso de peso eleva el riesgo cardiovascular. Hayes aconseja consultar a profesionales de la salud para evaluar si ese aspecto representa un factor de riesgo.
  4. Dormir bien: el sueño incide directamente en la obesidad, la presión arterial y la diabetes. La cantidad ideal de sueño para adultos está entre 7 y 9 horas por noche. También importa el horario: un estudio citado por Prevention muestra que acostarse entre las 22:00 y las 23:00 reduce el riesgo de enfermedad cardíaca, mientras que dormir después de la medianoche lo eleva hasta en un 25%.
  5. Manejo del estrés: el estrés mantenido se relaciona con mayor riesgo de diabetes, hipertensión e inflamación. “Si hay algo en su vida que pueda eliminar o minimizar para reducir sus niveles de estrés, hágalo”, recomendó Hayes. Reconocer y actuar ante señales tempranas, como la tensión muscular, permite responder con técnicas de relajación y respiración profunda.
  6. Actividad física regular: el ejercicio es una de las herramientas más eficaces para el corazón. La recomendación es alcanzar entre 150 y 300 minutos de actividad moderada a la semana, incluyendo actividades como caminar rápido, correr o andar en bicicleta. “Si es posible, añada dos o tres sesiones semanales de entrenamiento de alta intensidad”, sugirió Hayes. La American Heart Association aconseja agregar ejercicios de fuerza dos veces por semana.

4 controles críticos para la salud cardiovascular

Más allá de los hábitos saludables, conocer y vigilar 4 mediciones clave ayuda a tomar decisiones informadas:

  • Colesterol: el nivel total ideal es inferior a 200 mg/dL. LDL (“malo”) por debajo de 100 mg/dL, HDL (“bueno”) igual o superior a 60 mg/dL y triglicéridos inferiores a 150 mg/dL.
  • Lipoproteína(a): factores hereditarios pueden alterarla. Hayes recomienda al menos una evaluación de Lp(a) en la adultez. El límite deseable es menos de 30 mg/dL (o 75 nmol/L).
  • Glucosa en sangre en ayunas: un exceso aumenta el riesgo cardíaco y suele relacionarse con otras alteraciones metabólicas. El valor óptimo es 100 mg/dL. En personas con diabetes, se aconseja mantener la hemoglobina A1C por debajo del 7%.
  • Presión arterial: niveles inferiores a 120/80 mm Hg son óptimos para evitar daños vasculares.
El monitoreo regular de los
El monitoreo regular de los niveles de colesterol LDL y HDL ayuda a tomar decisiones informadas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Antecedentes personales y etapas vitales, factores a tener en cuenta

Enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide, tratamientos oncológicos y episodios depresivos incrementan el riesgo cardiovascular. La menopausia añade vulnerabilidad por la disminución de estrógenos, que tienen efecto protector.

Además, complicaciones durante el embarazo —como hipertensión, diabetes gestacional, preeclampsia, eclampsia, parto prematuro o bajo peso al nacer— pueden repercutir en la salud cardíaca futura. Hayes aconseja informar a los profesionales médicos sobre estos antecedentes.

Cómo iniciar cambios de hábitos para un corazón más saludable

La constancia es clave para
La constancia es clave para adoptar hábitos saludables y prevenir enfermedades cardiovasculares (Imagen Ilustrativa Infobae)

Adoptar nuevos hábitos puede parecer difícil, especialmente para quienes han mantenido rutinas poco saludables durante años. La constancia y el reconocimiento de cada pequeño avance son esenciales. Cada acción positiva, aunque sea mínima, suma en la prevención cardiovascular.

Las recomendaciones de Prevention y de la doctora Sharonne N. Hayes trazan una hoja de ruta clara y accesible para quienes buscan mejorar la salud del corazón. Conocer las mediciones clave, cambiar hábitos y considerar los antecedentes personales resultan pasos fundamentales para reducir el riesgo y conseguir una vida más plena.