Cómo hacer chipirones a la plancha para que no queden duros ni encojan

La palabra chipirón es una adaptación del término txipiron​, procedente del euskera, y se refiere a los ejemplares más pequeños de calamar

Guardar
Chipirones a la plancha (Adobe
Chipirones a la plancha (Adobe Stock)

Conocemos como chipirón a la versión más pequeña del calamar. Ni más ni menos. Esta distinción tiene su origen en el País Vasco, donde se solía llamar txipirón al calamar pescado en la playa, de un tamaño mucho más pequeño que aquel capturado en alta mar. Este nombre se fue extendiendo por toda la península hasta el punto de encontrar esta palabra en la carta de casi cualquier bar español.

La forma de cocinarlos no puede ser más simple; aunque entraña la pequeña dificultad de limpiarlos previamente, es un esfuerzo que bien merece la pena. Tiernos, jugosos y con un delicioso y suave sabor, los chipirones brillan por sí solos cocinados a la plancha. Con un toque de ajo y perejil, se convierten en un auténtico manjar perfecto como tapa, como entrante o para compartir en una reunión familiar o de amigos.

Para conseguir un resultado perfecto, hemos de tener en cuenta ciertos detalles, el principal, no sobrecocinar el producto. Dependiendo del tamaño, los dejaremos entre 30 segundos y 2 minutos por lado, nada más. Un exceso de tiempo de cocinado los endurece, estropeando su textura por completo. Además, es imprescindible secar muy bien los chipirones antes de que entren en contacto con la sartén, pues si empiezan a soltar agua pierden gran parte de su sabor. También con este objetivo, utilizaremos una plancha o sartén bastante caliente, para que los chipirones se doren rápido y cojan todo el sabor tostado.

Receta de chipirones a la plancha

La elaboración de esta receta es simple y rápida, pero exige una plancha muy caliente y chipirones completamente secos para evitar que suelten agua. El resultado son unos chipirones dorados, tiernos y aromatizados con un aliño tradicional de ajo y perejil. El toque de limón aporta frescura opcional.

Tiempo de preparación

  • Preparación: 15 minutos (limpieza y aliño)
  • Cocción: 4 minutos
  • Tiempo total: 19 minutos

Ingredientes

  • 500 g de chipirones frescos (limpios)
  • 2-3 dientes de ajo
  • Perejil fresco (un puñado)
  • 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal gruesa o en escamas
  • 1 limón (opcional)

Cómo hacer chipirones a la plancha, paso a paso

  1. Limpiar los chipirones si es necesario, retirando pluma, tripas y pico. Lavar y secar cuidadosamente con papel de cocina.
  2. Picar muy finos los dientes de ajo y el perejil, mezclándolos con el aceite de oliva virgen extra en un bol. Reservar el aliño.
  3. Calentar la plancha o sartén a fuego muy alto. Es fundamental que esté bien caliente para que los chipirones no suelten agua.
  4. Añadir unas gotas de aceite y, cuando humee ligeramente, colocar los chipirones ya secos. Cocinar solo 1-2 minutos por cada lado, evitando moverlos en exceso para lograr un dorado uniforme.
  5. Agregar sal gruesa o en escamas recién sacados de la plancha.
  6. Disponer los chipirones en una fuente y regar inmediatamente con el aliño de ajo, perejil y aceite. Añadir unas gotas de zumo de limón si se desea un toque de frescor.
  7. Servir en caliente, acompañados de pan rústico o una ensalada ligera.

¿Cuántas porciones rinde esta receta?

Rinde para dos a tres raciones como plato principal o para cuatro personas como aperitivo o tapa.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?

  • Calorías aproximadas: 150 kcal
  • Proteínas: 16 g
  • Grasas: 6 g (principalmente insaturadas del aceite de oliva)
  • Hidratos de carbono: 1 g
  • Colesterol: 200 mg

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

Una vez hechos, los chipirones a la plancha deben consumirse en el momento o como máximo en las siguientes 24 horas, conservados en un recipiente hermético en frío. Una vez recalentados, pierden textura y sabor.