Cinco alimentos que debes consumir si tienes hipertensión

Incluir estos alimentos en la dieta diaria debe ir de la mano con la actividad física y el seguimiento médico

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El consumo de alimentos sanos
El consumo de alimentos sanos y nutrientes específicos es de ayuda para regular la presión arterial. Composición: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

El impacto de la alimentación en el control de la hipertensión arterial ha cobrado relevancia en México y a nivel global, donde la presión alta afecta a una de cada tres personas adultas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este padecimiento incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y daño renal, por lo que la prevención y el manejo adecuado resultan esenciales. Aunque el tratamiento médico es necesario en muchos casos, la incorporación de ciertos alimentos naturales puede desempeñar un papel decisivo en la regulación de la presión arterial y la protección del corazón.

Entre los alimentos con mayor respaldo científico destaca el ajo, reconocido por su capacidad para reducir la presión arterial. Su eficacia se atribuye a la alicina, un compuesto con propiedades vasodilatadoras que favorece la relajación de los vasos sanguíneos y mejora la circulación.

El consumo diario de un diente de ajo crudo o su inclusión fresca en las comidas puede contribuir a una disminución gradual de la presión. Existen también suplementos de ajo envejecido, aunque se recomienda consultar a un médico antes de incorporarlos a la dieta.

Aunque la hipertensión necesita tratamiento
Aunque la hipertensión necesita tratamiento médico, incluir estos alimentos podría reforzar la atención. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El plátano sobresale como una fuente accesible de potasio, mineral esencial para mantener el equilibrio de sodio en el organismo. Un plátano mediano aporta aproximadamente el diez por ciento de la ingesta diaria recomendada de potasio.

Incluir uno o dos plátanos al día ayuda a conservar el equilibrio electrolítico y a reducir la tensión en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que lo convierte en una opción saludable tanto como refrigerio como en desayunos y batidos.

La avena se ha consolidado como un alimento aliado del corazón gracias a su contenido de beta-glucanos, un tipo de fibra soluble que contribuye a disminuir los niveles de colesterol LDL y a mejorar la función vascular. Se ha demostrado que el consumo habitual de avena estabiliza tanto la presión arterial como el colesterol.

Se recomienda ingerirla natural o cocida, acompañada de frutas frescas y sin añadir azúcar en exceso. Sustituir el desayuno tradicional por avena varias veces a la semana puede generar un impacto positivo en la salud cardiovascular.

Las espinacas aportan magnesio, potasio y nitratos naturales, nutrientes que favorecen la relajación de los vasos sanguíneos y optimizan la circulación. Estos componentes ayudan a reducir la presión arterial de manera natural y proporcionan antioxidantes que protegen el corazón. Las espinacas pueden consumirse crudas en ensaladas, cocidas al vapor o en licuados verdes junto con frutas como manzana o piña.

Una buena alimentación es esencial
Una buena alimentación es esencial para mejorar la presión arterial. Foto: (iStock)

El betabel o remolacha ha adquirido popularidad por sus efectos sobre la presión arterial, gracias a su elevado contenido de nitratos naturales. Estos compuestos estimulan la producción de óxido nítrico, una molécula que dilata los vasos sanguíneos y mejora el flujo sanguíneo.

Estudios publicados por la American Heart Association señalan que el consumo de jugo de betabel fresco o su inclusión en ensaladas tres veces por semana puede reducir la presión sistólica en pocas semanas.

Más allá de estos alimentos, los especialistas recomiendan seguir el patrón alimenticio DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), que promueve el consumo de frutas, verduras, granos integrales y lácteos bajos en grasa, junto con la reducción del sodio y las grasas saturadas.

Adoptar estos hábitos, mantener la actividad física y moderar el consumo de sal y alcohol son medidas fundamentales para prevenir y controlar la hipertensión. La integración de alimentos naturales en la dieta diaria puede convertirse en un recurso valioso para preservar la salud cardiovascular y mejorar la calidad de vida.