Pavo: propiedades, beneficios y contraindicaciones

La carne de esta ave contiene menos grasa y colesterol que otras, incluso que el propio pollo

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Fiambre casero de pavo con
Fiambre casero de pavo con especias (Adobe Stock)

Entre las proteínas animales más saludable, la carne de pavo es la que destaca por encima del resto. Su elevado contenido en agua, que supone en torno a un 75 % de su composición, junto con la reducida cantidad de grasa hacen que esta carne sea ligera y fácil de digerir, lo que resulta ideal para quienes siguen una dieta de control de peso o simplemente se preocupan por llevar una alimentación equilibrada.

A nivel nutricional, el pavo destaca por su alto contenido en proteínas de calidad biológica, ya que aporta todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita para el correcto mantenimiento de los tejidos y el desarrollo muscular. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), su perfil proteico es comparable al del pollo o el pescado, pero con una ventaja significativa: contiene menos grasa y colesterol que otras carnes, incluso que el propio pollo, especialmente si se consume sin piel, donde se concentra una parte importante de la grasa. Esta característica lo convierte en una excelente opción para personas con colesterol elevado o enfermedades cardiovasculares, así como para deportistas que buscan una fuente de proteína limpia.

Otro aspecto relevante es que la carne de pavo carece prácticamente de hidratos de carbono, ya que el glucógeno presente en el músculo se destruye tras el sacrificio del ave. Esto hace que sea una opción perfecta dentro de dietas bajas en carbohidratos o en regímenes de control calórico.

Pechuga de pavo (AdobeStock)
Pechuga de pavo (AdobeStock)

En cuanto a los micronutrientes, el pavo es fuente de varios minerales esenciales, de acuerdo con los informes de la FEN. El selenio, presente en cantidades destacadas, actúa como antioxidante, ayudando a proteger las células frente al daño oxidativo. Le siguen el fósforo, importante para el mantenimiento de huesos y dientes; el zinc, que interviene en la función inmunitaria y en la cicatrización de heridas; y el potasio, necesario para el equilibrio hídrico y el correcto funcionamiento muscular y nervioso. No obstante, su contenido de hierro es inferior al de otras carnes rojas, aunque el que contiene es de alta biodisponibilidad, lo que significa que el cuerpo lo absorbe con facilidad.

El pavo también es rico en vitaminas del grupo B, especialmente niacina (B3), piridoxina (B6) y cobalamina (B12). Estas vitaminas desempeñan un papel fundamental en el metabolismo energético, ayudando al cuerpo a transformar los alimentos en energía y contribuyendo al buen funcionamiento del sistema nervioso. De hecho, según la FEN, una sola ración de pavo puede cubrir casi el 100 % de las necesidades diarias de niacina en hombres adultos que realizan actividad física moderada.

Episodio: Vitamina B12.

Contraindicaciones del pavo

En cuanto a las contraindicaciones, la carne de pavo no presenta riesgos particulares para la población general, salvo en casos de alergia específica, que son poco frecuentes. No obstante, se recomienda moderar el consumo de productos procesados a base de pavo, como embutidos o fiambres, debido a su contenido en sodio y conservantes. En personas con hipertensión o enfermedades renales, es preferible priorizar el pavo fresco o cocinado de forma casera, sin exceso de sal.