Los beneficios de la lactancia materna: desde proteger al bebé de infecciones a favorecer la recuperación posparto

La lactancia es el método de alimentación recomendado al menos hasta los dos años de vida

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Una madre da el pecho
Una madre da el pecho a su bebé (AdobeStock)

Dar el pecho es mucho más que una de las formas más completas y naturales de alimentar a un recién nacido. Este acto establece una conexión emocional entre la madre y el bebé comparable a muy pocas cosas en la naturaleza. La leche materna se conforma así como el alimento ideal para el bebé y, al mismo tiempo, una fuente de bienestar para la madre.

Según la Unidad de Obstetricia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, la lactancia es el método de alimentación recomendado al menos hasta los dos años de vida, ya que aporta todos los nutrientes esenciales para el desarrollo del bebé. El proceso de lactancia se inicia con la producción de calostro, un líquido espeso y rico en agua, hierro y vitaminas, que aparece inmediatamente después del parto y la expulsión de la placenta. La hormona prolactina es la responsable de estimular la secreción de calostro, cuya duración depende tanto de la succión del bebé como de las características fisiológicas de la madre.

El enganche correcto del recién nacido debe realizarse sobre la areola y no sobre el pezón, lo que permite que incluso las madres con pezones planos o invertidos puedan amamantar sin dificultades si el bebé se engancha adecuadamente desde el principio, explican los profesionales de la salud. El diagnóstico y las recomendaciones sobre el cuidado de los pezones deben ser realizados por un profesional sanitario.

Una mujer da el pecho
Una mujer da el pecho a su bebé (AdobeStock)

El mejor alimento para el bebé

Desde el primer momento de vida, la leche materna se adapta de manera perfecta a las necesidades del bebé. Su composición, que varía a lo largo de los meses, ofrece un equilibrio exacto de nutrientes, proteínas, grasas, hidratos de carbono y anticuerpos. Es, por tanto, el alimento más equilibrado y de mejor digestión, ya que su fórmula natural está diseñada para el sistema inmaduro del recién nacido. Además, tiene una ventaja incomparable: está siempre disponible, en la cantidad necesaria y a la temperatura ideal, sin necesidad de preparación ni esterilización.

Pero más allá de nutrir, la lactancia materna actúa como una auténtica barrera defensiva contra diversas infecciones, especialmente las de oído, las respiratorias y las digestivas. Los anticuerpos y células inmunológicas que contiene fortalecen el sistema inmune del pequeño, ayudándolo a enfrentarse a los virus y bacterias del entorno. Desde QuirónSalud aseguran que la leche de la madre disminuye el riesgo de alergias y de enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad, la hipertensión arterial o la enfermedad celíaca, aportando beneficios que pueden extenderse hasta la edad adulta.

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Ventajas para la madre después del parto

Los beneficios de la lactancia no se limitan al recién nacido, ya que la madre también experimenta efectos positivos, tanto físicos como emocionales. Amamantar facilita la contracción del útero tras el parto, ayudando a que este recupere su tamaño normal más rápidamente. Este proceso contribuye a disminuir el riesgo de hemorragias e infecciones posparto, lo que favorece una recuperación más segura y saludable.

Además, la lactancia tiene un impacto directo en la salud mental materna al ayudar a prevenir la depresión posparto, promover la liberación de oxitocina, una hormona que refuerza el vínculo afectivo entre madre e hijo, y generar sensaciones de calma y bienestar. A largo plazo, dar el pecho puede reducir la incidencia de cáncer de mama y de ovario, lo que demuestra que sus beneficios se prolongan mucho más allá de la etapa de lactancia.