Cuál es el efecto de los suplementos de vitamina D en la presión arterial

Muchas personas desconocen que este nutriente puede jugar un importante papel en la regulación de este indicador de salud

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Los suplementos de vitamina D
Los suplementos de vitamina D puede tener muchos beneficios, aunque este es un poco conocido. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La vitamina D es una vitamina liposoluble esencial para el organismo humano, su función principal es ayudar a regular el metabolismo del calcio y el fósforo, favoreciendo la absorción de estos minerales en el intestino y contribuyendo a la formación y mantenimiento de huesos y dientes sanos.

El cuerpo puede obtener vitamina D de dos formas principales: mediante la exposición de la piel a la luz solar, que activa su síntesis, y a través de la dieta, en alimentos como pescados grasos, yema de huevo, hígado y productos fortificados.

Además de su función en la salud ósea, la vitamina D participa en el funcionamiento del sistema inmunológico y en otros procesos celulares.

En este sentido, aunque no se trata de un beneficio muy conocido, se sabe que una escases de esta vitamina puede tener un efecto importante en la regulación de la presión arterial, sobre el cual te contamos a continuación.

Aunque muchos factores influyen en
Aunque muchos factores influyen en la regulación de la presión arterial, pocas personas saben que la vitamina D puede tener un impacto indirecto. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles es el impacto que puede tener la vitamina D en la regulación de la presión arterial

La vitamina D ha sido estudiada por su posible papel en la regulación de la presión arterial, debido a los siguientes efectos:

  • Modulación del sistema renina-angiotensina: La vitamina D podría influir en este sistema, que regula la presión arterial y el equilibrio de líquidos en el organismo, por lo que una deficiencia de la misma podría afectar este proceso y favorecer la aparición de hipertensión.
  • Efecto sobre la función vascular: Se ha observado que la vitamina D puede favorecer la salud de los vasos sanguíneos, ayudando a mantener su elasticidad y reduciendo la rigidez arterial.
  • Reducción de la inflamación: Niveles adecuados de vitamina D pueden contribuir a disminuir la inflamación sistémica, un factor relacionado con el desarrollo de hipertensión.
La deficiencia de vitamina D
La deficiencia de vitamina D puede reducir la flexibilidad de las venas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo afecta un déficit de vitamina D a la presión arterial

Como mencionamos, aunque muchas personas no lo saben, un déficit de vitamina D se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar presión arterial elevada. Diversos estudios observacionales indican que personas con bajos niveles de vitamina D tienden a presentar valores más altos de presión arterial y mayor prevalencia de hipertensión.

El déficit de vitamina D puede alterar la regulación del sistema renina-angiotensina, un mecanismo clave en el control de la presión arterial y el equilibrio de líquidos. Además, niveles insuficientes de vitamina D pueden influir en la función de los vasos sanguíneos y favorecer estados inflamatorios, ambos factores relacionados con la elevación de la presión arterial.

Sin embargo, la relación directa entre la deficiencia de vitamina D y la hipertensión todavía se estudia y no se ha establecido una relación causal definitiva.

La reposición de vitamina D en personas con déficit puede formar parte de un abordaje integral, pero no sustituye el tratamiento médico específico para el control de la presión arterial. Siempre debe ser supervisado por un profesional de la salud.

En este sentido, los suplementos de vitamina D puede ayudar a prevenir o regular la presión arterial únicamente en casos que se demuestre que existen un déficit importante de la misma.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Factores que favorecen tener déficit de vitamina D

Existen varios factores que aumentan el riesgo de presentar déficit de vitamina D, entre los cuales se encuentran los siguientes:

  • Poca exposición solar
  • Edad avanzada
  • Piel oscura
  • Obesidad
  • Alteraciones digestivas
  • Enfermedades renales o hepáticas
  • Alimentación inadecuada

La combinación de varios de estos factores incrementa el riesgo de desarrollar un déficit. Ante sospecha o presencia de factores de riesgo, se recomienda la evaluación por parte de un profesional de la salud.