Nuria Roure, experta en sueño: “Estos son los tres errores que te impiden dormir profundamente”

Los despertares nocturnos o la dificultad para alcanzar un correcto descanso influye en el bienestar personal y la calidad de vida de quienes los sufren

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Una mujer con insomnio. (Adobe
Una mujer con insomnio. (Adobe Stock)

Aunque se piense que dormir es una de las cuestiones más sencillas de la vida, para millones de personas acostarse no garantiza un descanso reparador. La ansiedad, el estrés diario y los hábitos modernos han convertido el sueño en un bien escaso y cada vez más frágil. Las noches en vela y los despertares frecuentes se han normalizado, dejando tras de sí cansancio crónico, irritabilidad y dificultades de concentración.

El problema no es solo sentirse cansado al día siguiente. La falta de sueño profundo afecta directamente a la salud física y mental: incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, deteriora la memoria, debilita el sistema inmunológico y puede intensificar los síntomas de ansiedad y depresión. Así, lo que empieza como unas pocas horas de descanso interrumpido puede derivar en un círculo vicioso que afecta a la calidad de vida en todos los ámbitos.

A pesar de los avances en medicina y en tecnología para monitorizar el sueño, muchas personas siguen sin encontrar la fórmula que les permita dormir bien. Desde aplicaciones de seguimiento del sueño hasta rutinas estrictas de ejercicio y meditación, los métodos son múltiples, pero a menudo ineficaces si se pasan por alto errores cotidianos que comprometen la calidad del descanso.

Entre el 20 y el
Entre el 20 y el 48 % de las personas en España tienen dificultad para conciliar o mantener el sueño. (Adobe Stock)

La clave podría estar en aspectos más simples y menos conocidos de la rutina nocturna, según destaca la psicóloga y doctorada en medicina del sueño Nuria Roure. La doctora Roure, en uno de sus vídeos de TikTok (@dra.nuriaroure), identifica tres errores comunes que muchas personas cometen y que dificultan alcanzar un sueño profundo y reparador.

Del chocolate a las rumiaciones mentales

“El primer error que muchas personas no perciben es tomar vino en la cena o comer chocolate antes de dormir”, explica la doctora Roure. “Estos hábitos pueden alterar, y mucho, la calidad de tu sueño”. Aunque ambos alimentos pueden parecer inofensivos o incluso relajantes, contienen sustancias que interfieren con los ciclos naturales del sueño y con la profundidad de los descansos nocturnos.

En el vino, el alcohol etílico puede inducir somnolencia al principio, pero reduce la fase de sueño profundo y provoca despertares nocturnos, mientras que compuestos como los congéneres y el exceso de azúcar estimulan el sistema nervioso. En el chocolate, la cafeína y la teobromina actúan como estimulantes que retrasan la conciliación del sueño y aumentan la frecuencia cardíaca, y el azúcar puede generar picos de energía que dificultan la relajación necesaria para descansar plenamente.

Dr López Rosetti - Dormir Bien

La especialista señala que “el segundo error es ver contenido negativo antes de dormir“. Así, ”es mejor que cierres tu tele, te relajes y empieces a hacer ejercicios de relajación y de respiración”, aconseja. La doctora subraya que la mente necesita un tiempo para desconectarse de la estimulación emocional y cognitiva. Series intensas, noticias alarmantes o discusiones por mensajes pueden activar la mente de manera contraproducente, dificultando que el cuerpo entre en un estado de reposo profundo.

El tercer y último error es quizás el más cotidiano y, al mismo tiempo, más subestimado: irse a la cama con la mente llena de planes, problemas o preocupaciones, lo que provoca bucles de pensamiento. Roure recomienda un enfoque muy concreto para evitarlo: “Escríbelos mejor en una libreta, ciérralos y ahí los vas a encontrar mañana”. Este simple gesto de externalizar las preocupaciones ayuda a “vaciar” la mente durante la noche y facilita la transición hacia un estado de relajación profunda, propicio para dormir.