¿Tomar una cerveza después de entrenar tiene beneficios? Esto responden expertos de la salud

Especialistas señalaron que las bebidas alcohólicas después del entrenamiento físico impactan directamente en el rendimiento de la persona según la cantidad que se ingiera

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Expertos debaten respecto al consumo
Expertos debaten respecto al consumo de cerveza después de hacer actividad física. (Freepik)

El consumo de alcohol después de realizar ejercicio físico puede tener efectos negativos en el proceso de recuperación del cuerpo, especialmente si se busca ganar masa muscular o mejorar el rendimiento físico.

Según un artículo publicado por Healthline, el alcohol puede ralentizar la recuperación al elevar los niveles de cortisol, reducir los niveles de testosterona e inhibir la síntesis de proteínas, un proceso clave para la reparación y el crecimiento muscular.

Además, el cuerpo prioriza la eliminación del alcohol como una toxina, lo que puede interferir con la quema de grasa y la construcción muscular.

Sin embargo, un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y la Universidad de Granada, concluyeron que el alcohol en el deporte puede contribuir a la hidratación.

Cerveza después de entrenar

Investigaciones señalan que una cerveza
Investigaciones señalan que una cerveza moderada podría colaborar en la hidratación en ciertas circunstancias. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según la información presentada en el evento organizado por la Universidad de Granada y el Centro de Información Cerveza y Salu de 2014, el consumo moderado de cerveza, tanto en su versión con alcohol como sin alcohol, puede ser una opción para la hidratación tras el ejercicio físico bajo determinadas circunstancias.

Esto se debe a su alto contenido en agua, la presencia de maltodextrinas que regulan de manera estable los niveles de glucosa, su bajo contenido en sodio y la ausencia de grasas. En casos de ejercicio con alta temperatura ambiental y abundante transpiración, se menciona que la cerveza puede ayudar a recuperar las pérdidas hídricas de manera similar al agua, siempre en un contexto de consumo moderado por parte de personas adultas y saludables.

No obstante, los expertos destacan que el agua sigue siendo el principal recurso para hidratarse de manera óptima y que el consumo de cerveza debe integrarse en un estilo de vida equilibrado.

La cerveza desde la ciencia y el deporte

Expertos advierten que beber poco
Expertos advierten que beber poco después del entrenamiento afecta el rendimiento físico y la ganancia muscular. (Imagen ilustrativa Infobae)

Jenaed Brodell, dietista registrada y científica deportiva en el Reino Unido, explicó que el alcohol no es beneficioso desde un punto de vista fisiológico tras un entrenamiento, ya que el cuerpo lo trata como una sustancia tóxica.

Sin embargo, también señaló que consumir una bebida alcohólica ocasionalmente después de hacer ejercicio probablemente no tendrá efectos a largo plazo en el rendimiento físico. En situaciones sociales, como eventos deportivos o celebraciones, completar el entrenamiento sigue siendo preferible a omitirlo, incluso si se consume alcohol después.

En cuanto al tiempo que se debe esperar antes de ingerir alcohol tras un entrenamiento, Suzie Wylie, nutricionista registrada y exluchadora profesional de Muay Thai, recomienda priorizar la rehidratación y la reposición de electrolitos antes de consumir cualquier bebida alcohólica.

Según Wylie, es ideal esperar al menos una hora después de finalizar el ejercicio para permitir que el cuerpo recupere líquidos y nutrientes esenciales mediante una comida o merienda rica en carbohidratos y proteínas. Además, destacó que el ejercicio puede disminuir el deseo de consumir alcohol, por lo que esperar un tiempo podría incluso reducir la necesidad de beber.

Estudios citados por Healthline indican que el consumo moderado de alcohol reduce la tasa de síntesis de proteínas musculares (MPS) hasta en un 37 %, incluso cuando se combina con proteínas después del ejercicio, lo que puede impactar negativamente en la recuperación, el crecimiento muscular y la adaptación al entrenamiento, especialmente en actividades de alta intensidad o entrenamiento de resistencia.

Sin embargo, investigaciones adicionales sugieren que cantidades moderadas de alcohol no necesariamente inhiben la recuperación muscular en hombres y mujeres, aunque no contribuyen a mejorar el rendimiento.

En cuanto a posibles beneficios, Healthline señaló que no existen pruebas concluyentes de que el consumo de alcohol después de un entrenamiento ofrezca ventajas significativas. No obstante, Brodell sugiere que, si se opta por beber, una cerveza podría ser una mejor elección que los licores, ya que contiene carbohidratos y electrolitos. Alternar entre agua y cerveza puede ayudar a mantener la hidratación, aunque enfatizó que no hay evidencia sólida que respalde que esta práctica sea beneficiosa.

Mayo Clinic desmiente que el
Mayo Clinic desmiente que el consumo moderado de alcohol mejore la salud cardíaca o reduzca la diabetes, por lo que científicos insisten en priorizar el agua y alimentos ricos en nutrientes tras hacer deporte antes de ingerir alcohol. (Ricardo Rubio / Europa Press)

Por otro lado, Mayo Clinic señala que el consumo de alcohol, incluso en cantidades moderadas, representa un riesgo para la salud, pues está relacionado con problemas de salud graves, como ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y daños en el sistema digestivo, además de contribuir a muertes evitables.

El consumo moderado de alcohol se define de manera diferente según el país y las agencias de salud. En los Estados Unidos, se considera moderado cuando las mujeres no exceden una bebida al día y los hombres no superan dos.

Ejemplos de una bebida incluyen 355 mililitros (12 onzas líquidas) de cerveza, 148 mililitros (5 onzas líquidas) de vino o 44 mililitros (1,5 onzas líquidas) de licores fuertes. Sin embargo, Mayo Clinic advierte que incluso este nivel de consumo puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama o colorrectal, aunque el incremento sea pequeño.

El informe también desmiente la creencia de que el consumo moderado de alcohol reduce el riesgo de enfermedades cardíacas o diabetes, señalando que estudios más recientes han demostrado que una dieta equilibrada y la actividad física ofrecen beneficios mucho mayores para la salud que el alcohol, respaldados por investigaciones más extensas.

El consumo excesivo de alcohol, definido como más de tres bebidas al día o siete por semana para las mujeres, y más de cuatro al día o catorce por semana para los hombres, representa un riesgo mucho mayor.

Este comportamiento incluye los eventos sociales en los que los niveles de alcohol en sangre se elevan a 0.08 % o más. En términos prácticos, esto equivale a consumir cuatro o más bebidas en un lapso de dos horas para las mujeres, y cinco o más para los hombres.

Según Mayo Clinic, este tipo de consumo está vinculado a enfermedades graves como cáncer de hígado, boca, garganta y esófago, además de enfermedades hepáticas y cardiovasculares, como hipertensión y accidentes cerebrovasculares.