Cómo hacer las albóndigas de pollo en salsa más fáciles y jugosas

De carne de ternera, de bacalao, de verduras y queso... Las albóndigas son una preparación versátil que puede adaptarse a los gustos y necesidades de cada caso, un plato tradicional que gusta a todos y que no puede ser más sencillo de preparar en casa. En esta ocasión, aprenderemos a preparar albóndigas de pollo en salsa, una versión ligera y jugosa, con todas las propiedades nutricionales propias de esta carne magra.

Para preparar estas albóndigas, podemos comprar el pollo ya picado o podemos picarlo en casa, con máquina o a cuchillo, utilizando para ello pechugas o contramuslos. Mezclaremos esta carne con huevo, ajo, perejil, harina y un poco de leche, para aumentar así la jugosidad en el interior de cada bola. Para comprobar si hemos condimentado bien la mezcla, podemos coger un poco de la masa y freírla en una sartén, para así probarla y rectificar si fuera necesario.

La clave para obtener el punto de cocción perfecto en las albóndigas consiste en cocinarlas en aceite a fuego medio-alto, para así que queden bien selladas y doradas por fuera, reteniendo todos los jugos en el interior. Luego, la carne de pollo se cocinará lentamente en la salsa, a fuego bajo y haciendo ‘chup, chup’, como con los platos de siempre.

En este caso, las acompañaremos con una salsa de cebolla, zanahoria, caldo de pollo y vino blanco, un condimento clásico que combina a la perfección con el sabor suave de la carne de ave. Para servirlas como plato principal, podemos acompañar estas ricas albóndigas de pollo en salsa con arroz blanco hervido o con unas patatas fritas.

La receta de albóndigas de pollo en salsa consiste en formar pequeñas bolas con carne picada de pollo, que doraremos por fuera y cocinaremos después lentamente en una salsa aromática. La clave está en no compactar demasiado las bolas, mantener la mezcla hidratada y dejar que la cocción en salsa las termine de ablandar, conservando así todo el jugo y sabor.

• Preparación de los ingredientes y mezcla: 20 minutos
• Formación y fritura de las albóndigas: 15 minutos
• Cocción en salsa: 35 minutos 

Tiempo total aproximado: 1 hora 10 minutos

Para las albóndigas:

• 500 gramos de carne picada de pollo
• 1 huevo
• 2 dientes de ajo
• 1 ramita de perejil
• Un chorrito de leche
• Harina (cantidad necesaria para espesar la masa y rebozar)
• Aceite de oliva (para freír)

Para la salsa:

• 2 cebollas medianas
• 2 zanahorias grandes
• 1 vaso de vino blanco (150 ml)
• 750 ml de caldo de ave o pollo
• 1 hoja de laurel

1. Bate el huevo en un bol amplio.
2. Pica muy fino los dientes de ajo y el perejil; agrégalos al huevo batido para aportar aroma fresco y sabor intenso.
3. Incorpora la carne picada de pollo, salpimenta y añade el chorrito de leche para asegurar la jugosidad.
4. Añade harina poco a poco hasta obtener una masa que permita formar bolas, pero evitando que la mezcla quede seca.
5. Forma albóndigas medianas y pásalas ligeramente por harina.
6. Fríe las albóndigas en aceite caliente hasta que estén doradas por fuera: esto ayuda a retener los jugos y mantenerlas tiernas.
7. En una cazuela aparte, sofríe la cebolla y la zanahoria picadas en brunoise con un fondo de aceite hasta que la cebolla esté transparente y la zanahoria empiece a ablandarse.
8. Vierte el vino blanco y déjalo reducir a fuego alto durante 5 minutos para que se evapore el alcohol. Incorpora el caldo de pollo y cocina 15 minutos más. Tritura la salsa hasta obtener una textura fina, sálala al gusto y devuélvela a la cazuela.
9. Incorpora las albóndigas a la cazuela, baja el fuego y tapa. Cocina el conjunto durante unos 15 minutos, removiendo con delicadeza de vez en cuando para que no se pegue ninguna albóndiga.
10. Cuando la salsa haya espesado y las albóndigas estén tiernas y jugosas, rectifica de sal y pimienta y sirve.
11. Servir calientes, espolvoreando con algo más de perejil fresco si se desea.

Rinde aproximadamente para cuatro porciones.

• Calorías aproximadas: 315 kcal
• Proteínas: 25 g
• Grasas: 13 g
• Carbohidratos: 18 g
• Fibra: 2,5 g
• Sodio: 1 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Las albóndigas en salsa de zanahoria y cebolla pueden guardarse refrigeradas en recipiente hermético durante tres días. Son aptas para congelar durante hasta tres meses; recalentar lentamente en cazuela o microondas.