Día Mundial de los Tumores Cerebrales: cuáles son los 5 síntomas más frecuentes y las nuevas estrategias de tratamiento

Cada 8 de junio se celebra el Día Internacional de los Tumores Cerebrales, con el objetivo de tomar conciencia sobre las causas, riesgos y tratamiento de esta enfermedad, así como apoyar a los pacientes y familiares que la sufren.

En la actualidad, se diagnostican cada año 7,5 casos de tumores cerebrales primarios por cada 100.000 personas en todo el planeta. Esto representa el 2% de los casos de cáncer en adultos a nivel global.

El doctor Andrés Cervio, jefe del Departamento de Neurocirugía de Fleni explicó a Infobae que las lesiones tumorales del cerebro están formadas por el crecimiento de células atípicas o anormales en el tejido cerebral:

“Pueden clasificarse en tumores primarios cuando se originan en el Sistema Nervioso Central o secundarios cuando derivan de un tumor en otro órgano, comúnmente conocido como metástasis. A su vez, las lesiones primarias pueden ser tumores benignos o malignos con distintos tratamientos y pronósticos”.

Según la Fundación de Tumores Cerebrales de Canadá existen más de 120 tipos diferentes de tumores cerebrales. El doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA) enumeró algunos de ellos a Infobae: “En adultos, glioblastoma multiforme, es el más frecuente y agresivo; astrocitomas grados I a IV; oligodendrogliomas y meningiomas, habitualmente benignos. En niños, se encuentran el astrocitoma pilocítico, frecuente y curable; meduloblastoma; ependimoma; craneofaringioma y tumores germinales”.

Los expertos indican que en este caso tumor no es igual a cáncer y que solamente se lo asocia a esta enfermedad si el mismo es maligno.

Dentro de los tumores cerebrales, el 58% son malignos, el 35% son benignos y el 7% presentan un comportamiento incierto.

El doctor Matías Baldoncini, médico neurocirujano, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires explicó a Infobae que cuando se trata de cáncer cerebral puede afectar tanto a niños como a adultos.

“Es complejo y multifactorial, requiere de un diagnóstico y tratamiento tempranos para lograr un mejor pronóstico. Es el segundo tipo de cáncer más común en la infancia y el cuarto más frecuente en adultos. La tasa de supervivencia depende del tipo de tumor, su ubicación y el estadio de la enfermedad”.

En la Argentina, la edad promedio de diagnóstico de tumores cerebrales es 57 años y tiene mayor incidencia en los hombres que en las mujeres.

De acuerdo al doctor Andersson, los adultos tienen mayor cantidad total de tumores cerebrales, pero muchos son metastásicos (de pulmón, mama, melanoma). “Los niños tienen menos tumores cerebrales en total, pero estos son la segunda causa de muerte por cáncer en menores de 15 años (tras la leucemia). La mayoría son tumores primarios (no metástasis). Según el Registro Oncológico Hospitalario Argentino (ROHA), la incidencia nacional en menores de 15 años es de 2,3 casos cada 100.000 niños por año”.

El doctor Baldoncini señaló que es importante que la población sepa que se trata de una patología que puede afectar a cualquier persona y que hay opciones de tratamiento disponibles para ayudar a los pacientes a manejar la enfermedad y mejorar su calidad de vida.

“Además, se recomienda consultar con un médico neurólogo o neurocirujano si se experimentan síntomas como dolores de cabeza persistentes, cambios en la visión, debilidad muscular o convulsiones, ya que estos pueden ser indicadores de la presencia de un tumor cerebral. La detección temprana y el tratamiento adecuado son claves para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida”, afirmó.

De acuerdo al doctor Cervio, los síntomas dependen de distintas variables como el tamaño, localización y tiempo de evolución de la lesión. “Así, un tumor benigno como un meningioma puede desarrollarse lentamente y adquirir gran volumen dando escasos síntomas ya que el cerebro se adapta al crecimiento lento, mientras que una lesión maligna pequeña de rápido crecimiento puede generar edema o inflamación cerebral con sintomatología florida de rápida instalación. Los síntomas más comunes suelen ser los deficitarios como alteración de fuerza en alguno de los miembros, trastornos sensitivos, problemas visuales, crisis convulsivas o simplemente cefaleas”.

