“Si te repites que eres tonto, tu cerebro te cree”: así debes actuar, según la neurociencia

Loren, una experta que habla de estos temas en TikTok (@neuroloren), ha explicado lo motivos

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Montaje de Infobae en el que aparece Loren, experta en neurociencia

La salud mental es uno de los aspectos que más se deben cuidar, ya que influye directamente en nuestra forma de pensar, sentir y actuar frente a las situaciones cotidianas.

Por este motivo, es importante evitar ciertas conductas destructivas. Una de las más frecuentes es creer que eres menos que el resto o infravalorarte. Esto es algo que te puede perjudicar, y más cuando te faltas el respeto a ti mismo.

Loren, una experta en neurociencia, ha hablado de esto en uno de los últimos vídeos que ha subido a su cuenta de TikTok (@neuroloren). “Si te repites que eres tonto, tu cerebro te cree”, afirma durante los primeros segundos.

Eres lo que te repites

La experta expone que el valor que una persona se asigna tiene un impacto directo en la manera en que su cerebro funciona. Los pensamientos negativos recurrentes, como creer que no se tiene capacidad, que no se es suficiente o que no se puede lograr algo, no solo quedan en el plano de las ideas.

Según la especialista, esas afirmaciones activan un conjunto específico de neuronas. Cuando estas ideas se repiten cada día, las conexiones entre esas neuronas se refuerzan y se vuelven cada vez más sólidas.

Este proceso se conoce como neuroplasticidad, un fenómeno que permite al cerebro adaptarse físicamente a los patrones de pensamiento más habituales. Por este motivo, tener una dinámica de pensamiento negativa que se prolonga en el tiempo termina moldeando la identidad y las conductas personales.

El cerebro tiende a especializarse en aquello que se le repite de manera constante, incluso cuando esa información no sea cierta al principio. La repetición refuerza dichas conexiones neuronales y consolida las percepciones como verdades.

Marc Gauthier, de 62 años, ha vuelto a caminar tras un diagnóstico de Parkinson hace ya tres décadas.

Pero, al igual que esta conducta puede perjudicarte, se puede usar a nuestro favor. Si los pensamientos se centran en la posibilidad de aprender, de mejorar o de alcanzar objetivos, el cerebro también fortalece esas conexiones.

De esta forma, la actitud mental positiva contribuye a generar cambios reales en la manera en que la persona se percibe a sí misma y enfrenta los desafíos diarios. Por eso, la elección consciente de los pensamientos es fundamental, ya que terminan configurando la realidad.

Cómo cambiar la dinámica de pensamientos negativos

Cambiar la forma en que pensamos requiere práctica y constancia. Un primer paso efectivo es identificar los patrones de pensamiento dañinos, como las autocríticas constantes o la tendencia a dramatizar los errores.

Una vez detectados, se pueden reemplazar por afirmaciones constructivas que refuercen habilidades, fortalezas y logros. Otra estrategia útil es el mindfulness, que permite observar los pensamientos sin juzgarlos y reducir la reacción automática ante ellos.

Además, establecer rutinas diarias de pequeños logros genera evidencia concreta de nuestras capacidades, reforzando la confianza interna. La neurociencia demuestra que estas prácticas modifican la estructura cerebral con el tiempo, fortaleciendo las conexiones asociadas a la resiliencia. Por último, rodearse de entornos y personas que aporten apoyo emocional amplifica los efectos positivos, facilitando un cambio sostenible.