Tos persistente: cuáles son las causas más comunes y cuándo es señal de alarma

Este reflejo que protege el cuerpo puede volverse excesivo y mantenerse activo sin causa clara, lo que dificulta encontrar soluciones y prolonga molestias, según Mindfood y especialistas de Harvard

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Detectar las señales de alerta
Detectar las señales de alerta de la tos crónica es clave para prevenir complicaciones y recuperar la calidad de vida (Imagen ilustrativa Infobae)

Una tos que no cede puede ser más que una molestia pasajera. Aunque suele asociarse con infecciones respiratorias leves, su persistencia puede revelar afecciones subyacentes que requieren atención médica. Detectar los signos de alerta y conocer los tratamientos adecuados resulta clave para prevenir complicaciones y recuperar la calidad de vida.

De acuerdo con Harvard, la tos persistente tiene implicancias más allá del aparato respiratorio, ya que puede interrumpir el sueño, generar fatiga, afectar la concentración y provocar complicaciones físicas como incontinencia urinaria, desmayos o incluso fracturas de costillas. En tanto, un análisis publicado por Mindfood y elaborado por David King, profesor titular de Medicina General en la Universidad de Queensland, brinda detalles sobre sus posibles causas y cuándo consultar a un profesional de la salud.

Un mecanismo de defensa esencial

El reflejo de la tos cumple una función protectora. Expulsar aire de forma brusca ayuda a limpiar los pulmones y evitar infecciones o asfixia. De acuerdo con Mindfood, King explicó que “el reflejo de la tos es un importante mecanismo de protección”, ya que se activa ante la presencia de irritantes en las vías respiratorias, la garganta o el esófago.

Según Harvard Health Publishing, “la tos es en realidad un actor vital en la defensa del cuerpo contra las enfermedades”. El organismo la utiliza para expulsar “mucosidad, microbios y partículas extrañas del tracto respiratorio”, lo que permite proteger los pulmones de infecciones e inflamación.

La tos crónica puede ser
La tos crónica puede ser síntoma de afecciones subyacentes como asma, reflujo ácido o goteo posnasal (DPA)

En enfermedades como la bronquitis crónica o las bronquiectasias, donde los cilios pulmonares dejan de funcionar correctamente, se convierte en una herramienta necesaria para mantener despejadas las vías respiratorias.

King diferencia dos tipos principales de tos. La tos húmeda o productiva, que se asocia con la expulsión de mucosidad, y la tos seca o improductiva, que suele deberse a la sensibilidad excesiva de los receptores de la tos, incluso sin presencia de secreciones.

La irritación persistente después de infecciones respiratorias, o ciertas condiciones médicas, puede mantener esta hipersensibilidad activa, lo que favorece la continuidad del síntoma.

Causas frecuentes de tos crónica

Se considera tos crónica cuando persiste más de ocho semanas en adultos o más de cuatro en niños. Según King, las tres causas más comunes son el goteo posnasal, el asma y el reflujo gastroesofágico.

Según expertos, la tos persistente
Según expertos, la tos persistente puede causar fatiga, alteraciones del sueño e incluso fracturas en las costillas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Harvard Health Publishing respalda este punto al señalar que, en personas no fumadoras, más del 90% de los casos se explican por estas tres causas, que pueden actuar por separado o coexistir, dificultando el diagnóstico. Además, subraya que identificar todas las condiciones involucradas es fundamental para lograr un tratamiento efectivo y que, incluso cuando una causa es predominante, otras pueden contribuir al cuadro clínico. En tanto, un estudio citado por Mindfood mostró que el 23% de las personas con tos crónica tenían dos de estas afecciones, y el 3% presentaban las tres.

La fiebre del heno, una forma de rinitis alérgica, suele estar detrás del goteo posnasal. Las personas alérgicas tienen mayor riesgo de desarrollar asma y fiebre del heno.

Tanto King como Harvard Health Publishing coinciden en que la tos intensa puede favorecer el reflujo gastroesofágico, perpetuando el ciclo de irritación. Esta relación bidireccional explica por qué el síntoma puede mantenerse y agravar otras afecciones subyacentes si no se aborda de forma integral. También existen causas menos frecuentes, como el asma tusígeno y la bronquitis eosinofílica, que implican inflamación y no responden bien a los tratamientos habituales.

Después de una infección

 reflejo de la tos
reflejo de la tos actúa como un mecanismo esencial para proteger vías respiratorias y prevenir infecciones graves (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tras una infección respiratoria, puede quedar una tos residual durante varias semanas. En niños, King menciona que más del 90% tardan hasta 25 días en recuperarse por completo. La mucosidad espesa y la lenta recuperación de los cilios pueden prolongar el reflejo de la tos. Harvard explica que después de una infección viral es frecuente que persista una “tos postinfecciosa”, mantenida durante varias semanas por la inflamación residual en las vías respiratorias o por una hipersensibilidad nerviosa, incluso cuando el virus ya ha desaparecido.

Una duda común es si una infección viral inicial ha derivado en una bacteriana que requiere antibióticos. Sin embargo, Mindfood señala que, según King, “simplemente toser flema amarilla o verde no es suficiente para saberlo”. Un diagnóstico certero requiere una evaluación médica que considere fiebre, dificultad respiratoria y ruidos pulmonares anormales. También debe descartarse la presencia de asma o alergias no identificadas.

El uso de antibióticos suele ser innecesario. Según King, las mejores opciones para aliviar la tos incluyen lavados nasales con solución salina, inhalación de vapor y aerosoles para la garganta. La miel ha demostrado reducir la irritación y la necesidad de toser.

La evidencia sobre los jarabes para la tos es limitada. Según Harvard Health Publishing, los expectorantes como la guaifenesina carecen de respaldo científico sólido, y muchos pacientes obtienen el mismo alivio con humidificadores o una buena hidratación; además, pueden provocar efectos adversos, por lo que se recomienda usarlos solo bajo indicación médica. En cuanto a los supresores, pueden aliviar el malestar, pero no siempre deben utilizarse, ya que la tos también cumple una función útil.

Una tos con sangre, dificultad
Una tos con sangre, dificultad respiratoria o fiebre persistente son señales que requieren atención médica urgente (Freepik)

Cuándo consultar

De acuerdo con Harvard Health Publishing, se debe consultar a un profesional si la tos dura más de ocho semanas en adultos o más de cuatro en niños, o si se acompaña de síntomas como fiebre persistente, pérdida de peso inexplicada, dolor en el pecho o sangre en el esputo. Estos signos podrían indicar condiciones más graves que requieren tratamiento específico.

Las guías clínicas australianas también aconsejan realizar una radiografía de tórax y una espirometría en todo paciente que consulte por tos crónica. Entre los signos de alarma que señala Harvard para consultar de inmediato figuran: fiebre prolongada, sangre en el esputo, pérdida de peso, disnea (falta de aire), sudores nocturnos, fatiga, falta de apetito y dolor torácico no atribuible a la tos misma.

En algunos casos, la tos persiste sin que se logre identificar una causa clara, incluso tras múltiples estudios. Se habla entonces de tos crónica refractaria o inexplicable. Según King, este cuadro puede deberse a una hipersensibilidad de los receptores de la tos modulada por el sistema nervioso. Harvard Health Publishing coincide en que puede tratarse de una “tos psicógena” o una alteración del reflejo que requiere abordaje especializado.

Estos casos requieren atención específica y, en ocasiones, derivación a clínicas especializadas. La logopedia ha mostrado buenos resultados en algunos pacientes. Esta nueva clase terapéutica representa una alternativa prometedora para quienes padecen esta afección de manera persistente.