Este es el alimento que beneficia al hígado graso y ayuda a prevenir enfermedades hepáticas

La alimentación juega un papel crucial en la prevención y el control de enfermedades hepáticas

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Modelo de hígado graso (Shutterstock)
Modelo de hígado graso (Shutterstock)

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHNA) es una patología caracterizada por la acumulación de grasa en las células hepáticas en personas que consumen poco o nada de alcohol. De acuerdo con la Clínica Mayo, se ha convertido en una de las enfermedades hepáticas más frecuentes en el mundo, especialmente en aquellos países donde la prevalencia de la obesidad es elevada, como es el caso de España.

Aunque aún no se comprende del todo por qué algunas personas desarrollan hígado graso y otras no, sí se han identificado factores de riesgo claramente asociados. Entre los más relevantes se encuentran el sobrepeso y la obesidad, la resistencia a la insulina (cuando las células del organismo no responden de forma adecuada a esta hormona), la diabetes tipo 2 y los niveles altos de triglicéridos en sangre.

El estilo de vida es importante a la hora de controlar esta afección, en concreto la alimentación. Algunos alimentos pueden empeorar la condición del hígado graso, mientras que otros actúan como un aliado. Entre estos últimos encontramos el café, cuyo consumo diario puede ayudar en la enfermedad.

Un barista sirve café. (Shutterstock)
Un barista sirve café. (Shutterstock)

De acuerdo con la Clínica Digestiva Navarro, se recomienda el consumo de al menos dos tazas de café al día, aunque algunos estudios sugieren que tres tazas podrían aportar beneficios adicionales. Esta recomendación se fundamenta en la evidencia científica que asocia el café con una menor progresión de las enfermedades hepáticas, desde las fases iniciales de fibrosis hasta etapas más avanzadas como la cirrosis y el cáncer de hígado.

La fibrosis consiste en la cicatrización interna del hígado y representa la primera lesión relevante en el desarrollo de patologías hepáticas. Según un estudio publicada en 2020 en la New England Journal of Medicine, el café puede ejercer un efecto beneficioso ya en este estadio, lo que repercute en una ralentización de la evolución hacia lesiones más graves, como la cirrosis (caracterizada por una extensa cicatrización y pérdida de tejido sano) y el cáncer hepático, cuyo riesgo aumenta en pacientes con cirrosis.

El café que ayuda al hígado graso

El café solo es la forma recomendada para obtener los beneficios descritos, ya que la adición de leche puede reducir la cantidad de cafeína ingerida y aumentar el aporte calórico. En caso de añadir leche, se aconseja que sea en poca cantidad o, en su defecto, incrementar el número de tazas para alcanzar el efecto deseado.

Respecto al café descafeinado, los profesionales de la Clínica Digestiva Navarro señalan que la mayoría de los estudios se han realizado con café regular, por lo que el descafeinado podría ser menos beneficioso. Por su parte, el café expreso también se considera válido dentro de las recomendaciones gracias a su concentración.

Los especialistas de la Clínica Digestiva Navarro insiste en que el café no cura el hígado graso ni la cirrosis, pero sí que puede ayudar a prevenir el empeoramiento de estas condiciones. En pacientes con daño hepático avanzado, el consumo de café no suele modificar la evolución de la enfermedad, aunque tampoco la agrava.