El doctor Andersson enumeró los siguientes síntomas:

1. Dolores de cabeza progresivos
2. Convulsiones o epilepsia
3. Náuseas/vómitos sin causa aparente
4. Alteraciones visuales o del equilibrio. Trastornos del lenguaje o debilidad muscular
5. Cambios en el comportamiento o la personalidad

Según la Fundación de Tumores Cerebrales de Canadá, los signos y síntomas en los niños son similares a los de los adultos, pero también hay otros que se deben tener en cuenta, entre ellos: beber y orinar en exceso; pubertad precoz. Y para los bebés, pérdida de hitos de desarrollo y aumento de la circunferencia de la cabeza.

¿Cuándo consultar al médico? El doctor Cervio respondió: “Pacientes con cefaleas que cambia el patrón habitual, acompañadas de síntomas motores o sensitivos generalmente en un hemicuerpo, crisis convulsivas, cambios conductuales o de personalidad justifican una consulta médica. A diferencia de los ACV que dan síntomas de instalación aguda, los tumores suelen iniciar su sintomatología en forma insidiosa pero progresiva”.

“Las causas exactas de los tumores cerebrales no siempre se conocen, pero hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo”, sostuvo Andersson e identificó al menos cinco razones de su aparición:

• Genética. Algunas personas heredan mutaciones que incrementan el riesgo de desarrollar tumores cerebrales.
• Exposición a altos niveles de radiación, como la utilizada en ciertos tratamientos oncológicos, puede favorecer la formación de tumores cerebrales.
• Edad. Aunque los tumores cerebrales pueden surgir a cualquier edad, su frecuencia aumenta en dos grupos: los niños y los adultos mayores. La edad, por tanto, es un factor relevante en el riesgo general.

• Exposición a sustancias químicas. El contacto con químicos específicos, como solventes industriales o pesticidas en el ámbito laboral, puede estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar tumores cerebrales, aunque no siempre se establece un vínculo directo.
• Sistema inmunológico debilitado. Las personas con inmunosupresión, ya sea por enfermedades como el VIH/SIDA o por el uso de medicamentos inmunosupresores, presentan mayor vulnerabilidad a ciertos tipos de tumores cerebrales debido a la menor capacidad del organismo para detectar y eliminar células anormales.
• Antecedentes familiares. Tener familiares con tumores cerebrales puede aumentar el riesgo, aunque la mayoría de quienes los desarrollan no tienen una historia familiar significativa. La predisposición hereditaria no es determinante en todos los casos.

El doctor Andersson explicó que el tratamiento depende del tipo de tumor, grado y localización. “Puede ser cirugía (resección total o parcial), radioterapia (empleo de radiaciones para eliminar las células afectadas) o quimioterapia (empleo de medicamentos que destruyen las células cancerígenas)“. Además, es fundamental brindar apoyo psicológico a los pacientes y asesoramiento e información a sus familias.

A su vez, el doctor Cervio señaló: “Los tumores cerebrales se tratan básicamente con cirugías, tratamientos de radioterapia y tratamientos oncológicos que incluyen quimioterapia, inmunoterapia y hormonoterapia. Cada lesión en base a sus características histológicas, tamaño y localización pueden requerir una sola modalidad de tratamiento o la combinación de alguna o todas ellas. Generalmente, la decisión se suele tomar en forma multidisciplinaria entre los neurocirujanos, neurooncólogos y radioterapeutas”.

Y completó: “En materia de avances terapéuticos hay que mencionar la posibilidad de estudiar las deleciones genéticas de las muestras del tumor lo que permite subclasificarlos en base a patrones genéticos que permiten identificar tratamientos de inmunoterapia específicos. La Neurocirugía a su vez ha avanzado incorporando distintas técnicas específicas como la cirugía en paciente despierto y procedimientos menos invasivos como la endoscopía”, manifestó el experto.

El doctor Andersson destacó que hay muchos avances recientes y terapias emergentes en los lugares más importantes de oncología Así, enumeró algunas de las novedades:

• Terapias dirigidas. Inhibidores de mutaciones específicas.
• Inmunoterapia. Vacunas personalizadas con antígenos tumorales (en estudio).
• Terapias génicas y virales. Uso de virus oncolíticos para atacar selectivamente las células tumorales. Ensayos clínicos en glioblastoma con adenovirus modificados o virus del herpes.
• Optune (Terapia TTF). Terapia de campos eléctricos (Tumor Treating Fields) para glioblastoma. Se usa con temozolomida. Aprobado por FDA, mejora la sobrevida sin aumentar la toxicidad.
• Terapia con nanopartículas y delivery dirigido. Investigaciones en curso para mejorar la llegada del fármaco al tumor cruzando la barrera hematoencefálica.