Receta de ‘schiacciata’ de patata, un pan italiano crujiente y fácil de preparar para el que no necesitas levadura

Italia es un país de masas. La harina es la base de sus dos grandes recetas, la pasta fresca y la pizza. Pero también de otras muchas elaboraciones, como la focaccia, un pan plano esponjoso a la par que crujiente o el ciambellone, un dulce bizcocho esponjoso que suele acompañar a un buen capuccino a primera hora de la mañana. Dentro de esta categoría, la de las recetas con harina, se encuentra la schiacciata, un pan plano similar a la focaccia aunque más fino y crujiente.

Originaria de la Toscana, esta masa horneada se prepara tradicionalmente siguiendo la técnica del doble levado, y usando además una generosa cantidad de aceite de oliva, que le otorga su textura única. Aunque su versión clásica es fácil de preparar, podemos seguir algunas recetas aún más sencillas, que eliminan por completo el uso de la levadura y que nos permitirán prepararla sin esperas.

En esta ocasión, seguiremos la receta de los cocineros Riccardo Barbazza y Luca di Palo, encargados de la cuenta de Instagram Di Pazza. En uno de sus vídeos nos muestran cómo hacer schiacciata de patata, un pan plano a base de patata cortada en láminas y mezcladas con harina, aceite de oliva y agua. Todo ello se adereza con un poco de romero, y se cuece al horno, consiguiendo una textura muy crujiente que puede usarse de cientos de maneras.

Y es que la schiacciata suele prepararse en forma de sándwich, rellenándose de los clásicos embutidos italianos, con quesos como la burrata, con verduras frescas o asadas, untables de diversos tipos... Además, puede servirse como acompañamiento de platos de carne o pescado, incluso como aperitivo o picoteo.

En esta receta, la patata se corta en láminas extrafinas y se mezcla con una base líquida de harina, agua, aceite y sal. Al extender la mezcla sobre una bandeja y hornear, se obtiene una textura dorada y crocante, característica de este plato. No lleva levadura ni requiere reposo, por lo que es ideal para cuando se busca una opción rápida y diferente de pan.

• Preparación de ingredientes: 15 minutos
• Emulsionado y mezcla: 5 minutos
• Cortado de patatas: 5 minutos
• Montaje: 5 minutos
• Cocción: 45-50 minutos
• Tiempo total estimado: 75 minutos

• 400 g de patatas pequeñas
• 200 g de harina de trigo 00
• 320 g de agua a temperatura ambiente
• 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (más extra para pincelar)
• 1 cucharadita de sal
• Romero fresco al gusto

1. Mezcla el agua, el aceite de oliva y la sal en un bol. Emulsiona vigorosamente hasta que la sal se disuelva completamente.
2. Incorpora la harina tamizada poco a poco, mezclando con una varilla hasta obtener una masa líquida y homogénea.
3. Lava y pela las patatas. Con una mandolina, córtalas en rodajas muy finas.
4. Incorpora las patatas a la masa y asegúrate de que todas las láminas queden bien cubiertas.
5. Forra una bandeja de horno con papel vegetal y vierte toda la mezcla, extendiéndola de manera uniforme para que quede una capa fina.
6. Distribuye el romero fresco por encima a tu gusto.
7. Hornea en horno precalentado a 200 °C (preferentemente con ventilador) durante 45-50 minutos, hasta que la superficie esté dorada y crujiente.
8. Saca del horno y, cuando esté aún caliente, pincela la superficie con un poco más de aceite de oliva virgen extra.
9. Corta en porciones y sirve de inmediato.

Esta receta rinde entre seis y ocho porciones, dependiendo del tamaño de los trozos.

• Aproximadamente 150-170 kcal
• Carbohidratos: 30-32 g
• Grasas: 3-4 g
• Proteínas: 2-3 g
• Fibra: 2 g
• Sal: 0,7-1 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

La schiacciata de patata se puede conservar a temperatura ambiente hasta 24 horas. Si se desea guardar más tiempo, es recomendable refrigerarla en un recipiente hermético hasta tres días. Se puede recalentar en horno para devolverle su textura crujiente.