Este es el horario de comidas perfecto para cuidar tu microbiota, según una bióloga

Asun González defiende un cambio a nivel social para favorecer la microbiota

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La bióloga Asun González durante
La bióloga Asun González durante su intervención en el pódcast 'Tiene Sentido'. (Youtube)

Por mucho que hayamos intentado europeizarnos, Spain is different y nuestros horarios, también. Aunque nos levantemos temprano, la comida no llega hasta las 14:00 horas (con suerte) y no se cena hasta pasadas las 21:00 horas en la mayoría de los hogares. Tanto las costumbres como la jornada laboral española favorecen el mantener este horario, pero según la bióloga y asesora nutricional Asun González, este sistema podría estar fastidiándonos el estómago.

González defiende en el pódcast Tiene Sentido un cambio de rutina, que ayude a mantener una buena microbiota. “Somos un saco de bichos”, dice en su entrevista, en referencia al funcionamiento intestinal. La microbiota, compuesta por billones de microorganismos que residen en nuestro sistema digestivo, es esencial para mantener una buena salud intestinal, el sistema inmunológico e incluso el estado de ánimo. Por ello, cuidarla y reforzarla es una labor crucial para proteger nuestro bienestar general y en esa tarea, la dieta es uno de los factores más importantes. Pero no solo importa lo que comemos, sino cuándo lo comemos.

Comer solo durante el día

Según explica González, la microbiota, al igual que el ser humano, “tiene sus ritmos circadianos”, conocidos como crononutrición. Este término hace referencia a la disciplina científica que estudia cómo afecta el tiempo de las comidas a la digestión y la salud.

En concreto, dice González, “a la microbiota le gusta que comas cuando es de día y que duermas cuando es de noche”. En concreto, dice que el estómago se activa sobre las 8-9 de la mañana. “Por eso cuando madrugamos mucho no tenemos esas ganas de ir al servicio, nos entran después”, ejemplifica. El ritmo intestinal y las hormonas continúan su funcionamiento durante la jornada y “se paran como a las 9-10 de la noche”, asegura, justo el momento en que muchos españoles deciden empezar su cena.

Esta costumbre “no es muy buena idea”, advierte la especialista. “Tu cuerpo está segregando melatonina y otras hormonas para irse a la cama. Estamos hablando de hormonas que se sincronizan de luz y oscuridad”, señala. Por tanto, a la hora de planificar en qué momento comer, “los horarios ideales son los de día”, concluye.

González tiene claro el horario perfecto para la microbiota: “Desayunar a las 9:00 y cenar a las 16:00″, haciendo tan solo dos comidas al día. Sin embargo, para la cultura española este cambio puede ser muy extremo, así que permite retrasar la cena entre las 18:00-20:00, “a las 21:00 como muy tarde”.

Para lograr esto, sin embargo, se necesita un cambio a nivel social: “Habría que cambiar toda la estructura de la sociedad española, porque tenemos horarios muy nocturnos”, dice. Aunque se debe en parte a las horas de sol que se disfrutan en el país mediterráneo, es una costumbre que se mantiene en invierno, aunque empiece a anochecer a las 18:00 horas. En este contexto, la bióloga pide “intentar hacer la vida más activa a las horas de sol, porque es cuando el cuerpo responde mejor”. Un cambio social ideal sería “terminar de trabajar prontito para cenar antes de que anochezca”.