Pablo Emilio, psicólogo, explica qué es la abstracción selectiva: “Es un tipo de distorsión cognitiva”

El ser humano tiende generalmente a poner el foco sobre los aspectos desagradables e incómodos en lugar de valorar el conjunto, en el que también existen cuestiones positivas

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Las distorsiones cognitivas son formas
Las distorsiones cognitivas son formas erróneas de interpretar la realidad. (Freepik)

Nuestros pensamientos pueden movilizarnos a conseguir un objetivo, acompañarnos allá donde vamos y ayudarnos a encontrar la solución a un problema. Sin embargo, también pueden convertirse en una “trampa”. Nuestro diálogo interno nunca cesa y en muchas ocasiones los mensajes que nos envía son negativos y pesimistas, motivo por el que muchas veces desearíamos apagar esa voz.

Estos pensamientos pueden llevarnos a distorsiones cognitivas, que ocurren cuando interpretamos de manera errónea la realidad. Así, los acontecimientos se entienden desde un prisma irracional o sesgado, repercutiendo en la manera en la que nos sentimos y en cómo actuamos.

Hay muchos tipos de distorsiones cognitivas: la catastrofización, que nos lleva a imaginar los peores escenarios positivos; el pensamiento dicotómico, “todo o nada”; la sobregeneralización, que se basa en extraer conclusiones generales a partir de un único acontecimiento negativo; la lectura de la mente, que nos lleva a dar por sentado lo que el otro está pensando...

Pablo Emilio, un psicólogo mexicano y creador de contenido (@pablotupsicologo), cuenta con una serie en su canal de TikTok en la que analiza estas distorsiones cognitivas, que, al procesar de forma errónea la información, nos llevan a “conclusiones no tan precisas” porque no se revisa el contexto por completo, sino que se pone el foco solamente en algunos aspectos (generalmente los negativos). En uno de sus últimos vídeos, el experto se centra en la abstracción selectiva.

La abstracción selectiva: cuando un detalle eclipsa el conjunto

“Algo está pasando con mis compañeros de trabajo. Hoy en la mañana, Mariana no me saludó. ¿Será que ya no le caigo bien o que nunca le caí bien y lo hacía más por compromiso?“, ejemplifica Pablo Emilio.

Los pensamientos automáticos, aunque son
Los pensamientos automáticos, aunque son normales y los tenemos todos, pueden ser nocivos si llevan a interpretar la realidad de forma errónea (Freepik)

En la abstracción selectiva, como su propio nombre indica, se pone el foco en un aspecto que resulta incómodo o que genera malestar (se selecciona inconscientemente) y que eclipsa el resto. Así, este elemento servirá como representación de todo el acontecimiento, pese a que el resto de cuestiones pudiesen indicar que no es cierto el pensamiento negativo que se está teniendo.

“Ante cierta experiencia, tomamos estos aspectos usualmente muy incómodos y lo vemos como lo más relevante de todo”, explica el experto en salud mental. “Al enfocarnos principalmente en los desagradable y no en el todo, empezamos a tomar conclusiones desde ese punto”.

Pablo Emilio pone otros ejemplos: “’Oye, tienes muchas cualidades, eres muy bueno’. ‘Gracias, pero, como siento que no soy muy bueno organizando mi tiempo, no me van a ascender’” o “Tengo problemas con mi novia, no sé qué está pasando, siento que ya no me ama. Le pregunté dónde quería desayunar y solo me escribió ‘Donde tú quieras’. Así, todo seco”.

En estos supuestos, la persona solamente se está focalizando en lo que considera que es negativo (la falta de cualidad para organizar su tiempo y el mensaje no tan cariñoso de su pareja) en lugar de en el contexto completo (las otras cualidades con las que sí cuenta o ciertos gestos de cariño que demostrarían que su conclusión no es válida).

Algunas actitudes que tenemos, pueden ser señales de lo que somos según los psicólogos

¿Cómo puede eliminarse esta distorsión cognitiva?

Pablo Emilio explica que, al igual que ocurre con el resto de tipos de distorsiones cognitivas, “no todo lo que pensamos es verdad”. El ser humano tiende a poner el foco en “cosas desagradables, incómodas o negativas”, pero el psicólogo señala que la existencia de estas “no significa que las cosas agradables pierdan valor”.

Por tanto, para eliminar patrones de pensamiento en los que prime la abstracción selectiva, es necesario un proceso de reflexión a través del que se cuestionen aspectos como la gravedad de la existencia de ese elemento desagradable y sus posibles efectos. Además, esto debe complementarse con “cuáles son estas cosas agradables de la situación”, es decir, cambiar el foco y centrarse en el conjunto.