Qué es la dieta de Nurai, la alimentación que sigue el rey Juan Carlos: “Todo el mundo me felicitó por mi forma física”

El rey emérito confiesa seguir el patrón alimenticio de la isla de Nurai, donde ha establecido su residencia tras marcharse de España

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A solo una hora de Dubái se encuentra una isla bañada por las aguas claras del golfo pérsico que sobresale en los Emiratos Árabes por ser un enclave privado repleto de lujosas residencias. Se trata de la isla de Nurai, donde el rey Juan Carlos I decidió instalarse tras marcharse de España hace ya cinco años y a la que solo puede accederse por helicóptero o barco privado.

El emérito no ha querido desaprovechar la oportunidad de mencionar en Reconciliación, el libro de sus memorias, la manera en la que se ha estado cuidando, y es haber estado siguiendo la alimentación propia de esta isla: “La dieta de Nurai me ha ayudado a perder peso y mi entrenamiento físico diario ha mejorado mi movilidad”. Según narra en el libro, los efectos de seguir este patrón alimenticio fueron evidentes para quienes le rodeaban: "Todo el mundo me felicitó por mi forma física".

La dieta de Nurai se engloba dentro de la gastronomía de Emiratos Árabes Unidos, que se caracteriza por ser una cocina rica en especias, similar al del resto de países del Golfo. Además, está fuertemente influenciada por la dieta mediterránea, así como por la gastronomía del resto de Oriente Medio y Asia.

La cocina emiratí: carne de oveja y productos del mar

Durante generaciones, los habitantes del golfo pérsico dependieron en gran medida de los productos del mar, que constituyeron el pilar de la dieta emiratí gracias a la vasta línea costera El pescado fresco era, y sigue siendo, uno de los principales recursos alimentarios, acompañado con frecuencia de arroz y especias aromáticas que caracterizan la cocina árabe.

En el islam, la carne de cerdo está prohibida en la dieta cotidiana, por lo que no forma parte de los menús tradicionales y su presencia en restaurantes y hoteles se limita a espacios específicos y claramente señalizados. En su lugar, las proteínas más consumidas son la carne de oveja, seguida por la carne de res en menor proporción. Entre los platos más tradicionales destacan preparaciones elaboradas con arroz y especias, como el majbús o el kabsa, que combinan carnes, pescados o incluso camello, creando perfiles de sabor intensos y aromáticos.

Las bebidas ocupan un capítulo especial dentro de esta tradición culinaria. El café árabe (ligero, aromático y frecuentemente perfumado con cardamomo o azafrán) es un elemento central en la hospitalidad del país. El té, a menudo servido con menta fresca, también tiene un papel protagónico en la vida cotidiana. Estas bebidas, más allá de acompañar las comidas, representan momentos de convivencia y cortesía.

Por su parte, la panadería tradicional también forma parte importante de la gastronomía emiratí. Ciertas variedades como el pan jamir o el pan al-Jabab acompañan numerosos platos y aportan textura y sabor a las comidas.

En los hoteles, especialmente aquellos orientados al turismo internacional, se suelen ofrecer alternativas a la carne de cerdo, como salchichas de res o lonchas de ternera. Asimismo, las bebidas alcohólicas solo están disponibles en bares, clubes nocturnos y restaurantes ubicados dentro de hoteles, con la excepción del emirato de Sharjah, donde su venta está prohibida. De igual forma, ciertos supermercados cuentan con secciones dedicadas exclusivamente a la venta de cerdo para satisfacer la demanda de residentes extranjeros.